Esquerra Republicana (ERC) sigue trabajando para que Carles Puigdemont renuncie a ser presidente de la Generalitat.
La fórmula que han ideado es que Puigdemont acepte la renuncia a cambio de un reconocimiento de su figura. Se trataría de crear una suerte de presidencia simbólica, sin valor legal alguno, que le sería reconocida por la llamada Asamblea de Cargos Electos, que reúne a políticos independentistas de diferentes administraciones.
El portavoz de ERC, Sergi Sabrià, afirmó que a su partido le "suena bien" tener un Govern que considera legítimo y que trabaje desde Bruselas, y otro ejecutivo y efectivo que trabaje desde Cataluña.
"Si decimos que suena bien es porque da todo el valor al Govern legítimo de Bruselas y lo hace compatible con acabar con el 155", resumió Sabrià, que declinó entrar en detalles sobre la negociación porque argumenta que no beneficiaría llegar a un acuerdo.
Eduard Pujol, portavoz de Junts Per Catalunya, anunció en Bruselas que su formación está trabajando "en la buena dirección" con ERC y CUP y están "avanzando hacia el acuerdo" para lograr una investidura con dos condiciones: que el candidato sea Puigdemont y que se levante el Artículo 155.