La primera ministra de Nueva Zelandia, Jacinda Ardern, informó que renuncia al cargo y convocó a nuevas elecciones para fines de este año.
La premier, en conferencia de prensa, dijo que su salida se hará efectiva a partir del próximo 7 de febrero.
“Soy humano. Los políticos son humanos. Damos todo lo que podemos durante el tiempo que podemos, y luego es el momento. Y para mí, es el momento”, aseguró Ardern.
Ardern asumió el cargo en 2017, cuando con 37 años se convirtió en la gobernante más joven de Nueva Zelandia y en 2020 ganó la reelección.
Ahora, el Partido Laborista buscará elegir este domingo a su nuevo líder y nuevo primer ministro, que deberá gobernar hasta que en los comicios generales del 14 de octubre se elija un nuevo premier. En ese sentido, la primera ministra neozelandesa se mostró confiada en que la colectividad podrá ganar las elecciones sin ella, asegurando que son necesarios “un nuevo par de hombros” para los desafíos de los próximos cuatro años.
“No me voy porque crea que no podemos ganar las próximas elecciones, sino porque creo que podemos y lo haremos”, manifestó, añadiendo que “me voy, porque con un papel tan privilegiado viene la responsabilidad. La responsabilidad de saber cuándo eres la persona adecuada para liderar y también cuándo no lo eres. Sé lo que requiere este trabajo. Y sé que ya no tengo suficiente en el tanque para hacerle justicia. Es así de simple”, dijo la primera ministra de Nueva Zelandia.
“Más allá de eso, no tengo ningún plan. No hay pasos siguientes. Todo lo que sé es que haga lo que haga, trataré de encontrar formas de seguir trabajando para Nueva Zelanda y que estoy deseando pasar tiempo con mi familia de nuevo, podría decirse que son los que más se han sacrificado de todos nosotros”, manifestó Ardern.
Tras su anuncio, Ardern tuvo palabras para su familia. En primera fila se encontraba su prometido, Clarke Gayford: “Finalmente vamos a casarnos”, le dijo.
Dirigiéndose a su hija, Neve, le manifestó que “mamá está ansiosa por estar allí cuando comiences la escuela este año”.
Hitos de Ardern
La primera ministra Ardern, fue ampliamente resaltada como figura política internacional cuando en medio de la pandemia de Covid-19 decidió por cerrar las fronteras de Nueva Zelandia.
En 2020, su victoria y la del Partido Laborista -que le permitieron la reelección, fueron un hito político. Incluso, el apoyo que ostentaba era tal que aquella ocasión fue la primera vez que un partido lograba una mayoría propia desde que el país inició el sistema electoral actual, en 1993.
También fue ampliamente valorado que la premier disminuyera su salario y el de sus ministros en solidaridad con los afectados por el Covid-19. La medida redujo en un 20% las remuneraciones y se extendió durante seis meses.
Tras la masacre de Christchurch, en marzo de 2019, no solo dio muestras de respeto por las víctimas del tiroteo, sino que también presentó un proyecto de ley que endurecía las medidas para la venta de armas y en menos de un mes, logró la aprobación del proyecto que prohibía las armas, similares a las que usó el atacante.
Al respecto aseguró durante su anuncio que “estoy increíblemente orgullosa de lo que hemos logrado en los últimos cinco años a pesar de los muchos desafíos que se nos presentan. Hemos dado la vuelta a las estadísticas de pobreza infantil y hemos logrado los aumentos más significativos en apoyo social y existencias de viviendas públicas que se hayan visto en muchas décadas”.
Sin embargo, su popularidad comenzó a bajar luego de las consecuencias que dejó la pandemia por Covid-19. La isla enfrenta problemas de inflación y alza de precios. Además, el país vive un incremento en la violencia desatada por distintas pandillas, lo que llevó a la política a bajar sus números.
“Además de nuestra ambiciosa agenda que ha buscado abordar temas de largo plazo como la crisis de la vivienda, la pobreza infantil y el cambio climático, también tuvimos que responder a una gran incursión de bioseguridad, un ataque terrorista doméstico, una erupción volcánica y una pandemia mundial, y la consiguiente crisis económica. Las decisiones que se han tenido que tomar han sido constantes y de peso”, añadió la premier.