En el oficialismo, encarnado por el actual mandatario, Daniel Noboa, no se esperaban este escenario, pero tampoco lo hacían las encuestas. Las elecciones presidenciales de Ecuador, realizadas este domingo 9 de febrero, no culminaron con una victoria de la derecha, como los seguidores de Noboa esperaban. Al contrario, abrió un panorama que ni los sondeos ni la clase política aguardaban: la carta de la oposición correísta, Luisa González, no solo forzó la segunda vuelta, sino que quedó a menos de un punto porcentual del actual mandatario en la votación.

Ahora, por tanto, una nueva carrera se inicia, donde ambos intentarán hacerse con los votos de quienes quedan en el camino o sumar nuevos antes del balotaje del 13 de abril. Será ese día cuando los ecuatorianos vuelvan a las urnas para definir si el hijo del mayor millonario del país convertirá su provisional gobierno en uno de tomo y lomo, o si el país recibirá a la delfín del exiliado Rafael Correa -condenado a ocho años de prisión por un delito de cohecho pasivo agravado-, quien se convertiría en la primera mandataria del país sudamericano.

Sin embargo, conseguir los apoyos de quienes quedaron en el camino no será sencillo. Fueron 16 los candidatos que participaron de la primera vuelta de este domingo, lo que dejó como resultado a Noboa liderando con el 44,2% de los votos, frente al 43,8% de Luisa González, escrutado el 98,77% de las actas. Ambos pasaron al balotaje, pero ninguno logró el 50% requerido -como el oficialismo quería, donde incluso un exit poll pronosticó erróneamente aquel escenario- para imponerse rápidamente.

El podio lo completó Leonidas Iza, dirigente indígena e ingeniero ambiental crítico del gobierno, quien logró el 5,3% de los sufragios, y rápidamente se desligó de la posibilidad de endosar sus votos a cualquiera de los candidatos que siguen en competencia.

El representante del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik (MUPP-18), que se convirtió en uno de los líderes de las manifestaciones contra Lenín Moreno en 2019 -el antiguo delfín de Correa, previo a su quiebre político- y luego de las protestas contra Guillermo Lasso en 2021, se mostró contento por los resultados y no se decantó por nadie.

Un hombre lee una copia gratuita de un periódico con noticias de las elecciones presidenciales, en Guayaquil, el 10 de febrero de 2025. Foto: Reuters

“Hemos ganado. Esto no es de número, esto es un proceso cualitativo, nadie se me baja la cabeza, todos con el cuerpo erguido. Aquí hemos ganado”, dijo la noche del domingo desde la sede de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

Pero también tuvo palabras de cara a la segunda vuelta, particularmente en cuanto a la repartición de sus votos. “Me dirán: señor Iza, usted va a definir la segunda vuelta. No va a definir el señor Iza, va a definir el poder colectivo. Así que van a tener que esperar, nuestra decisión será tomada colectivamente”, detalló el líder indígena.

Luego, añadió: “Primero nos sentamos nosotros, discutimos, y sobre la política, aquí no vamos a endosar el voto a nadie, nosotros vamos a sostener una propuesta de país. Los que están dispuestos a sostener, como nosotros lo hemos hecho, lo haremos público”.

Más temprano, durante la jornada electoral, el representante de Pachakutik ya había lanzado sus dardos contra Noboa, particularmente, criticando su postura como candidato-presidente. “El gobierno ha gastado más de 130 millones de dólares en el proceso electoral. ¿Quién puede competir con eso?”, cuestionó.

Leonidas Iza, líder de la organización indígena Conaie, celebra después de firmar un acuerdo entre las organizaciones indígenas y el gobierno durante las protestas contra el gobierno de Guillermo Lasso, en Quito, el 30 de junio de 2022. Foto: Reuters

Por otro lado, Andrea González Nader, la candidata del Partido Sociedad Patriótica, obtuvo el 2,7% de los sufragios totales. Sus más de 260 mil votos podrían terminar siendo cruciales en el balotaje.

Al igual que Iza, la candidata ecologista -que es activista ambiental- celebró la votación conseguida recalcando que como campaña estaban “orgullosos de lo que se ha logrado”, según dijo en una entrevista durante este lunes con el canal Teleamazonas.

Pero a diferencia del candidato que se quedó con el tercer lugar, la ecologista descartó de plano un eventual apoyo o el sentarse a conversar con la candidata del correísmo, mas no dio una respuesta específica. “No podría yo sentarme a conversar absolutamente nada con quienes utilizaron nuestros recursos no renovables para su proyecto personal”, disparó.

Y cerró: “A mí, a Andrea González (...), me quedó muy claro qué hace el socialismo del siglo XXI con la bonanza petrolera, qué hace cuando tiene el poder”.

Fueron un total de 16 los nombres que llegaron a la papeleta, pero solo los cuatro primeros fueron competitivos. Los otros 12 ni siquiera llegaron al 1% de los respaldos.

Una nueva carrera

A dos meses del balotaje, un nuevo proceso se inicia, y el largo período que separa a ambas elecciones -dos meses- podría hacer caer o crecer a los candidatos. Sin embargo, a horas de la primera vuelta, el panorama parece ser más favorable para Luisa González y el correísmo. Así lo cree Santiago Basabe, politólogo y profesor de la Universidad San Francisco de Quito, quien señaló en una columna para el medio Primicias que “el candidato-presidente aparece como el triunfador de la primera vuelta electoral. Sin embargo, da la impresión que ha sido derrotado. Él y sus cercanos prefieren el silencio”.

Hace referencia a que Noboa dejó plantados a sus seguidores durante la noche del domingo, eligiendo el no salir a hablar a los votantes que llegaron a su sede de campaña. Recién este lunes, y ni siquiera en vivo, sino que mediante un comunicado, el mandatario se refirió al resultado electoral.

“Gracias, Ecuador. Por cada paso que diste con nosotros. Por hacer de esta lucha, nuestra lucha. Gracias por la esperanza y por el coraje de volver a creer. De creer que el país puede ser diferente. Uno de progreso, sin corrupción, y de un esfuerzo constante por enfrentar a las mafias, y no de pactar con ellas. Gracias por su cansancio, por su sacrificio. Juntos dimos el primer paso”, señaló en la red social X. Fueron más de cinco horas las que esperaron sus seguidores para que este nunca llegara, detalló el medio GK.

También planteó, todo a través de internet, que el domingo “logramos lo que no se veía en años: ganamos la primera vuelta contra todos los partidos del Viejo Ecuador. Ganamos y dimos el paso más importante de todos: consolidar una Asamblea distinta, convirtiéndonos en la primera fuerza, capaz de trabajar por ustedes y no de enfocar sus esfuerzos en perseguirnos o debilitarnos para obtener inmunidad”.

Ese silencio “que huele mal”, cree Besabe, revela la agitación oficialista, y “tienen razón en estar preocupados. Nada prometedor es el panorama de cara a la segunda vuelta”, escribió. “Aunque gobernar y estar en la papeleta puede ser un apoyo para crecer electoralmente, también serviría para restar votos si siguen cometiendo errores de fondo”.

Un periódico local muestra los resultados preliminares de las elecciones presidenciales, en Quito, el 10 de febrero de 2025. Foto: Reuters

En su análisis, el politólogo asegura que pese a que el mandatario ganó la primera vuelta, “en realidad parece que ha perdido. Noboa no tiene voto orgánico, o lo tiene mínimamente, y por ello es que ahora no solo tendrá que conseguir los pocos votos que quedan disponibles, sino también deberá evitar que se pierdan los ya obtenidos”.

Esa dificultad del oficialismo de llegar a ciertos sectores le viene como anillo al dedo a González y a Iza. “Es en ese punto cuando Iza se frota las manos. Su votación será clave y allí la negociación más fácil será con González. Mutuamente saben por dónde se puede llegar a acuerdos y en qué espacios hay líneas rojas que por el momento será mejor no tocar”, explica.

Por otro lado, continúa, “los votos de la otra González también cuentan, desde luego, y eventualmente girarían hacia Noboa, pero no alcanzan. Ahí al candidato-presidente le toca buscar al menudeo entre los apoyos socialcristianos, los de CREO, Construye y demás. Difícil y desgastante tarea para cualquiera y más para un gobierno que adolece de un operador político con fino tacto”.

Y cierra: “Complejo escenario el que se le viene a Noboa. Mientras González tiene que negociar al por mayor, esencialmente con Iza, a Noboa le toca regatear por unidades. Más tiempo y más inversión económica. Aumentan los costos de transacción, dirían los economistas”.

Independiente de quién termine gobernando, le espera un complejo panorama político donde el Congreso estará dividido. Junto con las elecciones presidenciales, también se reconfiguró la Asamblea Nacional, el órgano legislativo de Ecuador.

De acuerdo a los resultados entregados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el partido de Noboa logró el 43,52% de los votos al Congreso, mientras que González se hizo con el 41,15%, alargando una polarización en el Poder Legislativo que se arrastra ya por años.