Internos del módulo 12 de la Unidad Nº 4-Santiago Vázquez, cárcel ubicada en el oeste de Montevideo, liberaron a los rehenes y se entregaron tras un motín que empezó esta madrugada en "reclamo por mejores condiciones de reclusión", informaron fuentes oficiales.

Los 33 amotinados, armados con cuchillos y escopetas que robaron a los policías responsables de la seguridad en el local, fueron convencidos por un negociador del Ministerio del Interior a liberar primero a una mujer policía, y, luego, antes de entregarse dejaron ir a los otros dos efectivos policiales que tenían bajo su poder.

Pese a que no estaban heridos, los tres funcionarios fueron trasladados al Hospital Policial de Montevideo, según la Unidad de Comunicación del Ministerio del Interior (Unicom).

Durante el motín, los reclusos se sacaron fotos posando sonrientes con las armas que poseían al lado de los rehenes, que se encontraban esposados, y lograron difundirlas por Internet.

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También lograron comunicarse con la prensa, por vía telefónica, para "hacer público" el caso y reclamar mejores condiciones para los internos que "ya están en un sector de castigo" y "privados de libertad".

Entre las principales reivindicaciones de los presos están regularizar el horario de entrega de las comidas y extender el horario de visitas, para que puedan recibir a sus familiares.

Además, uno de los reclusos dijo a la prensa que ya habían planteado a los "jefes de servicio" de la cárcel esos reclamos y que se les prometieron soluciones que nunca se tomaron, por lo que decidieron realizar el motín.

Según el Ejército, por vuelta de las 3.00 hora local (6.00 GMT), hora en que habría empezado el motín, las fuerzas armadas frustraron un intento de fuga por parte de tres reclusos.