“La operación de las Fuerzas Armadas ucranianas en la región de Kursk fue preparada con la participación de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, Reino Unido y Polonia”, informó este miércoles el diario Izvestia, que atribuyó la información al Servicio ruso de Inteligencia Exterior.
“Las unidades que participaron en ella se sometieron a coordinación de combate en centros de entrenamiento del Reino Unido y Alemania”, agregó el medio ruso.
El Servicio de Inteligencia Exterior dijo a Izvestia que dispone de “información fiable” sobre sus afirmaciones, pero no aportó pruebas.
En tanto, el Ministerio de Defensa de Rusia informó que las Fuerzas Armadas de Ucrania han sufrido ya más de 4.130 bajas entre sus filas durante su ofensiva militar contra la región de Kursk, iniciada a comienzos de agosto y gracias a la cual Kiev asegura controlar ya más de 90 localidades y 1.250 kilómetros cuadrados de suelo ruso.
“Desde que comenzaron las hostilidades en la línea de operaciones de Kursk, el enemigo perdió más de 4.130 soldados”, reza un comunicado difundido por la cartera de Defensa en su canal de Telegram, donde además habla de casi 400 vehículos blindados destruidos, así como casi 60 carros de combate.
Según este último balance de las autoridades rusas, su Ejército ha logrado acabar con unos 350 militares ucranianos en los últimas 24 horas.
Las tropas ucranianas ingresaron en territorio ruso a comienzos de agosto desde la región de Sumi, en el noreste de Ucrania. Ya entonces el presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró que Moscú daría “una digna respuesta” a lo que es ya la mayor amenaza territorial que ha sufrido Rusia desde el estallido de la guerra, a fines de febrero de 2022.