El Presidente de República Checa nombró este jueves a Jan Blatný como su nuevo ministro de Salud, luego de que Roman Prymula presentara su renuncia después de que se publicaran el viernes pasado unas fotos del funcionario saliendo de un restaurante supuestamente cerrado por las medidas que él mismo había impuesto. Blatný, un experto hematólogo infantil que a principios de año tuiteó que el Covid-19 era simplemente una “peor gripe”, se estaba desempeñando como subdirector del Hospital de Brno, y planea presentar de inmediato sus planes para luchar contra la pandemia en su país, que no será una tarea fácil. Todo esto revela las complejidades y la controversia que ha desatado el Covid-19 en este país.

República Checa cuenta ahora con la tasa más alta de nuevos contagios y muertes por coronavirus per cápita en la Unión Europea (UE), según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades.

De acuerdo con un informe publicado por el centro el miércoles, el país registró 1.449 casos por cada 100 mil habitantes durante los últimos 14 días, superando a Bélgica, que contabilizó en el mismo período 1.424 nuevos contagios por cada 100 mil personas.

Además, República Checa lidera la lista de muertes per cápita en la UE durante las últimas dos semanas, con 13,5 muertes por coronavirus por cada 100 mil habitantes.

El gobierno de República Checa, que supera los 303 mil casos y 2.800 fallecidos a causa del virus, endureció el martes las restricciones vigentes e impuso un toque de queda para frenar los contagios. La medida, que empezó a regir el miércoles, se extiende desde las 21.00 hasta las 04.59. Los ciudadanos solo podrán salir de sus casos en ese rango para ir a trabajar, recibir atención médica o pasear a sus mascotas.

Además, las autoridades limitaron el horario de las tiendas, que ahora estarán cerradas desde las 20.00 hasta las 5.00, al igual que los domingos. También se recomendó a las empresas que prioricen el teletrabajo, siempre y cuando sea posible. Todas estas medidas estarán vigentes hasta el fin del estado de emergencia en el país, el 3 de noviembre.

“Las medidas que han estado vigentes durante los últimos 14 días han tenido muy poco efecto”, se lamentó el exministro de Salud, Roman Prymula. A su juicio, las cifras registradas en el país lo acercan a “niveles que amenazan la capacidad del sistema sanitario”, con lo cual se justifican las nuevas restricciones.

Previamente, las autoridades de Praga, la capital checa, habían anunciado la suspensión de todos los mercados navideños debido a la pandemia.

En su primera intervención ante los medios, el nuevo ministro de Salud aseguró que, mientras los checos respeten las normas actuales, no habrá necesidad de endurecerlas. También prometió transparencia a la hora de la toma de decisiones, que se basarán en datos y en las opiniones de expertos, independiente de su afiliación política. Sobre una eventual reapertura de los colegios, Blatný solo aclaró que lo discutirá con el ministro de Educación, Robert Plaga.