Un ataque aéreo lanzado por Rusia mató a unos 200 combatientes rebeldes en el este de Siria, informó este lunes el ejército ruso.

El contralmirante Alexander Karpov, jefe del Centro de Reconciliación del ejército ruso en Siria, dijo que los aviones de guerra rusos atacaron dos escondites de insurgentes al noreste de Palmira.

Karpov señaló en un comunicado difundido por las agencias de noticias rusas que el ataque aéreo mató a unos 200 rebeldes y destruyó 24 vehículos y unos 500 kilogramos (1.100 libras) de municiones y explosivos. Dijo que la base de los rebeldes había servido como punto de partida para ataques terroristas en toda Siria.

Rusia ha llevado a cabo una campaña militar en Siria desde 2015, ayudando al gobierno del presidente Bashar Assad a retomar el control de la mayor parte del país en un devastador conflicto que se ha extendido por 10 años.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó de los ataques aéreos, y señaló que precedieron a un barrido efectuado por tropas rusas y sirias en busca de células de militantes del Estado Islámico en el desierto de Homs. El Observatorio dijo que 26 militantes del Estado Islámico murieron.

El Observatorio dijo que la incursión podría haber sido en respuesta a las afirmaciones del grupo Estado Islámico de que había matado a dos soldados rusos en el desierto. La operación terrestre comenzó este lunes bajo la fuerte cobertura de helicópteros militares rusos.