Reino Unido sigue el camino de Hungría y en fallo histórico dictamina que la definición legal de “mujer” excluye a trans
Cinco jueces del máximo tribunal dictaminaron por unanimidad que la definición legal de mujer en la Ley de Igualdad de 2010 no incluía a las mujeres transgénero que poseen certificados de reconocimiento de género.
En un fallo histórico y luego de una batalla legal, que duró varios años, la Corte Suprema de Reino Unido dictaminó que los términos “mujer” y “sexo” en la Ley de Igualdad se refieren a una mujer biológica y al sexo biológico. Esta definición rechazaría el argumento del gobierno escocés de incluir a las mujeres trans.
Cinco jueces del máximo tribunal dictaminaron por unanimidad que la definición legal de mujer en la Ley de Igualdad de 2010 no incluía a las mujeres transgénero que poseen certificados de reconocimiento de género (GRC).
En una derrota significativa para el gobierno escocés, la decisión del tribunal significará que las mujeres transgénero ya no podrán formar parte de juntas públicas en lugares reservados para mujeres.
La sentencia histórica supone un duro golpe para quienes defienden los derechos de las personas transgénero. Podría tener consecuencias de gran alcance en la aplicación de la ley en Reino Unido a algunos servicios diferenciados por sexo, como los centros de acogida para víctimas de violencia doméstica, así como a los reclamos de igualdad salarial y las políticas de maternidad.
También podría conducir a restricciones mucho mayores a los derechos de las mujeres transgénero a utilizar servicios y espacios reservados para mujeres, y provocar pedidos de que se reescriban las leyes de Reino Unido sobre reconocimiento de género.
Este dictamen es consecuencia de una batalla legal de años iniciada con una querella por parte de la organización activista For Women Scotland contra la decisión del Ejecutivo escocés de incluir en una ley de 2018 a las mujeres trans en la cuota para igualar los puestos públicos entre mujeres y hombres, es decir, para aumentar la proporción de mujeres en las juntas directivas del sector público.
Las directrices establecían que una mujer trans, con un certificado de reconocimiento de género, era legalmente una mujer. For Women Scotland, respaldada por grupos de derechos de las lesbianas, había impugnado dicha ley, argumentando que su redefinición de mujer excedía las competencias del Parlamento.
Sin embargo, las autoridades escocesas emitieron en 2022 una nueva guía que establecía que la definición de mujer incluía a cualquier persona con un certificado de reconocimiento de género. Hasta que, en 2024, For Women Scotland obtuvo autorización para llevar su caso ante el Tribunal Supremo, que ahora falló a su favor, consigna France 24.
El fallo se produce en medio de un intenso y, en ocasiones, amargo debate público sobre la intersección de los derechos de las personas transgénero y los derechos de las mujeres.
El gobierno de Reino Unido dijo que el fallo “trae claridad y confianza” para las mujeres y quienes dirigen hospitales, clubes deportivos y refugios para mujeres. “Siempre hemos apoyado la protección de los espacios de un solo sexo basados en el sexo biológico. Estos espacios están protegidos por ley y siempre lo estarán por este gobierno”, dijo un portavoz.
“El gobierno escocés acepta la sentencia de hoy del Tribunal Supremo. El fallo aporta claridad entre dos leyes relevantes aprobadas en Westminster. A continuación analizaremos las implicaciones del fallo. La protección de los derechos de todos será la base de nuestras acciones”, indicó John Swinney, ministro principal de Escocia, en una publicación en redes sociales.
Lord Hodge, el vicepresidente del tribunal, dijo a la Alta Corte que la Ley de Igualdad (EA) era muy clara en que sus disposiciones abordaban el sexo biológico al nacer y no el género adquirido de una persona, independientemente de si tenía un certificado de reconocimiento de género.
Esto afectó la formulación de políticas sobre género en los deportes y las Fuerzas Armadas, los hospitales, así como en organizaciones benéficas exclusivas para mujeres, y el acceso a vestuarios y espacios exclusivos para mujeres, detalló.
“Interpretar el sexo como sexo certificado contradiría las definiciones de hombre y mujer en la Ley de Enjuiciamiento y, por lo tanto, la característica protegida del sexo de forma incoherente. Crearía agrupaciones heterogéneas”, explicó Lord Hodge.
“Sin embargo, desaconsejamos interpretar esta sentencia como un triunfo de uno o más grupos de nuestra sociedad a expensas de otro; no lo es”, advirtió. Y dijo que el fallo “no causa desventaja a las personas trans”, porque tienen protecciones bajo las leyes contra la discriminación y la igualdad.
El grupo de campaña Scottish Trans dijo que se encontraban “conmocionados por la decisión de la Corte Suprema de hoy, que revierte 20 años de comprensión de cómo la ley reconoce a los hombres y mujeres trans con certificados de reconocimiento de género”.
“Seguiremos trabajando por un mundo donde las personas trans puedan seguir adelante con sus vidas con privacidad, dignidad y seguridad. Eso es algo que todos merecemos”, añadió.
Ellie Gomersall, una mujer trans del Partido Verde Escocés, pidió al gobierno británico que cambie la ley para consolidar la plena igualdad de las personas trans, indicó el diario The Guardian. “Me siento destrozada al ver esta sentencia de la Corte Suprema, que pone fin a 20 años de entendimiento de que las personas transgénero con un certificado de reconocimiento de género pueden ser, para casi todos los efectos, reconocidas legalmente como nuestros verdaderos géneros”, indicó.
“Estas protecciones se implementaron en 2004 tras un fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, lo que significa que el fallo de hoy socava los derechos humanos vitales de mi comunidad a la dignidad, la seguridad y el derecho a ser respetados por quienes somos”, agregó.
En la misma línea, la diputada Maggie Chapman, del Partido Verde Escocés, dijo: “Esta sentencia es profundamente preocupante para los derechos humanos y supone un duro golpe para algunas de las personas más marginadas de nuestra sociedad”.
El grupo de campaña crítico de género For Women Scotland, que cuenta con el apoyo financiero de la novelista J.K. Rowling, dijo que la definición de mujer de la Ley de Igualdad estaba limitada a las personas nacidas biológicamente mujeres.
Maya Forstater, una activista crítica en cuestiones de género que ayudó a crear el grupo de campaña Sex Matters, que participó en el caso de la Corte Suprema apoyando a For Women Scotland, aseguró que la decisión fue correcta.
“Nos complace que el Tribunal Supremo haya aceptado los argumentos de For Women Scotland y rechazado la postura del gobierno escocés. El Tribunal nos ha dado la respuesta correcta: la característica protegida del sexo -masculino y femenino- se refiere a la realidad, no al papeleo”, afirmó.
En tanto, la autora de la saga de Harry Potter celebró el fallo del Tribunal Supremo. “Tres mujeres escocesas extraordinarias y tenaces, con un ejército detrás, lograron que este caso llegara al Supremo y, al ganar, han protegido los derechos de las mujeres y las niñas en todo Reino Unido”, escribió en la red social X.
El diario The Guardian indicó que en una parte del fallo, que podría tener amplias implicaciones para los responsables de las políticas en el mundo del deporte y los centros deportivos, señala que algunos servicios y lugares podrían “funcionar adecuadamente solo si el sexo se interpreta como sexo biológico”.
El camino de Hungría
El fallo de Reino Unido coincidió con una legislación aprobada hace dos días en Hungría en la que se daba luz verde a una controvertida enmienda constitucional que los activistas describieron como una “escalada significativa” en los esfuerzos del gobierno para reprimir la disidencia y socavar los derechos humanos.
La enmienda, respaldada por el primer ministro, Viktor Orbán, y su partido populista de derecha, Fidesz, fue aprobada el lunes siguiendo las líneas del partido, con 140 votos a favor y 21 en contra. Y codifica la reciente prohibición del gobierno de los eventos del Orgullo, allanando el camino para que las autoridades utilicen software de reconocimiento facial para identificar a los asistentes y potencialmente multarlos.
La enmienda, que según el gobierno prioriza la protección del desarrollo físico, mental y moral de los niños, también consagra el reconocimiento de solo dos sexos, proporcionando una base constitucional para negar las identidades de género de algunas personas en Hungría.
La reciente enmienda constitucional de Hungría, que consagra una definición binaria de género, constituye un ataque directo a los derechos humanos y la dignidad de las personas trans y no binarias, indicó el diario The Guardian. “Orbán puede reformar la Constitución, pero no puede eliminar la existencia de las personas trans y no binarias, que siguen siendo parte integral de la sociedad húngara”, añadió.
“Esta enmienda contradice la genuina preocupación por el bienestar infantil. Si la protección infantil fuera realmente la prioridad, se difundiría ampliamente información completa y objetiva sobre la diversidad de género, en lugar de suprimirse”, indicó el periódico.
Este cambio constitucional se produce después de que Hungría ya prohibiera el reconocimiento legal de género (RLG) en el país.
En cambio, España ha hecho grandes cambios, con su ley de gran alcance que abarca el empleo, la protección de los migrantes trans y la discriminación basada en la expresión de género. Esa ley significa que la nación del sur de Europa ha adoptado el reconocimiento legal del género basado en la autodeterminación, destaca Euronews.
Aunque se ha criticado que las personas no binarias hayan quedado excluidas del cambio en el reconocimiento legal de género, con España ya son 11 los países europeos que cuentan con una forma de “autoidentificación” o, en términos sencillos, un modelo de reconocimiento legal de género basado en la autodeterminación.
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