Nuevos detalles e informes contradictorios sobre la seguridad en el acto de campaña en el que el expresidente Donald Trump fue baleado, salieron a luz este martes. Presuntamente, la gente alertó a las fuerzas policiales sobre el atacante -que estaba en el techo de un edificio a unos 125 metros del escenario- al menos dos minutos antes de que se disparara el primer tiro contra Trump, según mostró un video analizado por la cadena CBS News.
Un agente de la policía local con conocimiento directo del incidente dijo a la cadena que había tres francotiradores apostados dentro del edificio que el tirador utilizó en su ataque. El plan de operaciones los tenía apostados dentro del edificio mirando por las ventanas hacia la manifestación. Según el oficial, uno de los francotiradores que se encontraba en el interior vio al pistolero, Thomas Matthew Crooks, afuera y mirando hacia el techo, observando el edificio y desapareciendo.
Crooks regresó, se sentó y miró su teléfono. En ese momento, uno de los francotiradores le tomó una foto. Crooks sacó un telémetro y el francotirador se comunicó por radio con el puesto de mando. Crooks desapareció nuevamente y luego regresó una tercera vez con una mochila. Los francotiradores llamaron para informar que tenía una mochila y dijeron que estaba caminando hacia la parte trasera del edificio.
El relato del oficial se condice con una imagen obtenida por la estación de televisión WPXI, del área de Pittsburgh, que mostró un teléfono celular y un detonador llevado por Crooks, exhibidos en la azotea desde donde el joven atacante utilizó un rifle estilo AR-15 para disparar contra el candidato presidencial republicano.
No obstante, el Servicio Secreto y las agencias policiales locales dieron versiones contradictorias, mientras los líderes en Washington han intensificado su escrutinio de las fallas en la protección de Trump. La directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, dijo que las fuerzas locales se encontraban en el mismo edificio desde el que disparó el francotirador, pero un funcionario de las fuerzas policiales locales le dijo a The New York Times que ése no era el caso y que los agentes se encontraban en un edificio adyacente.
Tras los dichos de Cheatle, este miércoles el presidente republicano del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes James Comer, le emitió una citación a declarar para el próximo lunes ante el Comité, en lo que será la primera audiencia del Congreso sobre el intento de asesinato de Trump.
Comer dijo inicialmente que el Servicio Secreto se había comprometido a garantizar su asistencia, pero que los funcionarios de Seguridad Nacional parecen haber intervenido y que no se ha compartido con el comité “actualizaciones o información significativa”. También afirmó que la “falta de transparencia y la falta de cooperación” con el comité ponen en duda la capacidad de Cheatle para dirigir el Servicio Secreto y hacen necesaria la citación.
“El intento de asesinato del expresidente y actual candidato republicano a la presidencia representa un fracaso total de la misión principal de la agencia y exige la supervisión del Congreso”, escribió Comer en una carta a Cheatle. Cheatle dijo que la agencia entiende la importancia de una revisión ordenada por el presidente demócrata Joe Biden y que participará plenamente en ella, así como también en los comités del Congreso que investigan el tiroteo.