Dos proyectiles impactaron el sábado en la Zona Verde de Bagdad, el barrio bajo alta protección donde se encuentra la embajada estadounidense y que el martes fue asaltado por miles de manifestantes favorables a Irán, indicaron responsables de seguridad iraquíes y de la zona a agencia AFP.
En el lugar de encuentra varios consulados, el parlamento y la sede de varios ministerios. Pero no se reportan víctimas fatales.
A través de una declaración pública las Fuerzas Armadas de Irak informaron que un número de definido de cohetes llegaron a la localidad de Al-Jadiriya y otro al interior de la base aérea Balad -recinto militar de EE.UU. ubicado a 50 millas al norte de la capital iraquí).
Por ahora no se registran fallecidos producto del ataque y tampoco se sabe quiénes dispararon los proyectiles.
De acuerdo a la cadena estadounidense CNN, en la base militar se escucharon las sirenas de alarma ante la caída inminente del cohete lo que evitó que se registraran fatalidades.
Entre furia y lágrimas, miles de personas lloran al general Soleimani
Estados Unidos desplegó esta semana refuerzos militares en el área para proteger su legación tras ese asalto, y después del ataque con un dron que mató el viernes al Jefe de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución, el general Qasem Soleimani, un popular y temido militar conocido por un influencia en Irak y Siria.
El sábado, miles de personas gritaban "¡Muerte a Estados Unidos!" en el barrio chiita de Kazimiya, en Bagdad, cuando acompañaban los féretros de los diez fallecidos.
Los ataúdes fueron transportados en camionetas blancas al barrio de Jadriya, que bordea Zona Verde de Bagdad, escoltados por la multitud bajo una nube de banderas blancas de Hashd y amarilla de las brigadas de Hezbolá, su facción más radical.
El primer ministro iraquí, Adel Abdel Mahdi, Hadi al Ameri, jefe del grupo pro-Irán en el parlamento, Faleh al Fayyadh, jefe oficial del Hashd, el exprimer ministro Nuri al Maliki y los líderes de las facciones chiítas estuvieron presentes en la ceremonia.
Por temor a posibles represalias, la coalición internacional antiyihadista, liderada por Estados Unidos, redujo sus operaciones y reforzó la seguridad de sus bases en Irak, informó un funcionario estadounidense.
Asimismo, la OTAN anunció la suspensión de las misiones de entrenamiento de las fuerzas de seguridad iraquíes que luchan contra el Estado Islámico.