Este sábado, el medio The Washington Post reveló que las agencias de espionaje de Estados Unidos habían obtenido a mediados de junio información que indicaba que Yevgeniy Prigozhin, líder del grupo privado de mercenarios Wagner, estaba planeando acciones armadas contra el establecimiento de defensa ruso, al que apuntaron durante mucho tiempo de cometer errores en la guerra contra Ucrania.

Dichos informes habrían sido transmitidos urgentemente a la Casa Blanca y a otras agencias gubernamentales para evitar que fueran tomados por sorpresa.

El reportaje da cuenta además que los planes de Prigozhin no estaban claros hasta poco antes de su toma de control de un mando militar y su avance con tanques hacia Moscú este viernes y sábado.

Sin embargo, “hubo suficientes señales para poder decirle a las autoridades que algo estaba pasando”, señaló un funcionario estadounidense, quien al igual que otros, habló bajo condición de anonimato debido a la delicadeza del asunto. “Así que creo que estaban listos para eso”, sostuvo.

Durante las últimas dos semanas hubo una gran preocupación sobre lo que podría suceder, si es que el Presidente ruso, Vladimir Putin, permanecería en el poder y qué podría significar cualquier inestabilidad para el control del arsenal nuclear del gigante bicontinental.

La inestabilidad que podría resultar de una “guerra civil” rusa era el principal temor, señalaron las autoridades. Además de la Casa Blanca, altos funcionarios del Pentágono, el Departamento de Estado y el Congreso habrían sido informados en las últimas dos semanas sobre el asunto de inteligencia.

The Washington Post dio a conocer que un desencadenante clave para Prigozhin, -según revelaron las fuentes anónimas-, fue una orden del Ministerio de Defensa ruso, del pasado 10 de junio, de que todos los destacamentos de voluntarios tendrían que firmar contratos con el gobierno.

“Aunque dicha orden no mencionaba el nombre del Grupo Wagner, la implicación era clara: una toma de control de las tropas mercenarias de Prigozhin, que han demostrado ser esenciales para la campaña militar de Rusia en Ucrania y han ayudado a asegurar algunas de sus victorias tácticas más notables”, se señala.

Por otra parte, oficiales militares ucranianos también habrían estado observando a Prigozhin después del anuncio del 10 de junio y creían cada vez más que podría movilizar sus fuerzas contra Moscú, según indicó un alto funcionario ucraniano.

Prigozhin había protestado públicamente por la orden del Ministerio de Defensa, y los funcionarios ucranianos tomaron en serio la posibilidad de que pudiera actuar contra las posiciones rusas.

Sin embargo, el momento de la acción no estaba claro, según dijo el funcionario ucraniano, y agregó que no tenía conocimiento de que Estados Unidos compartiera su información de inteligencia con Kiev sobre una posible marcha de Prigozhin y sus fuerzas.

Prigozhin -que es conocido comúnmente como el “chef de Putin” debido a sus contratos de catering en el Kremlin, y como un maestro de la propaganda en internet- fue acusado penalmente por Estados Unidos, debido a una supuesta interferencia en las elecciones presidenciales de 2016.

Pese a ello, el funcionario ucraniano que reveló la información aseveró que la verdadera identidad y futuro del líder del Grupo Wagner están vinculados a sus fuerzas de mercenarios. Documentos de inteligencia filtrados, que fueron obtenidos por The Washington Post a principios de este año, dan a conocer que Wagner está construyendo un verdadero imperio en África, donde Prigozhin brinda seguridad a regímenes gubernamentales, a veces a cambio de derechos minerales valiosos.