El aumento de casos de Covid-19 en el mundo, impulsado por la rápida difusión de la variante ómicron, no debe traducirse en el cierre de escuelas, algo que sería “desastroso para los niños”, advirtió el 17 de diciembre la directora del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Henrietta Fore. “Las escuelas deben ser el último lugar que se cierra, y el primero que se reabre (...); 2022 no puede ser otro año de aprendizaje interrumpido”, aseguró.
Una opinión similar expresó este lunes Joseph G. Allen, director del programa Healthy Buildings en la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de la Universidad de Harvard. En una columna publicada en The New York Times, el también presidente del Cuerpo Especial de la Comisión de Covid-19 de The Lancet para la seguridad en el trabajo, las escuelas y los viajes fue categórico: “Ojalá que aprendamos la lección: las escuelas no deben cerrar”.
“Cuando los costos del cierre de las escuelas del año pasado se volvieron evidentes, la frase: ‘Las escuelas deben ser las últimas en cerrar y las primeras en abrir’ se convirtió en un mantra. Sonaba bien y era pegajoso, y creo que muchas personas -entre ellas yo- la murmuraron, con la sospecha profunda de que, con la llegada de las vacunas, la situación no se tornaría tan desfavorable como para que alguien contemplara el cierre de las escuelas de nuevo. Sin embargo, ahora que existe una amenaza verdadera de que cierren las escuelas, me doy cuenta de que este mantra estaba equivocado. Debería simplemente ser: ‘Las escuelas jamás deben cerrar’”, escribió el académico estadounidense.
Y la amenaza planteada por Joseph G. Allen ya se ha hecho realidad en varios países. El 14 de diciembre pasado, el gobierno holandés ordenó el cierre de las escuelas primarias una semana antes para las vacaciones de Navidad, mientras las autoridades buscan contener un repunte en los casos de coronavirus mientras se propaga ómicron.
El primer ministro en funciones, Mark Rutte, dijo que las vacaciones escolares se extenderían de dos semanas a tres a partir del 20 de diciembre. Entre las razones, se cuenta el hecho de que los niños más pequeños han registrado los aumentos más pronunciados en las infecciones de Covid-19 en el país, según destaca el diario Los Angeles Times.
“Solución de último recurso”
En cambio, este lunes, tras anunciar nuevas medidas para frenar la quinta ola de Covid-19 en el país, el gobierno francés descartó el cierre de escuelas. Así, de momento, se mantendrá la vuelta al colegio el 3 de enero de 2022. El cierre de escuelas sería una “solución de último recurso”, dijo el primer ministro, Jean Castex.
“Es una doctrina francesa, seguida por otros países, mantener las escuelas abiertas, porque no es algo banal, es importante”, indicó el ministro de Educación de Francia, Jean-Michel Blanquer, en una entrevista en France Inter, a pesar de las alertas de especialistas acerca de la explosión de casos de los pequeños, que se han multiplicado por 12 en un mes, y un agravamiento de sus hospitalizaciones.
Al respecto, el gobierno francés anunció que endurecerá las reglas anti Covid en las escuelas. Blanquer explicó este martes que para los escolares que hayan tenido contacto con un colega positivo y quieran regresar a las aulas de primaria (entre cinco y 11 años) pedirá “dos o tres test”, en vez de uno como actualmente.
En cualquier caso, Blanquer revisará el protocolo sanitario a partir del 3 de enero en las escuelas. Después de haberlo relajado brevemente (durante meses un solo alumno contaminado llevaba al cierre semanal del aula automáticamente), volverá a endurecerlo exigiendo dos pruebas Covid negativas para que un caso de contacto estrecho pueda volver a clases.
Asimismo, el titular de la cartera de Educación anunció un refuerzo de los test en las escuelas y explicó que se han reservado 20 millones de euros para que los entes locales instalen captadores de CO2 en las clases con la meta de purificar el aire. Otro de los asuntos que preocupan es el esperado aumento de las bajas laborales entre el personal educativo por la virulencia de la quinta oleada, con una incidencia semanal de más de 750 casos por cada 100.000 habitantes.
En India, por su parte, nuevas restricciones fueron impuestas a partir de este lunes en varias regiones del país para tratar de frenar una nueva ola de coronavirus, alimentada por la expansión de la variante ómicron. Así, ante el temor de experimentar una tercera ola de contagios que pueda poner en peligro su frágil sistema de salud, Nueva Delhi decretó el cierre de colegios.
Según la cadena alemana Deutsche Welle, millones de escolares en India, especialmente de familias pobres, han abandonado la escuela durante los últimos dos años debido a la emergencia sanitaria provocada por el Covid y la crisis económica resultante. Las escuelas en todo el país se cerraron en marzo de 2020 para frenar la propagación del coronavirus.
Unicef estima que los cierres de escuelas afectaron a unos 250 millones de niños en India. Cuando comenzaron a reabrirse gradualmente, muchos niños no regresaron. Las escuelas en varias regiones de India, incluida la capital, Nueva Delhi, reabrieron el 1 de septiembre, mientras que los establecimientos educacionales en el centro financiero del país, Mumbai y las regiones circundantes, reabrieron en octubre.
Pero con los crecientes temores sobre la nueva variante ómicron, muchos gobiernos estatales están considerando la posibilidad de imponer nuevas restricciones estrictas para frenar su propagación. Los medios locales informan que las autoridades de estados como Maharashtra y Karnataka podrían cerrar las escuelas nuevamente como parte de las medidas.
Aumento en las hospitalizaciones
En EE.UU., en tanto, el aumento de infecciones por Covid en niños hizo que el cierre de escuelas volviera a estar en la agenda, destaca The Guardian. Según el diario británico, las autoridades sanitarias regionales del país reaccionaron con alarma ante un aumento en los contagios en niños, lo que provocó que algunos distritos escolares anunciaran retornos al aprendizaje remoto.
Durante las últimas tres semanas, la cantidad de niños hospitalizados en Nueva York con Covid-19 se cuadruplicó, dijo el departamento de salud del estado. La epidemióloga del estado de California, la Dra. Erica Pan, escribió en Twitter: “Desafortunadamente, Nueva York está experimentando un aumento en las hospitalizaciones pediátricas (principalmente entre los no vacunados) y tienen tasas de vacunación similares (de cinco a 11 años)”. En todo el estado de Nueva York, aproximadamente el 16% de los niños de cinco a 11 años y el 71% de los de 12 a 17 años están completamente vacunados.
Un número creciente de casos pediátricos ha convencido a los funcionarios de algunos estados de ordenar un retorno al aprendizaje remoto después de las vacaciones de invierno. Alrededor de 300 escuelas en Maryland, Nueva Jersey, Nuevo México y Nueva York permanecerán cerradas. Mientras en Mount Vernon, un suburbio de Nueva York, el aprendizaje virtual está programado hasta al menos el 18 de enero. En Maryland, las escuelas públicas del condado de Prince George, uno de los 20 distritos más grandes de EE.UU., trasladó a más de 136.500 estudiantes al aprendizaje virtual la semana pasada. En Nueva Jersey, en tanto, las escuelas públicas de Paterson comenzarán en 2022 con dos semanas de clases a distancia, señala The Guardian.
Sin embargo, el domingo un destacado experto en salud cuestionó la necesidad de cerrar las escuelas. Ashish Jha, decano de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Brown, dijo a Fox News Sunday: “Sabemos cómo mantener abiertas las escuelas, sabemos cómo mantenerlas seguras. Esto realmente ni siquiera debería estar sobre la mesa. Estoy decepcionado de que esto suceda”.
Y es que, durante la pandemia, los expertos han dicho que los niños tienen menos probabilidades de desarrollar enfermedades graves. Durante la semana del 9 al 16 de diciembre, la Academia Estadounidense de Pediatría notificó 169.964 casos pediátricos de Covid-19, lo que representa del 1,8% al 4,1% de los pacientes hospitalizados.
Clases presenciales en Perú
En Perú, por su parte, las escuelas volverán a impartir clases presenciales entre el 1 y el 14 de marzo de 2022, cuando comienza el nuevo año escolar, tras haber permanecido la gran mayoría de ellas dos años enteros cerradas por la pandemia, según anunció este domingo el Ministerio de Educación (Minedu).
De acuerdo al protocolo sanitario aprobado, las escuelas ubicadas en ciudades comenzarán bajo la modalidad semipresencial, con un máximo de cuatro horas de clases presenciales al día en una primera fase, para ir incrementándolas progresivamente en función de la evaluación de las condiciones sanitarias. En las escuelas de zonas rurales, todas las horas lectivas serán presenciales, informó la Deutsche Welle.
Sin embargo, la norma exige que permanezcan cerrados los quioscos, cafeterías y comedores escolares mientras dure la emergencia sanitaria, por lo que no especifica cómo funcionarán en ese contexto programas sociales como Qali Warma, que da desayuno en las escuelas a más de cuatro millones de estudiantes de zonas rurales, destaca la cadena alemana.
En los ámbitos rurales, en la primera fase, cada estudiante consumirá los alimentos que trae desde su hogar, para lo cual se guardará una distancia de dos metros en un espacio abierto, agrega el diario El Comercio.
Asimismo, los profesores que vuelvan a dar clases presenciales están obligados a contar con la vacunación completa contra el Covid-19, lo que implica acreditar al menos dos dosis, y tanto profesores como alumnos deberán portar mascarillas adecuadamente colocadas. El gobierno espera iniciar la vacunación de 3,7 millones de niños de entre cinco y 11 años en enero próximo, previo al retorno a clases.
En el caso de que en un aula se detecte un caso sospechoso o confirmado de Covid-19, el grupo que haya estado en contacto ingresará en cuarentena por un periodo de 14 días, para luego retornar a sus actividades, descartándose que toda la institución educativa tenga que cumplir confinamiento.
“No es negociable que los padres de familia tengan que mandar a sus niños a la escuela. El retorno no es voluntario sino en el cumplimiento del derecho a la educación”, dijo la viceministra de Gestión Educativa, Nelly Palomino. “Así como tenemos que velar por la salud de los estudiantes, también tenemos que velar por el derecho a la educación”, agregó.