Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Australia acusaron el jueves a Beijing de violar sus obligaciones internacionales tras la adopción por parte del parlamento chino de una controvertida legislación de seguridad nacional para Hong Kong.

“La decisión de China de imponer la nueva ley sobre seguridad nacional en Hong Kong entra en contradicción directa con sus obligaciones internacionales según los principios de la declaración conjunta firmada por China y Reino Unido, legalmente obligatoria y registrada ante la ONU”, declararon los jefes de la diplomacia de esos cuatro países en un comunicado conjunto.

La ley recién aprobada “limitaría las libertades de la población de Hong Kong y socavaría de manera dramática la autonomía y el sistema que lo hicieron tan próspero”, estimaron los firmantes, que expresaron su “profunda inquietud” ante la situación política en el enclave y el agravamiento de las “divisiones en el seno de la sociedad de Hong Kong”.

Por ello invitan a China a “trabajar con el pueblo de Hong Kong para hallar una solución aceptable para ambas partes”.