El ministro de Exteriores del Reino Unido, David Lammy, señaló este sábado su “profunda inquietud” por los recientes ataques del ejército israelí dirigidos contra centros sanitarios en Líbano, especialmente en el sur donde cuatro hospitales ya han cesado sus operaciones debido a los combates y el resto se encuentran completamente saturados.

“Los informes que indican que los ataques israelíes han alcanzado instalaciones sanitarias y personal de apoyo en Líbano son profundamente inquietantes”, declaró en su cuenta de la red social X.

En un escueto mensaje, Lammy recordó a las partes en conflicto su deber de respetar el Derecho Internacional Humanitario y aseguró que la “prioridad” del gobierno británico es alcanzar “un alto el fuego en ambas partes para que los civiles israelíes y libaneses puedan regresar a sus hogares”.

Estas palabras se producen horas después de que el ejército israelí haya bombardeado en la madrugada del sábado una mezquita anexa a un hospital en la localidad libanesa de Bint Jbeil, hiriendo a nueve miembros del personal sanitario.

Al menos cuatro hospitales en el sur de Líbano ya han cesado sus operaciones debido a los combates y el resto se encuentran completamente saturados, según el Ministerio de Salud libanés.

El jefe del Servicio Público de Ambulancias de Líbano, Imad Akkawi, denunció esta jornada una “brutal agresión sionista contra hospitales y centros de la Autoridad Sanitaria Islámica en Beirut, sus barrios del sur y el sur del país”, que ha calificado de “crimen de guerra que requiere severas medidas”.

“Los crímenes brutales cometidos por el enemigo sionista contra civiles, hogares, hospitales, centros de salud y cuarteles de defensa civil en Líbano son una violación flagrante y sin precedentes de todas las leyes internacionales y las disposiciones de la Convención de Ginebra”, añadió en un comunicado recogido por la agencia oficial libanesa, NNA.