La organización internacional a cargo de supervisar armas químicas no puede entrar al lugar donde ocurrió un supuesto ataque químico en Siria no cuenta con la autorización de la ONU, declaró el lunes Sergei Ryabkov, viceministro ruso de Exteriores.
Agregó que no se permitió la misión porque no tenían la aprobación del Departamento de Seguridad de la ONU.
Sus comentarios indican un posible intento para bloquear al equipo de OPAQ. Tanto Rusia como el gobierno sirio recibieron bien la visita de la organización.
En el curso de una reunión de urgencia, convocada este lunes, del consejo ejecutivo de la OPAQ en La Haya, el director general de este organismo, Ahmet Uzumcu, informó sobre la misión de investigación enviada a Damasco el pasado sábado, y que debía dirigirse este lunes a Duma.
"La OPAQ llegó el sábado a Damasco. Rusia y Siria no han autorizado todavía el acceso a Duma", declaró en su cuenta de Twitter la embajada británica en La Haya, sin lo que el mundo correría el riesgo "de otras utilizaciones bárbaras de armas químicas, en Siria y en otros lugares"
Entretanto cientos de sirios participaron el lunes en una concentración en una emblemática plaza en la capital del país, en apoyo de sus fuerzas armadas que, según dijeron, salieron exitosas de los ataques aéreos de Occidente durante el fin de semana.
La manifestación en la Plaza Omayyad de Damasco fue transmitida en vivo por medios estatales sirios. Los asistentes, que ondearon banderas sirias durante el acto convocado bajo el lema "saludo a los logros del ejército árabe sirio", prendieron fuegos artificiales y realizaron disparos de celebración.
La operación militar conjunta de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia atacó instalaciones que, según los tres países, estaban ligadas al programa de armas químicas sirio. La ofensiva aérea estuvo provocada por un supuesto ataque químico en la localidad de Duma, en el suburbio de Guta oriental, justo a las afueras de Damasco.
De acuerdo con activistas, más de 40 personas murieron en un ataque que tanto Siria como Rusia niegan. Moscú acusó a Gran Bretaña de estar detrás de su organización.
La operación del sábado se produjo poco antes de la llegada al país de un equipo de la OPAQ para investigar el ataque.
La delegación, que lleva tres días en la capital, se reunió varias veces con funcionarios del gobierno sirio para discutir su cooperación, dijo Faisal Mekdad, viceministro sirio de Exteriores.
"Siria hizo hincapié durante estas reuniones que está totalmente dispuesta a cooperar y a proporcionar las instalaciones necesarias para que la delegación lleve a cabo su misión", dijo Mekdad en declaraciones publicadas por medios estatales.
La ofensiva de Occidente aumentó la tensión en el plano internacional, mientras Washington y Moscú intercambiaban amenazas de represalias. La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, indicó que el lunes se anunciarán nuevas sanciones económicas contra Rusia por permitir que el gobierno de Assad siga empleando este tipo de armamento.
Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo el domingo que los ataques militares violaron la Carta de la ONU y que si continúan "entrañarán inevitablemente un caos en las relaciones internacionales", según un comunicado del Kremlin.
El gobierno sirio recuperó el control de Douma, el último feudo rebelde de Ghouta oriental, el pasado sábado luego de la rendición de los rebeldes tras una intensa ofensiva de varias semanas.
Los medios estatales y las autoridades rusas y sirias han intentado minimizar el impacto de la operación militar conjunta de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, diciendo que las defensas aéreas sirias habían interceptado la mayoría de los misiles. Según el Pentágono, ninguno de los proyectiles fue derribado.
También el lunes, la primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, comparecerá ante los legisladores británicos, enojados porque autorizó los ataques sin una votación parlamentaria al respecto. Según su oficina, May alegará que la operación era "de interés nacional" para su país y que se realizaron para evitar más ataques con armas químicas.