Un incendio estalló durante la jornada de este sábado en la prisión de la localidad iraní de Evin, en Teherán, donde están recluidos muchos presos políticos y personas con doble nacionalidad, mientras testigos informaron que habían oído disparos.

La agencia estatal de noticias IRNA dijo que ocho personas resultaron heridas en los disturbios, que estallaron tras casi un mes de protestas en todo Irán por la muerte en detención de Mahsa Amini, una mujer kurda de 22 años.

Un comunicado de la judicatura iraní indicó que un taller de la prisión fue incendiado “tras una pelea entre varios presos condenados por delitos financieros y robos”. El departamento de bomberos de Teherán dijo a la prensa estatal que se estaba investigando la causa del incidente.

La prisión, situada en las estribaciones del extremo norte de la capital iraní, alberga tanto a condenados por delitos como a detenidos políticos.

“Las carreteras que conducen a la prisión de Evin han sido cerradas al tráfico. Hay muchas ambulancias aquí”, dijo un testigo contactado por Reuters. “Aun así, se oyen disparos”.

Otro testigo dijo que las familias de los presos se reunieron frente a la entrada principal de la prisión. “Puedo ver fuego y humo. Muchas fuerzas especiales”, sostuvo.

Un responsable de seguridad afirmó que se había restablecido la calma en la prisión. La gente de los edificios cercanos está cantando “Muerte a Jamenei” desde sus ventanas”, agregó.

La prisión alberga principalmente a detenidos por cargos de seguridad, incluidos iraníes con doble nacionalidad. Ha sido criticada durante mucho tiempo por grupos de derechos occidentales y fue incluida en la lista negra del Gobierno de Estados Unidos en 2018 por “graves abusos contra los derechos humanos”.

Siamak Namazi, un iraní-estadounidense encarcelado durante casi siete años por cargos relacionados con espionaje, regresó a Evin el miércoles después de que se le concediera un breve permiso, dijo su abogado.

Otros ciudadanos estadounidenses detenidos en Evin son el ecologista Morad Tahbaz, que también tiene la nacionalidad británica, y el empresario Emad Shargi, según el abogado de derechos humanos Saeid Dehghan.

Añadió que hay otros ciudadanos con doble nacionalidad detenidos en Evin, como la académica franco-iraní Fariba Adelkhah y el iraní-sueco Ahmadreza Djalali, médico especialista en medicina de catástrofes.

Human Rights Watch acusó a las autoridades de la prisión de utilizar amenazas de tortura y de encarcelamiento indefinido, así como de realizar largos interrogatorios y negar atención médica a los detenidos.

Lee más de Mundo