La primera ministra británica, Theresa May, admitió hoy que el Reino Unido entra en un "momento crucial" de las negociaciones del Brexit y reconoció la "complejidad" de las conversaciones que hay por delante con la Unión Europea (UE).

En un discurso en Londres sobre su posición de cara a la próxima fase de las negociaciones, May dijo que el acuerdo que se alcance con la UE "debe respetar el resultado del referéndum" de 2016, en el que los británicos votaron por el Brexit, y se mostró confiada de conseguir un pacto porque es de "interés" de ambas partes.

La "premier" conservadora también subrayó que el Reino Unido, la República de Irlanda y la UE deben encontrar una solución al problema de la frontera entre las dos Irlandas, una de los puntos más difíciles de las conversaciones.

Además May admitió que tanto el Reino Unido como la Unión Europea tendrán que renunciar en las negociaciones del Brexit.

"Ambos tenemos que afrontar el hecho de que esto es una negociación, y que ninguno de los dos obtendrá exactamente lo que quiere", dijo May.

"Tenemos que resolver las tensiones entre algunos de nuestros principales objetivos", añadió May.

Esta admisión supone un cambio de tono de la primera ministra conservadora, a la que Bruselas había reprochado querer los beneficios de  pertenecer a la UE sin las obligaciones.

"De alguna manera, el acceso a los mercados del otro será menor que ahora",  constató May, en este discurso en que reiteró que el Reino Unido quiere  abandonar el mercado único, la unión aduanera y la jurisdicción de la justicia  europea.

May reclamó un acuerdo de libre comercio ambicioso con la UE, aunque admitió que ello significaría seguir dependiendo de algún modo de los asuntos europeos.

"Como con cualquier acuerdo comercial, tenemos que aceptar la necesidad de compromisos vinculantes".

La primera ministra británica, Theresa May, instó hoy a los líderes comunitarios a contemplar el "brexit" "no como un final", sino como "un nuevo comienzo" tanto para el Reino Unido como para la futura "relación con sus aliados europeos".

May pidió a los dirigentes europeos que "ante el incremento preocupante del proteccionismo", Londres buscará llegar a acuerdos que le permitan "ser un ejemplo para el mundo".

"No deberíamos pensar en nuestra retirada de la UE como algo que marca un final, sino más bien como un nuevo comienzo tanto para el Reino Unido como para nuestra relación con nuestros aliados europeos", dijo.