Dice que su color de piel moreno, su abundante barba y el buen manejo del idioma árabe lo ayudaron a pasar inadvertido ante los grupos terroristas que secuestraban diariamente a cristianos durante los casi cuatro años que vivió en Alepo.
En 2011, apenas unos meses antes de que estallaran los primeros enfrentamientos entre las fuerzas militares del gobierno y los grupos rebeldes, el viñamarino Rodrigo Miranda se instaló en la "próspera" ciudad para dirigir la misión en Siria de la congregación argentina Instituto del Verbo Encarnado, tras pasar por otras conflictivas zonas de Medio Oriente como Jerusalém.
Por cuatro años el vivió junto a otros religiosos en una ciudad constantemente cercada, sin suministros básicos, donde se han disputado las batallas más sangrientas entre los grupos leales y contrarios al régimen de Basher Assad, y asegura que "aprendió a ser sacerdote en Siria".
"En Occidente uno tiene que hacer toda una pastoral hollywoodense para atraer a los jóvenes a la parroquia. En Alepo muchas veces se sentaban a hablar de qué pasaría si entraran a sus barrios a asesinarlos. Me preguntaban: 'Padre, ¿es cierto que uno tendría que dar la vida por Cristo?'. Esos eran sus temas de conversación", ha relatado en las más de 150 charlas que ha realizado en Estados Unidos, Latinoamérica y Europa.
Junto a sus labores religiosas, Miranda también rescató a personas heridas durante los bombardeos y acogió en la catedral católica a las personas que lo perdieron todo, mientras se esforzaba por mantener activa a una comunidad cristiana perseguida durante el conflicto.
Radicado actualmente en Roma, el sacerdote analizó a La Tercera el último bombardeo de EE.UU., la labor del Ejército y la ola migratoria desatada en los últimos años.
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SOS Cristianos en Siria[/caption]
-¿Ha tenido noticias de los miembros de su comunidad en Alepo?
-Nos comunicamos el sábado 18 de abril en la noche y ellos estaban bien. Toda la población siria está un poco consternada con lo que pasa hace tantos años. Es una situación muy delicada y en cualquier momento puede tornarse todo nuevamente violento si cambian los ámbitos geográficos.
-¿Qué le pareció el bombardeo de EE.UU. a Siria y el apoyo de grandes potencias?
-Son patrones que se van repitiendo. Excusas que se van repitiendo y protagonistas que actúan del mismo modo y bajo los mismos intereses. Cada tanto rescatan los temas y no me causa mayor impresión, pero parece que nuevamente la gente no reacciona a que esto se trata de un ataque inmoral e ilegal.
Pareciera que esta "comunidad internacional" está sobre la ley y que tienen el derecho de entrometerse, invadir países y no contribuyen a nada. Tratan de repetir la misma fórmula del fracaso que fue Irak en Siria y en otros países de Medio Oriente.
-Usted salió de Siria hace cuatro años ¿Creyó que la guerra se extendería hasta 2018?
-Cuando comenzó todo en 2011, creo que a la mitad del primer año, por el modo que se dieron las cosas donde que fue todo tan publicitado y crearon esta gran mentira de la Primavera Árabe y de la supuesta democracia, la misma gente decía que esto era un nuevo Irak y que se extendería por otros 10 años. Eso me lo dijeron los mismos sirios.
-¿Por qué no comparte la tesis de que la Guerra en Siria partió con la Primavera Árabe?
-En todo el tiempo que he vivido en Medio Oriente he visto que los movimientos nunca parten desde la gente, sino son creados desde fuera. Con esto Medio Oriente se ha fracturado aún más. Esto no ha sido una primavera sino un gran invierno de muerte que ha dado miles de de víctimas y que no tiene que ver con las causas que ellos dan, de los dictadores de Medio Oriente, sino son otros los intereses.
-¿Qué le gusta recordar de Siria?
-El tesón y entusiasmo de la gente para salir adelante. La impotencia de no poder hacer más para salir adelante y su amor a la patria. Pese a las situaciones extremas ellos siguen trabajando, los jóvenes estudiando y es admirable el Ejército sirio que sigue adelante, pese a años de desgaste.
Y dentro de las comunidades he podido conocer a muy buenos cristianos que siguen ahí apoyando y realizando una labor humanitaria, incluso en estas difíciles circunstancias.
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SOS Cristianos en Siria[/caption]
Lamento lo que siguen viviendo los hermanos sirios y que lo que se sigue comunicando al exterior es esta gran mentira. Lo último de este fin de semana es atroz y el ataque químico es una ficción nueva tal como lo hicieron en Irak, en otros lugares en Siria y dan esas razones para invadir los países. Lo que es aberrante.
-Algunos podrían interpretar que su postura es a favor del gobierno de Basher Assad ¿Es así?
-Postura es una palabra que tiene un significado variado al que pensamos. Una cosa es que el gobierno sirio esté haciendo lo que tiene que hacer en el lugar y eso de algún modo traiga una especie de equilibrio en la zona, y otra cosa es decir que son santos varones. Eso se puede potilizar. Que uno vea la realidad no significa que uno esté a favor o en contra de otro.
Nosotros hemos dicho que lo que hemos visto es que los que han tratado de solucionar efectivamente la situación son el Ejército sirio y los aliados. El modo de obrar de ellos, nosotros no tenemos datos en general datos que han negativos (...) Eso de estar de parte de uno u otro me parece un poco raro (...) No se puede canonizar a nadie en esto, esto es una guerra.
-¿Cuál es es el episodio más doloroso que recuerda de su paso por Siria?
-El ataque que sufrimos a 50 metros de nuestra catedral en Alepo en 2013, con cientos de muertos, fue una de las experiencias más extremas al menos para mí que no hice ni el servicio militar y no tengo idea de armas ni de nada. De ahí en adelante, ver cómo un país lo destruyen es muy doloroso. Y luego ver la persecusión de los cristianos, los secuestros y las experiencias que contaban los que lograron volver, es muy doloroso.
-Con la guerra en Siria y otros conflictos África y Medio Oriente se ha generado una gran oleada migratoria ¿Qué le parecen las políticas restrictivas impuestas por Europa?
-Viendo los datos y la gente que llega a Europa lo de la crisis migratoria no tiene que ver sólo con la guerra. La gente viene de países africanos, que no están en conflicto, pero que sí tienen situaciones de pobreza y buscan un futuro.
Las políticas del Parlamento Europeo presionan para que sí o sí se deje entrar a los refugiados, pero esto no tiene por qué ser así. uno de los derechos fundamentales es la propiedad privada y eso también le corresponde a los países.
Hay países que se han cerrado a la migración cuidando su economía y su cultura porque muchos de los musulmanes vienen definitivamente a convertir a los europeos. Y la reacción del ciudadano normal es de rechazo.
Este movimiento de inmigración también ha sido creado y detrás hay un gran movimiento de mano de obra barata, es es cosa de ver los índices económicos alemanes. No es inocente la crisis que a uno le presentan como humanitaria, pero los grandes países son gestores de esto.
-Desde una perspectiva cristiana ¿Es legítimo que los países puedan oponerse al ingreso de migrantes?
-Absolutamente. Además es una especie de engaño porque si a ti te dicen que van a traer a una persona que sufre por la guerra y resulta que traen a un vecino que tiene problemas económicos, es muy distinta la situación.
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Unidad de Especiales de latercera.com[/caption]