"Fue un gran triunfo de la libertad y la democracia como perspectiva para el pueblo venezolano, un mensaje muy claro para el régimen de Nicolás Maduro", destacó el canciller chileno Roberto Ampuero luego de que la OEA aprobara la resolución contra el gobierno de Venezuela.
Sin embargo, no se lograron los votos para una activación inmediata de la medida...
Ese no era el objetivo. Recordemos que el Grupo de Lima a lo que aspiraba era, fundamentalmente, a conseguir esta resolución y eso se logró. Lo importante es que esta era una fase que se cumplió. Se logró y fue una lucha dura, durante todo el día hubo un debate duro, porque Venezuela se estaba jugando mucho con esto. Lo importante es que ahora se crea una nueva fase, una nueva etapa, que permite a los países tener un respaldo para tomar acciones adicionales, en términos políticos y diplomáticos, pero también en términos de sanciones económicas y financieras. Eso es un elemento muy importante que concede la aprobación de esta resolución.
¿Una lectura positiva entonces?
Primero estamos en esta etapa, que implica que los países puedan tomar decisiones buscando cómo aplicar aquello que se acordó en Grupo de Lima, medidas diplomáticas y sanciones económicas. Y en eso cada país tiene condiciones distintas. No hay un recetario. Es un llamado a que cada uno, según sus propias posibilidades, desarrolle y aplique las medidas que crea necesarias. Después viene un elememto adicional, que es otra etapa, en la que se apunta a la suspensión del Estado.
Venezuela ha sostenido que no haya la hora de salir de la OEA. ¿Se podría concretar antes que su renuncia entre en vigencia?
Pudiera pasar, pero siempre soy cuidadoso con este tipo de proyecciones. El canciller Arreaza ha manifestado que estaba ansioso por salir lo antes posible de la OEA, pero todo su accionar fue para impedir esta resolución. Le interesa lo que diga la OEA, a pesar de que la denostó sin cesar.
Llamó la atención la abstención de varios países, particularmente Nicaragua y Ecuador.
Fue algo muy interesante (...). Hay unos que están en abstención por que están anclados en esa posición, y tengo la impresión de que hay otros que están en abstención como un tránsito. Después de haber apoyado a Venezuela en el pasado, están reflexionando y pasando a una posición que, me imagino, va a ser cada vez más crítica.
Usted ha advertido que tras esta resolución Chile pasará a otro nivel de acciones contra Venezuela ¿ya hay definiciones?
Ahora se puede concretar qué tipo de medidas tomar, porque ya hay una resolución que lo respalda, que hace que las decisiones no sean unilaterales ni arbitrarias. Por eso es importante esta resolución, porque (esas medidas) estarán legitimadas por un acuerdo de la OEA. Para Chile hay varios escenarios que definiremos en los próximos días. Ya está la decisión de no enviar embajador. También está el tema de las candidaturas a posiciones internacionales.
¿Insistirán en pedir que la Corte Penal Internacional investigue denuncias de violaciones a derechos humanos en Venezuela?
Existen varios caminos. Esta presentación se puede hacer siguiendo el Estatuto de Roma, que establece que la OEA remita el informe a la Fiscalía de la Corte Penal. Otro camino es que los Estados lo hagan. Es un escenario en el cual todavía no hemos avanzado. Hay que sopesar, ver y analizar. Para Chile es muy importante actuar en consonancia con otros países que piensan más o menos lo mismo, o con los cuales puede formar alianzas. El poder de influencia de Chile es que es un país respetado porque es capaz de aunar países y Estados en pos de una política. Tenemos la capacidad de articular países y construir consensos. Y eso implica tiempo, diálogo, consultas.