Latifa Al-Droubi, la esposa del presidente interino sirio Ahmed Al-Jolani, hizo una rara aparición pública durante la visita oficial a Arabia Saudita a comienzos de febrero. A pesar de que antes era prácticamente desconocida en los círculos públicos, su presencia junto a su marido en visitas a la Gran Mezquita de La Meca y Turquía hizo surgir la interrogante sobre si ella jugará un rol más preponderante, pese a que su esposo conocido por ser conservador.

En videos y fotos que circularon ampliamente en las redes sociales el lunes, se pudo ver a los dos realizando la Umrah, considerada la “peregrinación menor” del Islam, dentro de la Masjid al-Haram en La Meca. Las publicaciones despertaron el interés del público, ya que la Primera Dama de Siria se ha mantenido en gran medida fuera del ojo público.

Al-Droubi apareció por primera vez publicamente a principios de 2025, cuando acompañó a su marido, Ahmad Al-Jolani, en visitas oficiales de Estado a Riad y Ankara, que representaron los primeros viajes internacionales del presidente interino desde que asumió el cargo el mes pasado.

Durante el viaje de Al-Jolani a Turquía, su esposa se reunió con la primera dama turca, Emine Erdogan, en Ankara, según el canal de noticias turco A Haber.

Con la Primera Dama turca, conversó sobre el empoderamiento de las mujeres, la cohesión social y la educación. Erdogan incluso compartió una foto de su encuentro en su plataforma oficial de redes sociales, lo que avivó aún más el interés público en la nueva Primera Dama.

Mientras que en una reunión con una delegación de mujeres sirias-estadounidenses en Damasco el pasado 31 de enero, Al-Jolani la presentó como su esposa, desmintiendo los rumores en las redes sociales sobre que tenía múltiples esposas. Es más Al Jolani afirmó que ella es su única esposa, que la ama mucho y que la pareja tiene tres hijos varones, según consignó el canal de televisión Al Arabiya.

Los asistentes a la reunión de la delegación estadounidense a fines de enero describieron a Latifa como una “mujer culta, sofisticada y elegante”, elogiando su elocuencia, su comportamiento tranquilo y su vestimenta tradicional siria, tras preguntas sobre si usa el niqab, indicó el portal New Arab.

Abdul Hafiz Sharaf, miembro de la Coalición Sirio-Americana para la Paz y la Prosperidad, comentó en una entrevista con los medios que Latifa era “una joven siria que usa el hijab pero (no se cubre el rostro). Se viste con el atuendo típico de las mujeres que usan hijab en Siria, y su presencia intrigó a muchos, especialmente con su amable sonrisa que dio una cálida bienvenida a los asistentes”.

Reem al-Bazm, una activista siria que asistió a la reunión de la delegación, la describió como “amable, tranquila, hermosa, segura de sí misma y educada”.

Vida personal y educación

Según diversos informes, al-Droubi nació en 1984 en la ciudad de Al-Qaryatayn, situada en las zonas rurales de Homs, Siria. Posee una maestría en lengua y literatura árabes. Esta formación académica sugiere un profundo aprecio por la cultura y el patrimonio, lo que podría dar forma a su papel como primera dama de Siria.

Los combatientes del organismo gobernante sirio patrullan la calle, después de que surgieran disidencias en la ciudad de Homs, al norte de Damasco, y los medios estatales informaron que la policía impuso un toque de queda nocturno el miércoles por la noche, tras los disturbios vinculados a las manifestaciones que los residentes dijeron que fueron lideradas por miembros de las comunidades religiosas alauita y chiíta, en Homs, Siria, 26 de diciembre de 2024. Foto: Reuters

Según ha contado su marido en diversas entrevistas, debido a la inestabilidad política en Siria, han tenido que vivir en zonas remotas, incluidas regiones montañosas, y cambiar de residencia con frecuencia. Este estilo de vida desafiante había permanecido en gran medida oculto a la opinión pública hasta que fue revelado por el presidente interino.

Linaje al-Droubi

La Primera Dama de Siria pertenece a la histórica familia al-Droubi, que tiene vínculos profundos con la historia política y religiosa del país.

Al-Monitor, uno de los medios de comunicación estadounidenses más destacados especializados en analizar los asuntos de Oriente Medio, explica que su linaje se remonta a la era otomana, lo que la convierte en descendiente de figuras influyentes que desempeñaron un papel en la configuración del pasado de Siria.

Uno de sus antepasados ​​más notables es su abuelo Alaa Al-Din Al-Droubi, que ocupó el cargo de segundo primer ministro de Siria en 1920 bajo el reinado de Faisal I. Sin embargo, su mandato fue trágicamente breve, ya que fue asesinado apenas 26 días después de asumir el cargo. En los medios turcos, se dice que su abuelo también fue el médico personal del sultán otomano Abdul Hamid II.

Su legado sigue siendo una parte crucial de la historia siria, y la conexión de Latifa con él se suma a la intriga que rodea su aparición en el escenario nacional, analiza el portal News of Kashmir.

La familia de Latifa también es conocida por su fuerte arraigo religioso. Está emparentada con el jeque Abdul Ghafar al-Droubi, un reverenciado erudito islámico y recitador del Corán que falleció en Yeddah en 2009. Este linaje religioso se suma a su influencia, ya que proviene de una familia respetada tanto por sus contribuciones académicas como políticas.

El papel potencial de Al-Droubi en Siria

Aunque se sabe poco sobre su postura política o sus ambiciones futuras, la herencia de Latifa al-Droubi y sus recientes compromisos públicos sugieren que puede desempeñar un papel importante en el cambiante panorama político y social de Siria. Si decide asumir un papel activo, podría centrarse en la educación, los derechos de las mujeres y la preservación cultural, dada su formación académica y familiar.

Mientras Siria recorre su fase de transición, los analistas concuerdan que contar con una primera dama con fuertes vínculos históricos y una formación intelectual puede ser un activo para el gobierno. En redes sociales, los sirios ya están especulando sobre si la Al-Droubi continuará siendo una figura pública reservada o asumirá un papel de defensora de derechos, según la cadena BBC en árabe.

También han surgido debates sobre su vestimenta y comportamiento en público, y algunos comentaristas debaten si se alinea más con los ideales conservadores o modernos. Sin embargo, otros enfatizan que sus decisiones personales no deben eclipsar la importancia de su papel y su origen.

La directora y periodista siria Waad Al-Khatib, responsable de la película For Sama, expresó su admiración por ella: “Hay algo extraño y hermoso en ella. Se parece a nosotros y, al mismo tiempo, no se parece a nosotros. Nos representa y no nos representa. ¿Por qué tendría que haber alguien que nos represente a todos?”. Añadió que la siguiente etapa “no será fácil ni para ella ni para nadie” y pidió no depositar en ella expectativas poco realistas antes de que exprese su postura pública.

Una mujer que lleva un niqab entra en un salón de belleza donde los anuncios de mujeres han sido desfigurados por un comerciante en Kabul, Afganistán, 6 de octubre de 2021. Foto: Reuters

El director de la película El sargento inmortal, Ziad Kalthoum, destacó la rapidez con la que se viralizaron las imágenes y el video, señalando que esto refleja la realidad de la sociedad siria: “Dos fotos y un video han bastado para que esta frágil sociedad construya historias sobre la señora Latifa, juzgue su moral y su cultura, aun cuando ella aún no ha dicho una sola palabra”.