Rob Riemen, filósofo neerlandés: “La decadencia de nuestras democracias está ante nuestros ojos”

Rob Riemen
Rob Riemen, filósofo neerlandés:”La decadencia de nuestras democracias está ante nuestros ojos”.

Este intelectual europeo también plantea que los problemas que enfrenta el planeta, “como crisis climática, la crisis política, la crisis social, la crisis económica, cualquier crisis que haya, podemos reducirlas a cuál es su raíz y llegamos al fenómeno de la educación”.


Anteojos pequeños, ojos inquietos, acento germánico y mucho énfasis acerca de la necesidad de enfrentar los enormes desafíos de hoy con más pensamiento y no solo tecnología. Volver a los libros, al arte, a la filosofía, retomar las preguntas fundamentales, para recordar que la vida es una búsqueda, y no una fácil. Rob Riemen es filósofo y ensayista, fundador y presidente de Nexus Institute, cuyo objetivo es fomentar el debate filosófico y cultural, y que se ha transformado en una institución de renombre por sus conferencias con lo más relevantes intelectuales del mundo. Es autor del libro Nobleza de espíritu. Una idea olvidada (2008) y también de El arte de ser humanos (2023), que ya está en librerías chilenas.

Vía Zoom desde Países Bajos, Reimen cuenta acerca de su última obra, compuesta de cuatro ensayos: sobre la guerra; la estupidez y las mentiras; la valentía y compasión; y la liberación del miedo.

En este momento de agitación política, de una enorme disrupción tecnológica con la inteligencia artificial, usted propone volver a lo básico, a los filósofos. ¿Por qué hay allí respuestas para hoy?

Creo que si somos honestos, el tipo de disrupción que estamos enfrentando ahora -inteligencia artificial, drones, redes sociales, etcétera-, no es algo nuevo. Ya sabes, ¿cuál habría sido la experiencia de la gente cuando apareció el primer tren? ¿o el primer avión? o ¿cuando partió la televisión? Entonces me parece que en cierto modo no hay nada nuevo, siempre hay novedades. Y lo otro es que mi libro es sólo una pequeña nota a pie de página de todas las obras de esos filósofos, artistas y pensadores. Porque tu biblioteca y mi biblioteca, mayoritariamente, quieren recordarnos y echarnos una mano sobre lo que significa ser humano.

¿Qué hay de distinto en nuestro tiempo respecto a estas cuestiones fundamentales?

He aquí la cuestión: lo que es absolutamente nuevo en nuestro tiempo es esta amnesia gigantesca y organizada. Existe esta idea muy extraña, sostenida durante demasiado tiempo, en que hemos estado cegados por la idea de progreso, sin darnos cuenta de que el progreso que estamos logrando es científico y tecnológico. Y no quiero restarle valor a aquello, porque es visible el tipo de progreso que pueden lograr en el mundo de la medicina y otros campos. Pero es un progreso muy unidimensional. Y con esta amnesia colectiva, se puso demasiado foco en la idea de que todo estará bien, y no habrá malestar social mientras haya crecimiento económico y mientras haya suficiente entretenimiento; esa es la idea básica. Y luego, relacionado con eso, está la corrupción total de nuestras llamadas universidades, eso es lo que más me molesta. Y no es corrupción financiera y corrupción política, pero es la corrupción moral e intelectual. Esa es una experiencia mucho más aterradora. Y es este tipo de corrupción la que, en mi opinión, ha desviado a la gente y ha olvidado algunas de las cosas más importantes, lo que más importa.

Portret Rob Riemen, foto: Jimmy Kets
Portret Rob Riemen, foto: Jimmy Kets

También afecta la democracia…

Una democracia real, según Spinoza, está impulsada y guiada por valores morales y espirituales. Sin embargo, en una democracia de masas, esos valores morales y espirituales ya no existen y están impulsados por la codicia, e instintos, y miedo… Las exigencias de la democracia son ser ciudadano y aceptar su propia responsabilidad, practicar el arte de la argumentación, y la clase política está ahí para centrarse en el bien común. Ése es el modelo democrático; es un modelo muy idealista y muy elitista. Pero de eso se trata la democracia, de hacer frente a la advertencia, ya de Platón, de que las democracias pueden suicidarse.

¿Ve eso?

Hemos visto democracias suicidarse una y otra vez. Y ahora estamos nuevamente en este proceso. La decadencia de nuestras democracias está ante nuestros ojos. Y una de las razones por las que estamos lidiando con esta decadencia de la democracia es que el movimiento fascista, como explica Fromm, no está interesado en la libertad, no está interesado en la dignidad humana, está activando nuestros peores instintos. Está activando nuestros resentimientos, nuestros miedos, nuestro odio. Y está reduciendo lo que se supone que somos como seres humanos.

¿Cuál es el antídoto frente a líderes políticos que se basan en el miedo, el odio y la división?

¿Cuál es? Mi libro. Lo sé, suena como una broma, pero no lo es del todo… Bueno, si no es mi libro, es el título de mi libro, ¿verdad? Permítame decirlo de esta manera: Sócrates y cada filósofo, cada líder religioso, (dice) que somos este ser complejo con una doble naturaleza. Somos como animales, necesitamos comida, necesitamos agua, tenemos nuestros instintos, tenemos nuestros miedos, tenemos nuestros deseos. Todo eso es parte de nuestra naturaleza animal. Pero además de eso, tenemos una naturaleza espiritual. Sabemos acerca de la verdad. Sabemos acerca del deber. Sabemos sobre el amor. Sabemos de libertad. Sabemos de justicia. Esas son ideas, ideas que son valores. Y puedes acudir a Confucio, a Buda, a los filósofos griegos o al Antiguo Testamento, y todos esos libros son un recordatorio del hecho de que para vivir nuestra vida con dignidad, tenemos que hacer nuestra esta naturaleza espiritual. Y también sabemos, y de lo contrario Freud nos lo explicará, que eso es muy difícil. Debido a que nuestra naturaleza animal está ahí todo el tiempo, es muy difícil para todos lidiar con sus propias frustraciones, sus propios miedos, su propia incertidumbre y todas esas cosas. El propósito de la educación es que un niño pequeño pueda crecer y convertirse en el tipo de ser humano que se supone que debe ser. Nietzsche diría: tienes que ser quien eres. Y Sócrates diría, bueno, no, tienes que convertirte en la persona que se supone que debes ser. Esa es la gran diferencia.

Hablando de educación, ¿por qué habló al principio de esta entrevista sobre la corrupción de las universidades? ¿Qué quiere decir?

Todo está relacionado con el significado de una palabra. Se supone que una universidad debe presentar la universitas. Si no haces eso, no eres una universidad. ¿Qué es el universitas? Es la expresión latina de lo que Sócrates llamaría paideia, bildung diría Goethe, y Whitman diría educación liberal. ¿Qué es la educación liberal? La educación liberal es este tipo de educación que nos ayudará a elevarnos sobre nuestros miedos e instintos y de nuestra propia estupidez e ignorancia, para hacer nuestros esos eternos valores morales y espirituales. La segunda parte (de la responsabilidad de las universidades) es, de hecho, el mundo de la filosofía. Es la búsqueda de la sabiduría. Es darse cuenta de que la vida es una búsqueda, es conocer el mundo de la historia, porque si no conoces la historia, entonces ¿qué es lo que sabes?

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Pero ¿qué pasa con la especialización de la educación de hoy?

Como dije, la actividad principal de una universidad tiene que ser proporcionar a todos los que están allí la universitas, una educación liberal. Además de eso, puedes especializarte en lo que quieras. Pero ese es el núcleo de la educación. Y en este mismo momento no están haciendo aquello. Y cuando todo gira en torno a STEM, ciencia, tecnología, economía y matemáticas, ya no es una universidad. Puedes llamarte como quieras, pero no eres una universidad. Ahora, puedes revisar toda la lista del ranking de las llamadas universidades de Shanghai... Aunque es Shanghai, es algo americano que inventamos... Ninguna de ellas es una universidad... Y me sorprende mucho ver que en 1917, todas estas cosas ya fueron predichas por Max Weber…

¿Por qué?

Cuando dice, cuando sostiene, en primer lugar, que sólo los mediocres pueden hacer carrera en las universidades, porque a los directorios de las universidades sólo les interesan los números, no saben de la calidad. Cuando sostiene que si quieres ser una ciencia real, sólo puede estar basada en hechos, (y aquello) no tiene nada que ver con la búsqueda de significado. Ahora, todas las cosas que estamos teniendo con la cultura de cancelación, etc., etc., están ignorando la advertencia de Max Weber, así que nobleza obliga. Todas las crisis a las que nos enfrentamos, la crisis climática, la crisis política, la crisis social, la crisis económica, cualquier crisis que haya, podemos reducirlas a cuál es su raíz y llegamos al fenómeno de la educación. Comienza con el mundo de la educación. Y puedo quejarme infinitamente de la clase política y de la corrupción y de lo comercial. Pero los principales responsables son los intelectuales. Ahí es donde comienza la corrupción. Por eso creo que la corrupción moral intelectual es mucho peor y mucho más peligrosa que todas las demás formas de corrupción con las que nos enfrentamos. Y con la corrupción, llega la cobardía.

¿Qué clase de cobardía?

En las llamadas universidades, en general, lo que hacen esos académicos es escribir primero las notas a pie de página, porque si te cito a ti, me citas a mí, y luego nadie entiende (lo que escriben), pero ¿a quién le importa? Y luego podemos seguir… ¿Cuál es la única cura contra las noticias falsas o las mentiras? Es la mente crítica. Mire, en este país, los Países Bajos, es muy pequeño, muy rico, muy próspero, muy estúpido. Realmente estúpido, porque ahora es una cifra oficial que el 25% de los niños que ahora tienen 15 años son analfabetos. No pueden leer. No pueden leer un libro. No pueden leer el periódico. Pueden leer Facebook. Pueden leer los semáforos. Pueden leer los subtítulos de un televisor. Pero eso es todo. Incluso el documento oficial del gobierno les resulta demasiado difícil. El 25% de los niños que tienen 15 años en este país tan rico.

El debate sobre la necesidad de la educación liberal, humanista, es un debate en muchas partes. En Chile, por ejemplo, un destacado economista ha dicho que el gobierno chileno sólo debería dar becas para estudiar en el extranjero a quienes quieran estudiar carreras STEM…

Por un lado, como probablemente también saben ustedes, hay una corrupción en el mundo de las humanidades, una corrupción enorme, de dos caras. Por un lado, cuando las humanidades intentan convertirse en verdadera ciencia, pierden el alma. O cuando se politizan por completo, lo que también ocurre ahora, también pierden el alma, ¿no? Entonces, ese tipo de frustración afecta a las humanidades. Entiendo la frustración, como dije. Pero (la solución) no es tratar de disminuir la vida humana, e ignorar el hecho de que existe algo llamado alma humana, reduciéndonos a una especie de robots, que están ahí (sólo) para promover el crecimiento económico, la ciencia y lo que sea... Mira, no hay nada de malo en la ciencia, no hay nada de malo en la tecnología, como fenómenos neutrales. Pero ellas no te ayudarán ni por un segundo a encontrar nada sobre el significado. Tenemos que decirle a este chileno que usted mencionó, lo que Wittgenstein ya escribió en su Tractatus al final: que incluso si hubiéramos resuelto todos los problemas científicos, habríamos tocado las cuestiones de la vida por un segundo. Los STEM no tienen nada que decir sobre las cuestiones de la vida. Este enfoque unidimensional, ignorando el significado de la vida, es muy peligroso y estúpido. Ahora todo es cuestión de números, los nuevos sacerdotes son los economistas. Y cuando se reduce todo a números, la gente no puede tener una sensación de calidad de vida.

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