La agenda de la primera ministra británica, Theresa May, ha estado bastante ocupada a menos de 24 horas de que deje su cargo en el 10 de Downing Street como jefa del Partido Conservador. 

El día martes se reunió con el presidente de EE.UU., Donald  Trump, en una visita marcada por las opiniones políticas del mandatario estadounidense respecto a la salida de Reino Unido de la Unión Europea, cómo será el proceso de divorcio incluso para Irlanda y quién se podría convertir en el nuevo premier británico.

Previo a la llegada del mandatario estadounidense, Trump ya había dicho que confiaba en que el exministro de Exterior, Boris Johnson, sería "un excelente reemplazante" para dirigir el Partido Conservador y también nombró a Jeremy Hunt como un posible candidato para suceder a May.

El magnate también aprovechó de elogiar al líder del partido del Brexit, Nigel Farage, por los resultados obtenidos durante las últimas elecciones legislativas europeos, donde se convirtió en la primera mayoría con el 32% de los votos.

Durante el encuentro entre Trump y May, el mandatario destacó la labor de la premier en el negaciones de "divorcio". "Creo que mereces mucho crédito, realmente lo creo", señaló durante la reunión donde también hablaron sobre acuerdo comerciales entre ambos países.

El Día D

En tanto, entre el miércoles y el jueves, May se hizo presente -junto a los miembros de la familia real británica y más de diez jefes de Estado- de las actividades para conmemorar el Desembarco de Normandia (6 de junio de 1944).

Hoy por la mañana el presidente francés, Emmanuel Macron, y la primera ministra británica colocaron la primera piedra de un monumento que recuerda a los militares británicos del Día D en el pueblo de Ver-sur-Mer.

Al final del discurso el mandatario galo habló sobre su amistad con May. "Fue un placer trabajar y actuar en confianza a su lado", dijo, destacando "los vínculos singulares" entre Francia y el Reino Unido a pesar del Brexit. "Cueste lo que cueste siempre estaremos juntos, lado al lado, porque es nuestro destino común", agregó.

Por su parte, May no hizo ninguna alusión a su partida del gobierno. "Es extremadamente emocionante estar aquí hoy, mirar las playas donde tuvo lugar una de las batallas más importantes por la libertad en los anales de la historia", dijo ante unos 200 invitados, la mitad de ellos británicos, entre los cuales se encontraban veteranos de guerra.

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A pesar de que su salida se hará efectiva este 7 de junio, de acuerdo a The Guardian, la autoridad se negaría a dejar el mando del Partido Conservador hasta que su sucesor cuente con el respaldo de toda la Cámara de los Comunes. 

Su dimisión fue anunciada por la premier, entre lágrimas, desde el Número 10 de Downing Street tras las fallidas negociaciones entre el parlamento y la Unión Europea para aceptar el acuerdo para el Brexit y "lamentó profundamente" no haber podido concretar el Brexit.

"Lo intenté hasta tres veces. Creí que perseverar era lo correcto, a pesar de tener todo en contra. Ahora ya me ha quedado claro que lo mejor para el interés del país es que sea un nuevo primer ministro quien lidere este esfuerzo", señaló.