Río de Janeiro: Agua turbia y con sabor a tierra inquieta a cariocas
El agua de la segunda ciudad más grande de Brasil sale de las llaves con gusto a tierra y color de barro. La empresa procesadora afirma que su consumo no conlleva problemas para la salud, pero expertos la cuestionan.
Geosmina. Ese es el nombre de la sustancia que tiene preocupados a los más 10 millones de habitantes de la región metropolitana de Río de Janeiro. Desde el 6 de enero que empezaron a reportarse aguas "amarillentas" saliendo de las llaves, y la crisis ha llegado a afectar 71 barrios de la ciudad. De acuerdo con la CEDAE (Compañía de aguas y alcantarillas de Río de Janeiro), lo turbio del agua se debe a la presencia de un alga que libera geosmina, cambiando tanto el color como el sabor del líquido.
Aun cuando desde la institución se ha anunciado que el agua no es peligrosa para el consumo humano, los cariocas han evitado beberla, prefiriendo comprar agua embotellada o hirviendo el agua. "Algunos supermercados están quedando sin garrafas de agua porque la gente está comprando mucha", cuenta a La Tercera Raphaela Ramos (24), periodista de O Globo.
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FOTO: AP[/caption]
Peligro para la población
A pesar de los anuncios de la CEDAE, expertos de la Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ) afirman que el agua es peligrosa. En una nota técnica redactada por doctores en química, biodiversidad y recursos hídricos, el plantel indica que "la geosmina puede indicar la presencia de cianobacterias, en grandes cantidades, en el agua filtrada para el tratamiento. Estos microorganismos pueden producir algunas toxinas muy potentes (cianotoxinas), que deben ser removidas durante el tratamiento de agua para no comprometer la salud de la población".
El documento difundido por la casa de estudios carioca coincide con la CEDAE al subrayar que la geosmina no es tóxica de por sí. Sin embargo, aclara: "puede indicar problemas en la calidad del agua bruta utilizada para el abastecimiento". El ingeniero sanitario Isaac Volschan, parte del comité de la UFRJ, considera la situación preocupante. "La causa del problema es la combinación de ciertos nutrientes junto con la radiación solar, que conllevan el florecimiento de algas y otros organismos, como las cianobacterias", detalló a O Globo.
La situación es distinta en cada barrio de Rio: mientras en algunos el agua es evidentemente amarilla, en otros sale incolora, pero con sabor a tierra. "Hay lugares, como mi barrio, donde el agua se ve limpia. En mi casa continuamos consumiéndola durante un tiempo, pero tuvimos algunos síntomas de intoxicación, y empezamos a comprar agua mineral", relata Camila Ribeiro (24), de Jacarepaguá, Zona Oeste de Rio de Janeiro.
Andrés Soares (27) vive en el barrio de Tijuca, en el norte de Rio, y dice haber visto que de su llave el agua salía con color "de barro": "Tuve algunos síntomas como nausea y fiebre, no sé si está directamente ligado al consumo del agua. Algunas personas en mi trabajo presentaron los mismos síntomas, y tuvimos que parar de consumir el agua de la llave en el trabajo también".
Desconfianza
Desconfiando del sabor del líquido, son muchos los cariocas que han buscado alternativas. "Dejamos de tomar el agua de la llave, y estamos tomando agua que compramos en bidón. Algunas personas prefieren hervirla" cuenta Ramos, también de Tijuca.
Josilene, en tanto, contó al diario Extra Globo de Rio de Janeiro, que con tantos días comprando agua en mineral, ya no salía a cuenta: "Después de gastar 40 reales (8000 pesos chilenos) en una semana, ahora pongo el agua de la CEDAE y la hiervo en ollas". "No me siento para nada segura consumiendo esta agua, pero aun la uso para bañarme, lavarme los dientes y cocinar. Lamentablemente, no se puede utilizar el agua mineral en todo", señala Ribeiro.
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Purificar con carbón
Entre las soluciones posibles para esta crisis, la CEDAE evalúo descargar toda su agua en el río Guandú, pero eso dejaría sin abastecimiento a Rio de Janeiro durante un día entero. De hecho, fue con esta técnica que se habría enfrentado un problema similar el año 2001, que no viró en crisis, según informa el diario O Dia.
Sin embargo, desde la administración de la CEDAE habrían decidido limpiar sus suministros con carbón activado pulverizado, lo que es más lento, pero no corta el agua. En la mañana de este viernes, los equipamientos necesarios para realizar este procedimiento llegaron al río Guandú: un silo, dos tanques, una caja dosificadora y una bomba, como indica el portal G1 de O Globo. Agentes de la Policía Civil de Brasil ya empezaron a investigar las irregularidades, en busca de clarificar si se trató de un sabotaje, o si la turbidez se causó naturalmente.
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