Las autoridades de Israel confirmaron ayer más de 10.000 casos de coronavirus durante el último día, una cifra que se aproxima al máximo histórico desde el inicio de la pandemia, en el marco de un aumento de los contagios achacado en parte a la propagación de la variante ómicron.
El Ministerio de Salud israelí señaló en su página web que durante las últimas 24 horas se confirmaron 10.644 positivos y tres muertos, lo que eleva los totales a 1.408.869 y 8.247, respectivamente. El día anterior fueron notificados cerca de 6.500 casos, lo que implica uno de los mayores repuntes de contagios en 24 horas en el país.
En este escenario, Israel se convirtió en el primer país en aprobar, el 30 de diciembre, una cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus para las personas más vulnerables. Nachman Ash, director general del Ministerio de Salud, dijo que las dosis se administrarían inicialmente a quienes tienen el sistema inmunológico debilitado. “Hoy aprobé administrar la cuarta dosis de la vacuna a personas inmunodeprimidas”, señaló, al tiempo que agregó: “Continuaremos rastreando los datos a diario y veremos si necesitamos ampliar esta recomendación a más población”.
La aprobación ocurrió una semana después de que expertos recomendaran esta segunda dosis de refuerzo ante el avance de ómicron, la variante más contagiosa del patógeno hasta la fecha.
Posteriormente, el primer ministro de Israel, Naftali Bennett, anunció el domingo la aprobación de la administración de una cuarta dosis de la vacuna a la población mayor de 60 años y al personal sanitario. “La ola de ómicron está aquí y debemos protegernos”, declaró Bennett.
El viernes, Israel, con una población de más de 9,3 millones de habitantes, comenzó a administrar la cuarta vacuna a personas con inmunidad débil, específicamente a pacientes con trasplante de corazón y pulmón, en el Centro Médico Sheba, en Ramat Gan.
El lunes amplió esta medida a los trabajadores sanitarios y a las personas mayores de 60 años, convirtiéndose en uno de los primeros países en hacerlo. Bennett dijo que este nuevo refuerzo se aplicaría a todos quienes fueron vacunados con una tercera dosis hace más de cuatro meses.
Según el Ministerio de Salud israelí, 6.586.218 personas han recibido al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus, de las que 5.935.205 cuentan ya con la pauta completa y a 4.273.927 se les ha aplicado una tercera dosis de refuerzo. Por su parte, a 24.600 personas ya se les ha administrado una cuarta dosis.
“Podríamos tener pronto 50.000 nuevos casos al día”, alertó Bennett, que también insistió en la vacunación masiva de aquellos adultos y niños que no lo hayan hecho. En el país, los casos graves se dan sobre todo en personas no vacunadas, según los datos publicados por las autoridades.
Asimismo, el premier afirmó que las personas vacunadas a partir de cinco años que den negativo no tendrán que guardar cuarentena por contacto, mientras que quienes no estén vacunados tendrán que guardar siete días de cuarentena, incluso si dan negativo en la prueba.
Estudio en centro de salud
La decisión de aplicar el nuevo refuerzo se produjo luego de que el 27 de diciembre se iniciara un estudio sobre la eficacia y seguridad de la cuarta dosis en el Centro Médico Sheba en Tel Aviv, en el cual se administró la vacuna a 154 miembros del personal sanitario que habían recibido el refuerzo Pfizer-BioNTech en agosto. Se espera que los resultados estén disponibles en dos semanas y se conviertan en el insumo principal para extender a otros segmentos de la población el nuevo esquema.
“Hice esto con todo el corazón por dos razones: primero, para protegerme”, dijo el profesor Jacob (Jay) Lavee a los medios israelíes. “Y no menos importante, mi deseo de no transmitir la enfermedad a nuestros pacientes”. Lavee, quien dirige la unidad de trasplante de corazón, fue el primero de los 154 trabajadores sanitarios del hospital en las afueras de Tel Aviv que participaron en el estudio para recibir la vacuna.
La profesora Gili Regev-Yochay de Sheba, investigadora principal del experimento, dijo diario The Israel Times que el inicio del proceso fue “un momento emocionante”. “Este estudio probará el efecto de la cuarta dosis de vacuna en el nivel de anticuerpos, en la prevención del contagio y verificará su seguridad”, aseguró. “Se espera que este estudio arroje luz sobre el beneficio adicional de administrar una cuarta dosis y nos lleve a comprender si vale la pena administrar una cuarta dosis y a quién”, agregó.
Hagai Levine, epidemiólogo, dijo a Reuters que se necesitan más datos para evaluar si ha habido una caída en la protección contra enfermedades graves y la muerte proporcionada por las tres dosis ofrecidas hasta ahora. “No podemos asumir ciegamente que otra dosis lo resolverá todo, porque no lo hará”, comentó Levine, que dirige la Asociación de Médicos de Salud Pública de Israel.
Sin embargo, Bennett, al visitar el hospital que realizó el estudio, aseguró ayer que la aplicación de una cuarta dosis de vacuna contra el coronavirus es “segura” y “funciona”, ya que quintuplica los anticuerpos.
“Una semana después de la cuarta dosis, sabemos con un alto nivel de certeza que la cuarta dosis es segura”, declaró el primer ministro israelí junto a la profesora Galia Rahav, jefa de la unidad de enfermedades infecciosas de Sheba y directora del estudio. “Una semana después de la administración de la cuarta dosis, observamos que se quintuplica el número de anticuerpos en la persona vacunada”, añadió.
“Esto significa probablemente un aumento significativo de la protección contra la infección y contra la hospitalización y los síntomas graves”, prosiguió, apuntando que el centro publicará sus conclusiones en breve.
Al respecto, Gili Regev-Yochay señaló: “Estos hallazgos preliminares se suman a los resultados preliminares recibidos sobre los efectos secundarios después de la cuarta dosis y también indican la seguridad de la cuarta dosis. Este estudio producirá información adicional en los próximos días y semanas”.