Horas después de que el líder paramilitar ruso Yevgeny Prigozhin comenzara una marcha de corta duración sobre Moscú, el servicio de seguridad nacional del país detuvo a varios oficiales militares de alto rango, incluido el general Sergei Surovikin, jefe de las fuerzas aeroespaciales, dijeron personas familiarizadas con la situación.
Surovikin, conocido como el General Armagedón por las campañas de bombardeo que emprendió en Siria, está siendo retenido e interrogado en Moscú, dijeron las personas. No ha sido acusado de ningún delito. Uno afirmó que Surovikin conocía los planes para la insurrección, pero que el general no estuvo involucrado en el motín del 24 de junio.
El esfuerzo del Kremlin para eliminar a los oficiales sospechosos de deslealtad es más amplio de lo que se conoce públicamente, según las personas, quienes dijeron que al menos 13 oficiales superiores fueron detenidos para ser interrogados, algunos liberados más tarde y alrededor de 15 suspendidos de sus funciones o despedidos.
“Las detenciones son para limpiar las filas de aquellos en quienes se cree que ya no se puede confiar”, señaló uno.
Ni el Kremlin ni el Ministerio de Defensa de Rusia respondieron a las solicitudes de comentarios. Andrei Kartapolov, jefe del comité de Defensa del Parlamento ruso, dijo en un video que circuló en las redes sociales rusas esta semana que Surovikin estaba descansando y “no disponible en este momento”.
El oficial, el mayor general Ivan Popov, planteó sus acusaciones luego de ser despedido por comentarios críticos previos sobre la forma en que se libraba la guerra.
Popov envió un mensaje de audio a las tropas diciendo que fue destituido del mando por decir la verdad a sus superiores. Popov dijo que los líderes militares estaban “decapitando al Ejército en su momento más duro y difícil”.
Las duras palabras son una señal de la profundidad del descontento con las Fuerzas Armadas de Rusia después de más de un año de duros combates y grandes pérdidas en Ucrania, y señalan que el motín de Wagner está animando a otros críticos del liderazgo de Rusia.
El adjunto de Surovikin, el coronel general Andrey Yudin, y el subjefe de inteligencia militar, el teniente general Vladimir Alexeyev, también fueron detenidos, pero luego liberados. Han sido suspendidos de sus funciones, sus movimientos han sido restringidos y están bajo observación, declaró una de las personas.
Entre otras figuras detenidas se encuentra el excoronel general Mikhail Mizintsev, quien anteriormente se desempeñó como viceministro de Defensa y se unió a la compañía militar privada Grupo Wagner de Prigozhin a fines de abril.
Surovikin fue visto por última vez en un video publicado el 23 de junio, luciendo angustiado y agarrando un arma con la mano derecha mientras suplicaba a Prigozhin y sus combatientes que cancelaran la revuelta propuesta.
El Financial Times informó anteriormente sobre la detención de Surovikin.
Desde la rebelión de finales de junio, el Kremlin se ha propuesto desmantelar a Wagner, una importante fuerza de combate de los rusos en Ucrania, responsable de la reciente captura de la ciudad ucraniana de Bajmut, y un instrumento de proyección del poder ruso en Medio Oriente y África.
El miércoles, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que había tomado posesión de cientos de tanques, lanzacohetes y piezas de artillería de Wagner, así como 20.000 rifles de asalto y otras armas pequeñas y 2.500 toneladas de municiones.
Si es cierto, eso probablemente dejaría a las unidades Wagner restantes en Rusia o Ucrania en gran parte sin armamento.
El motín de Prigozhin, aunque cancelado antes de que él y una columna armada llegaran a Moscú, representó la mayor amenaza para el Presidente ruso, Vladimir Putin, en sus 23 años en el poder y ha perturbado a la élite rusa, así como a las filas de las Fuerzas Armadas.
Las demandas del líder paramilitar incluían la destitución del ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y el general Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia. Ambos hombres han aparecido, todavía en el cargo, en videos publicados por el Ministerio de Defensa desde el motín abortado. Algunos analistas militares rusos han sugerido que retener a Shoigu y Gerasimov le permite al Kremlin proyectar cohesión entre las Fuerzas Armadas.
“Exactamente debido a los eventos del 24 de junio, es imposible que Putin se deshaga de Shoigu y Gerasimov en un futuro cercano”, dijo Mikhail Barabanov, investigador principal del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, un think tank de defensa con sede en Moscú.
Mientras los soldados de Wagner luchaban en la línea del frente en Bajmut, Prigozhin acusó repetidamente a los líderes militares de Moscú de negarles las municiones que necesitaban. Pero siempre defendió a Surovikin, quien fue nombrado comandante de las fuerzas rusas en Ucrania en octubre.
En ese papel, Surovikin introdujo una nueva táctica destinada a degradar la red eléctrica de Ucrania y otras infraestructuras críticas con ataques con misiles. En enero, fue reemplazado por Gerasimov, uno de los principales rivales de Prigozhin.
Surovikin no estaba recluido en un centro de detención, pero estaba siendo sometido a repetidos interrogatorios, mientras los investigadores indagaban qué papel, si es que tuvo alguno, desempeñó en el levantamiento, dijeron las personas familiarizadas con la situación.
Indicaron que Surovikin podría ser liberado una vez que Putin decida cómo manejar las consecuencias del motín.
La posición del Kremlin se ha complicado cada vez más por los indicios de que Prigozhin ha permanecido dentro de Rusia, a pesar de las garantías públicas de que se iría a Bielorrusia junto con sus combatientes, según un acuerdo alcanzado entre Putin y Prigozhin.
El Kremlin dijo la semana pasada que Putin se reunió con los comandantes de Prigozhin y Wagner durante unas tres horas a finales de junio, en lo que el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, calificó como una muestra de lealtad a Putin.
A fines del mes pasado, cuando se le preguntó si Putin todavía confiaba en Surovikin, Peskov solo dijo que el comandante supremo estaba trabajando con el ministro de Defensa y el jefe del Estado Mayor.
En ese momento, la hija de Surovikin señaló a los medios locales que su padre no había sido arrestado y estaba trabajando como siempre. Sin embargo, su esposa afirmó el miércoles por la noche que no había regresado del trabajo, según una persona que está en contacto con ella.
Surovikin fue solo uno de varios oficiales detenidos que tenían vínculos con Wagner.
Alexeyev tenía vínculos desde hace mucho tiempo con Wagner, pero había publicado un video en las primeras etapas de su insurrección pidiéndoles que retrocedieran.
Mizintsev se ganó el apodo de Carnicero de Mariupol cuando supervisó el asalto de Rusia a la ciudad con fuertes bombardeos en los barrios civiles para obligar a la ciudad a rendirse.
Mizintsev había sido destituido de su cargo de viceministro a cargo de logística, informaron corresponsales militares rusos a principios de este año, y se había unido a Wagner meses antes del motín, apareciendo en las redes sociales rusas con un uniforme de Wagner.