Del destape de abusos sexuales en la industria hollywoodense, protagonizados por el productor de cine Harvey Weinstein, a la decadencia de la diplomacia en la política exterior de Estados Unidos. Por ese espectro se ha desplazado en los últimos años Ronan Farrow, el único hijo biológico del cineasta Woody Allen con la estrella de cine y ex esposa de Frank Sinatra, Mia Farrow, que acaba de lanzar un libro sobre la política norteamericana.
De pequeño que se especulaba que llegaría lejos. Pese a la polémica situación familiar a la que se vio enfrentado cuando sus padres se divorciaron después de que se revelara que Woody Allen estaba en una relación con la hija adoptiva de Mia Farrow, Soon-Yi, Ronan logró distanciarse de los sucesos familiares. Fue el graduado más joven en su escuela, a los 15 años, con doble especialización en filosofía y biología. Posteriormente, se tituló de abogado en 2009 en la prestigiosa Universidad de Yale, donde incursionó en el periodismo y editó el Yale Journal of International Affairs. Durante su etapa como estudiante, también pudo viajar a lugares como Sudán, Liberia y Angola a misiones humanitarias con su madre.
Ya como abogado, Farrow ganó una beca en la Universidad de Oxford, para realizar un doctorado en filosofía. En ese periodo comenzó a escribir como periodista activamente y hasta llegó a tener su propio programa de televisión. Pero fue mientras trabajaba en la sección de investigación del programa estadounidense NBC Today cuando comenzó a investigar los rumores de que el productor Harvey Weinstein había abusado sexualmente de varias mujeres, historia que no fue tomada en cuenta en el medio donde trabajaba, y que se vio obligado a llevar a The New Yorker.
En abril de este año, ganó el Premio Pulitzer, el galardón de periodismo más importante de EE.UU., por destapar el caso de Harvey Weinsten, junto con dos reporteras de The New York Times, quienes fueron las primeras en escribir del caso en octubre de 2017. Farrow publicó luego un artículo con acusaciones de violación y abuso sexual contra Weinstein, además de revelar el uso por parte del productor de cine de firmas privadas de investigación para compilar expedientes y rastrear a mujeres y periodistas, entre otras publicaciones.
Pero ahora Ronan Farrow debutó en una nueva faceta, en la que escudriña la política estadounidense. Acaba de lanzar War on Peace: The End of Diplomacy and the Decline of American Influence.
En este libro, Farrow aprovecha su paso por el Departamento de Estado norteamericano y su trabajo en la oficina de quien fue el Representante Especial para Afganistán y Pakistán, el diplomático Richard Holbrooke, para evidenciar la actual situación de la política exterior de Estados Unidos. Después de la muerte de Holbrooke, Farrow se convirtió en el asesor especial de la secretaria de Estado Hillary Clinton.
Con entrevistas a cada uno de los secretarios de Estado que pasaron por la Casa Blanca y que siguen con vida, Farrow denuncia el deterioro de la diplomacia de su país, con un Ejército estadounidense que ha ganado demasiada influencia en la toma de decisiones en el exterior. Un proceso, asegura, que no solo ha sucedido durante la administración del Presidente Donald Trump, si bien reconoce que se ha acelerado en el actual gobierno.
"El problema es que no estamos presenciando la retirada de Estados Unidos del liderazgo diplomático por una sucesión de Angela Merkel en ese espacio", señaló Farrow en una entrevista publicada esta semana por The Guardian. "Estamos viendo a China pisarle los talones a las potencias occidentales y hacerse valer por sí misma de muchas maneras en el liderazgo diplomático, pero aún mostrando un conjunto retrógrado de actitudes sobre los derechos humanos ", añade. El escritor expone el activo trabajo diplomático de Beijing y denuncia que "EE.UU. ni siquiera tiene embajadores".
Farrow argumenta en el texto que el expresidente y Premio Nobel de la Paz, Barack Obama, centralizó el poder a expensas de los diplomáticos en el Departamento de Estado. Sin embargo, también lo elogia en otras materias, especialmente aquellas que Trump busca revertir. Por ejemplo, el acuerdo nuclear con Irán del que Trump ya anunció su salida, el descongelamiento en las relaciones con Cuba que el actual mandatario amenaza con revertir, y el Acuerdo de París, sobre el cambio climático, que Trump ya se ha comprometido a abandonar.
Así, pareciera que la fama que le añaden a Ronan Farrow sus apellidos, también va acompañada de un arduo trabajo periodístico por develar y exponer a importantes personajes en la historia política y artística estadounidense.