A cinco meses de una devastadora campaña militar israelí en Gaza, que ha dejado al menos 31.819 personas muertas según la ONU, la crisis del hambre en el enclave palestino se ha ido deteriorando rápidamente, especialmente en el norte donde la gente se está quedando sin ningún tipo de ayuda. A pesar de un leve aumento en el flujo de suministros en las últimas semanas, Gaza sigue recibiendo menos de la mitad de la cantidad de alimentos que necesita para satisfacer sus necesidades mínimas.

Gaza ha dependido durante mucho tiempo de la ayuda humanitaria, ya que el territorio ha estado bajo un bloqueo de años por parte de Israel y Egipto. Antes de que comenzara la guerra en octubre, dos tercios de los habitantes de Gaza recibían ayuda alimentaria.

En momentos que países como Estados Unidos y otros están buscando nuevas rutas, tanto aéreas como marítimas, para entregar alimentos y suministros a Gaza, los expertos -consultados por el diario The New York Times- dicen que las entregas terrestres siguen siendo, en teoría, la ruta más eficiente y rentable.

Sin embargo, de continuar la situación, hasta 1,1 millones de personas podrían enfrentarse a niveles mortales de hambre a mediados de julio, según las últimas conclusiones de la Asociación para la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC).

Los palestinos se reúnen para recibir ayuda fuera de un almacén de la UNRWA mientras los residentes de Gaza enfrentan niveles críticos de hambre, en Ciudad de Gaza, el 18 de marzo de 2024. Foto: Reuters

Además, estarán en riesgo de sufrir hambruna en Gaza el mayor número de personas jamás registrado en esta categoría por el sistema IPC. Esto incluye a más de 200.000 personas en las gobernaciones de Gaza y el norte de Gaza que corren un riesgo inminente de sufrir hambruna en cualquier momento entre mediados de marzo y mayo de 2024, porque habrán agotado por completo sus suministros de alimentos y su capacidad de sobrevivencia.

Durante las últimas cuatro semanas, un promedio de unos 140 camiones que transportan alimentos y otro tipo de ayuda han llegado a Gaza cada día, según una base de datos mantenida por la UNRWA, la agencia de la ONU que apoya a los palestinos. Pero el Programa Mundial de Alimentos estima que se necesitan 300 camiones de alimentos diariamente para comenzar a satisfacer las necesidades básicas de la gente. Hasta el martes, unos 1.200 camiones esperaban en El Arish, Egipto; entre ellos, más de 800 con suministros de alimentos.

La UNRWA ha sido responsable de la mayor parte de la coordinación de la ayuda en Gaza desde que comenzó la guerra. En enero, Israel acusó a una docena de empleados de la agencia de estar involucrados en el ataque contra Israel liderado por Hamas el 7 de octubre pasado. La ONU dijo que despidió a varios empleados después de haber sido informada sobre las acusaciones, que están investigando junto con Estados Unidos.

Las organizaciones humanitarias han dicho que el problema no es la falta de ayuda disponible: Naciones Unidas asegura que tiene suficiente comida en la frontera de Gaza o cerca de ella para alimentar a los 2,2 millones de habitantes del enclave. “La gente se ha quedado sin ayuda vital, los mercados han colapsado y los campos han sido destruidos”, afirmó el subsecretario general de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths.

El Comité Global de Revisión de la Hambruna (FRC) del IPC ha enfatizado que la hambruna en Gaza puede detenerse siempre que las partes en el conflicto y la comunidad internacional adopten medidas urgentes y proactivas. Además de las recomendaciones programáticas específicas, el FRC recomienda: el restablecimiento del acceso humanitario, así como de los servicios de salud, nutrición, agua, sanitización e higiene; la protección de los civiles; el suministro de alimentos inocuos, nutritivos y suficientes a todas las poblaciones necesitadas; el suministro y movimiento sostenido de suficientes productos de ayuda, desde alimentos hasta medicinas, productos nutricionales especializados y combustible, en toda la Franja de Gaza; y la plena reanudación del flujo de mercancías comerciales.

Palestinos pasan junto a las ruinas de casas destruidas durante la ofensiva militar de Israel, en Ciudad de Gaza, el 20 de marzo de 2024. Foto: Reuters

Griffiths enfatizó la urgencia de evitar la hambruna: “Debemos inundar Gaza con alimentos y otra ayuda que salve vidas. No hay tiempo que perder. Renuevo mi llamado a las autoridades israelíes para que permitan el acceso completo y sin restricciones a los bienes humanitarios”.

En la misma línea, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, afirmó el martes que esta catástrofe provocada por el hombre “puede y debe prevenirse”, instando a Israel, como país ocupante, a “facilitar la entrada y distribución sin obstáculos de la asistencia humanitaria y los bienes comerciales necesarios”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, destacó los impactos inmediatos y a largo plazo de la desnutrición y las enfermedades en la salud de los niños: “La desnutrición hace que las personas sean más vulnerables a enfermarse gravemente, experimentar una recuperación lenta o morir cuando contraen una enfermedad. Los efectos a largo plazo de la desnutrición, el bajo consumo de alimentos ricos en nutrientes, las infecciones repetidas y la falta de servicios de higiene y saneamiento frenan el crecimiento general de los niños. Esto compromete la salud y el bienestar de toda una generación futura”.

A lo anterior se suma la ofensiva que Israel lanzaría en Rafah. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, volvió el miércoles a declarar la intención de Israel de lanzar una ofensiva terrestre contra esa ciudad en el sur de la Franja de Gaza, pero advirtió que “llevará algún tiempo” hasta que las fuerzas de Israel estén listas.

Reuters informó que Netanyahu dijo que pronto aprobará un plan para la evacuación de civiles palestinos de las zonas de combate después de haber dado luz verde a los planes operativos militares para Rafah. Israel ha dicho repetidamente a los palestinos en Gaza que huyan a Rafah por su seguridad, y ahora hay una enorme población desplazada que vive allí en carpas improvisadas. Un ataque aéreo en Rafah mató este miércoles a más palestinos.

La ayuda humanitaria cae por el cielo hacia la Franja de Gaza después de ser lanzada desde un avión, el 20 de marzo de 2024. Foto: Reuters

Las razones de la falta de ayuda

Los trabajadores humanitarios han señalado que enfrentan desafíos en cada punto del proceso de entrega de ayuda, a través de los puestos de control de seguridad de Israel y en una zona de guerra activa. Una de las explicaciones por las que la entrega de la ayuda tarda en llegar es que la ruta de entrega terrestre es compleja, porque sólo funcionan regularmente dos puntos de entrada al territorio y ambos se encuentran en el sur. Por lo general, la ayuda debe viajar decenas de kilómetros y hacer múltiples paradas, un proceso que puede llevar tres semanas, indicó el diario The New York Times.

El periódico explica que la mayor parte de la ayuda internacional de Gaza está inventariada en almacenes cerca de El Arish, después de haber sido trasladada por avión al aeropuerto de El Arish o transportada en camión desde Port Sa’id o cualquier otro lugar de Egipto. Parte de la ayuda también se entrega a través de una ruta diferente desde Jordania.

Desde El Arish, los camiones pasan controles de seguridad en Rafah, Egipto, poco antes de llegar a la frontera con Gaza. La ayuda debe dirigirse hacia la inspección israelí -que suele ser larga- en el cruce de Kerem Shalom o el cruce de Nitzana, a unos 40 kilómetros al sureste.

Posteriormente, los camiones en Nitzana podrían dirigirse al cruce de Rafah o a Kerem Shalom. Es allí donde hacen su descarga en los cruces, donde se carga en diferentes camiones y se lleva a instalaciones de almacenamiento en el lado de Gaza. La ayuda se almacena en una bodega y, a veces, en otra, antes de distribuirse por todo el sur y el centro de Gaza.

“La ayuda dirigida al norte de Gaza tiene que pasar por uno de los otros dos puestos de control israelíes. Las agencias de ayuda, citando restricciones israelíes, problemas de seguridad y malas condiciones de las carreteras, han detenido en gran medida las entregas al norte”, indicó el Times.

Por otro lado, se encuentran las inspecciones israelíes. La UNRWA ha dicho que éstas han retrasado la ayuda. Los camiones se ven obligados a hacer fila nuevamente si se rechaza incluso un artículo del interior.

Palestinos cargan bolsas de harina que sacaron de un camión de ayuda cerca de un puesto de control israelí, en Ciudad de Gaza, el 19 de febrero de 2024. Foto: Reuters

“Algunos trabajadores humanitarios han dicho que no está claro por qué un envío podría no pasar la inspección. Los inspectores normalmente no dicen por qué se rechaza un artículo, han dicho los funcionarios de ayuda, y si se rechaza uno solo, el camión debe ser enviado de regreso a El Arish con su carga y reembalado”, detalló The New York Times.

“Funcionarios británicos y de la ONU han dicho que productos críticos, como filtros de agua y tijeras incluidos en botiquines médicos para el tratamiento de niños, están siendo rechazados porque podrían usarse con fines militares. COGAT, la unidad israelí que supervisa las entregas de ayuda a Gaza, lo negó y dijo que sólo el 1,5% de los camiones son rechazados”, añadió el periódico.

En tanto, las carreteras destruidas y la escasez de recursos hacen que la distribución de ayuda dentro de Gaza sea un desafío, especialmente en el norte. “Los camiones conducidos por contratistas y personal de la ONU que se dirigen al norte deben pasar por un puesto de control adicional y atravesar escombros y caminos en ruinas. Las operaciones militares en curso también obstaculizan el movimiento de ayuda”, dijo el diario.

“Las agencias de ayuda han suspendido en gran medida las entregas en el norte y ha habido pocas oportunidades para que las organizaciones distribuyan ayuda a la gente allí”, añadió.

Según el Times, las amenazas de multitudes desesperadas y los disparos israelíes hacen que la transferencia de alimentos a la gente sea peligrosa. Y recordó que más de 100 habitantes de Gaza murieron cerca de un convoy el 29 de febrero, después de que miles se concentraran alrededor de camiones de ayuda. Israel dijo que la mayoría de las víctimas fueron pisoteadas por la multitud. Sin embargo, los testigos describieron disparos por parte de las fuerzas israelíes, y los médicos del hospital dijeron que la mayoría de las víctimas se debieron a impactos de balas. Al menos 20 personas murieron en otro convoy el 14 de marzo. Los funcionarios de salud de Gaza acusaron a Israel de un ataque dirigido, pero el Ejército israelí culpó a pistoleros palestinos.