Etiopía celebró hoy un funeral simbólico y masivo, después de que uno de los aparatos de su aerolínea de bandera, Ethiopian Airlines, se estrellara hace una semana causando la muerte de 157 personas.

El servicio funerario fue celebrado en el cementerio de la iglesia Saint Trinity de la capital, en presencia de miles de personas, entre ellas familiares y amigos de las víctimas, así como personal de la aerolínea, según recogieron medios locales.

Como ningún cuerpo ha sido recuperado tras el accidente, las autoridades recogieron tierra de la zona del siniestro y cada familiar enterró un kilo de modo que cada víctima tendrá ahora una losa marcada con su nombre en este espacio.

Un total de 17 ataúdes vacíos envueltos con la bandera nacional fueron llevados en una marcha fúnebre por la capital, donde se vivieron escenas de tensión con el desmayo de algunos de los familiares de las víctimas.

El ministro de Transporte etíope, Dagmawit Moges, dijo ayer que identificar a las víctimas a través de un análisis de ADN podría llevar hasta seis meses, en declaraciones recogidas por la televisión estatal ETV.

Mientras tanto, a los familiares de las víctimas se les han entregado certificados de fallecimiento temporales.

Un total de 157 personas fallecieron hace una semana en el accidente de un avión de la compañía Ethiopian Airlines, que se estrelló poco después de despegar de Adís Abeba con rumbo a Nairobi, según confirmó la aerolínea etíope.

Entre las víctimas mortales, de unas 35 nacionalidades, figuran dos ciudadanos españoles; además de 32 kenianos, nueve etíopes, 18 canadienses, ocho italianos, ocho chinos, ocho  estadounidenses y siete británicos. Perdieron la vida asimismo siete ciudadanos de Francia, seis de Egipto, cinco de Holanda, cuatro de la India, cuatro de Eslovaquia, tres de Austria y dos de Marruecos; además de cuatro personas que viajaban con pasaporte de las Naciones Unidas, entre otros.

El piloto de Ethiopian Airlines que dirigía el vuelo siniestrado el domingo pasado en Etiopía reportó problemas de "control de vuelo" tras el despegue y solicitó una pista de aterrizaje para regresar al aeropuerto de Adís Abeba. "Solicito vuelta a casa. Solicito vector (sistema de navegación) para aterrizar", dijo el piloto en aparente pánico a los controladores, según dijo a The New York Times una persona que ha revisado las comunicaciones entre la nave y la torre de control.

Boeing, por su parte, paralizó este jueves las entregas del modelo 737 MAX 8. El gigante aeronáutico lleva acumulada esta semana una pérdida de más de 27.000 millones de dólares en capitalización de mercado.