El gobierno ruso confió este martes en que la Unión Europea (UE) no cometa la “insensatez” de condicionar sus relaciones con Moscú al destino del opositor Alexéi Navalny.

“Esperamos que nadie cometa la insensatez de vincular las relaciones Rusia-UE al destino de un interno en un centro de detención”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, días antes de la visita del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y después de que la UE haya denunciado la represión contra el opositor, actualmente encarcelado, y sus partidarios.

“Si (el diplomático europeo) es portador de un mensaje duro, nuestro ministro [de Exteriores, Serguéi Lavrov] responderá con la misma dureza”, dijo.

Borrell exigió ver a Navalny, que está en prisión desde el 17 de enero y se recupera de un envenenamiento del que acusa al Kremlin.

Peskov explicó que se trataba de un asunto de “investigadores, jueces”, pero que, dado que no era “ni un miembro de la familia ni un pariente cercano, ¿en qué se basa esa visita?”.

Varios países europeos han planteado la posibilidad de imponer nuevas sanciones a Moscú, sobre todo después de la represión dos fines de semana seguidos de las manifestaciones de apoyo al opositor encarcelado el 17 de enero.

Navalny debe comparecer ante un tribunal el martes, acusado de violar un control judicial, y se enfrenta a más de dos años de prisión por ello.