La policía de Hong Kong disparó gas lacrimógeno a manifestantes vestidos de negro hoy, después de que incendiaran estaciones de Metro y atacaran edificios, incluida la agencia de noticias oficial de China Xinhua, en una de las manifestaciones más violentas que han afectado a la ciudad en semanas.

Anteriormente, la policía ya había utilizado gas lacrimógeno en un parque del centro de la ciudad, donde miles de manifestantes -muchos de ellos enojados por lo que dicen que ha sido una respuesta dura por parte de la policía tras cinco meses de manifestaciones antigubernamentales- se habían reunido durante la tarde. Pequeños grupos de manifestantes enmascarados huyeron al distrito comercial central, a través de calles llenas de bancos, joyerías y tiendas de lujo, prendiendo fuego en barricadas y lanzando cócteles molotov mientras la policía antidisturbios y los camiones de cañones de agua se acercaban. Los manifestantes están indignados por la supuesta intromisión de China en las libertades de Hong Kong, incluyendo su sistema legal, desde que la ciudad regresó del dominio británico al chino en 1997. China niega la acusación.

"La práctica de los manifestantes vestidos de negro demuestra una vez más que 'detener la violencia y restaurar el orden' es la tarea más importante y urgente de Hong Kong en la actualidad", escribió un portavoz de Xinhua en Facebook, añadiendo que sus puertas habían sido destrozadas y que se habían lanzado cócteles molotov y pintura en el salón de la agencia. Las asociaciones de medios de comunicación de Hong Kong también condenaron el vandalismo en Xinhua, uno de los símbolos clave de la presencia china en Hong Kong, pidiendo el cese de la violencia.