Los ataques rusos contra las regiones ucranianas de Járkov y Dnipro y la ciudad portuaria de Odesa, en el mar Negro, causaron el sábado la muerte de al menos dos civiles, incendiaron una fábrica de alimentos y dañaron otras infraestructuras, viviendas y edificios comerciales, según las autoridades regionales.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo que Rusia utilizó ocho misiles de varios tipos y casi 70 bombas aéreas guiadas contra comunidades y posiciones de primera línea durante el día, después de que la fuerza aérea ucraniana derribara 13 drones Shahed durante la noche.
En un discurso nocturno por video, Zelenski afirmó que Moscú no desea la paz y “sólo se puede obligar a Rusia a dejar en paz a Ucrania”. La cumbre mundial por la paz que se celebrará en Suiza en junio -sin Rusia- “debe tener éxito”, afirmó.
Asimismo, afirmó que la 110ª brigada mecanizada ucraniana derribó un avión de combate ruso Su-25 sobre la región oriental de Donetsk, una de las cuatro zonas de Ucrania que Moscú dice haberse anexionado.
Oleh Syniehubov, gobernador de la región de Járkov, dijo que los bombardeos rusos mataron a un hombre de 49 años en la calle cerca de su casa en el pueblo de Slobozhanske. Una mujer de 82 años murió y dos hombres resultaron heridos en un bombardeo nocturno en la ciudad de Járkov, escribió en Telegram.
Un ataque con misiles rusos incendió un local comercial en un distrito industrial de la ciudad de Járkov, hiriendo a seis empleados, añadió. La fiscalía local lo identificó como una fábrica de alimentos.
En el sur, el gobernador regional de Odesa, Oleh Kiper, dijo que tres personas resultaron heridas en la ciudad por un ataque con misiles.
Reuters no pudo verificar de inmediato los informes sobre víctimas y daños.