En la víspera del Día de la Victoria ruso, que conmemora la capitulación de Alemania en la Segunda Guerra Mundial, Moscú lanzó una oleada de ataques en distintas partes de Ucrania. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, aseguró que Rusia habría lanzado 60 drones kamikazes de fabricación iraní, de los que 36 habrían caído en la capital ucraniana, y que habrían sido derribados por armas antiaéreas.
Los restos de estos drones, sin embargo, cayeron en varios departamentos y edificios, por lo que se cuentan al menos cinco heridos en Kiev. Más al sur, en Odesa, misiles rusos incendiaron un almacén de alimentos, dando muerte al vigilante del recinto, y dejando tres personas heridas. Situación similar se vivió en Jersón, donde hay ocho heridos. El ejército ucraniano contó 16 misiles contra las provincias durante las últimas 24 horas.
Luego del ataque que habría sufrido el Kremlin en las últimas semanas, Rusia vive con nerviosismo sus preparativos para celebrar el Día de la Victoria, anticipando sabotajes que atribuyen a las tropas de Kiev. Además de prohibir el uso de drones en Moscú, se han desplegado equipos de vigilancia desde los cielos e inhibidores para interferir señales de GPS.
Desde Kiev aseguraron que Rusia está haciendo un último esfuerzo en sus intentos e capturar Bajmut, para así poder entregar a Putin lo que sería el único premio a la ofensiva rusa que tuvo lugar durante este invierno. En miras al Día de la Victoria, Rusia canceló las celebraciones en más de veinte localidades por motivos de seguridad, sobre todo en los pueblos más cercanos a la frontera con Ucrania. Los festejos también se suspendieron en las capitales regionales Bélgorod, Briansk y Kursk.
Por su parte, la inteligencia ucraniana advirtió que habría “posibles provocaciones” desde Rusia a causa de la fecha: “El estado agresor elige fechas simbólicas para sus provocaciones. Los servicios especiales rusos pueden prepararlas para el 9 de mayo en el territorio de la Federación Rusa y de Bielorrusia”, explicó el portavoz del Ministerio de Defensa Andrei Yusov.
A diferencia de Rusia, la mayoría de los países europeos celebra el fin de de la Segunda Guerra Mundial el 8 de mayo, y en esta ocasión Ucrania decidió celebrar tal fecha este lunes. Refiriéndose a tal conflicto, el Presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, declaró: “Rusia será derrotada en el actual conflicto, al igual que la Alemania nazi lo fue en la II Guerra Mundial”.
“Luchamos entonces y luchamos ahora, para que nadie esclavice nunca más a otras naciones (...) Todos los males que esta Rusia está trayendo de vuelta serán derrotados, como lo fue el nazismo”, declaró Zelensky. La diferencia de días entre Rusia y el resto de Europa responde al huso horario, ya que la firma de la rendición por parte de los nazis, en 1945, ocurrió en plena noche: el día 8 en Alemania, cuando ya era 9 en Rusia.
A falta de una gran victoria para presentar a la opinión público ruso, Putin y el ejército siguen concentrando sus fuerzas en Bajmut, donde los combates con las fuerzas ucranianas ya llevan meses. De hecho, este sitio ha sido central en un conflicto que protagonizó Yevgueni Progozhin, el jefe del grupo de mercenarios Wagner, y el Ministerio de Defensa ruso, la semana pasada.
Este choque se dio porque, aún peleando por el mismo bando, el pasado viernes desde Wagner acusaron que el ministerio de Defensa no estaba enviando suficientes municiones a la línea de combate. Prigozhin llegó a amenazar con que sus tropas abandonarían Bajmut a la medianoche del 10 de mayo, en un video publicado en Telegram donde se mostró rodeado de cadáveres de militares.
Finalmente, dos días después, Prigozhin anunció que el Ministerio de Defensa le había prometido más armas y munición para luchar en Bajmut, así que sus hombres seguirían avanzando en la ciudad. “Esta jornada el avance de la unidades de la compañía militar privada Wagner fue de hasta 280 metros en distintos sectores. Hemos avanzado en 53.000 metros (cuadrados). Bajo el control enemigo quedan 2,37 kilómetros cuadrados. Seguimos avanzando. Esperamos recibir la munición”, señaló el militar en un audio difundido por Telegram.
Desde la ONU, en tanto, se publicó un informe este lunes que cifró en 8.791 la entidad de civiles muertos en Ucrania desde el comienzo de la guerra, habiendo entre ellas 519 niños. En tanto, 14.815 personas han sido heridas durante el transcurso del conflicto.
Entre este total de 23.606 víctimas, la mayoría habría sido asesinada o herida en las provincias de Donetsk y Lugansk, que se encuentran parcialmente controladas por Rusia. Solo en abril se habrán registrado 179 fallecimientos, 620 menos que en abril 2022. Respecto a las causas, la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos verificó 7.297 muertes casadas por explosivos de largo alcance, 271 porcinas y 1.223 con otras armas.
De todas maneras, la ONU reconoce que la cifra real de víctimas civiles puede ser mucho mayor, ya que en muchas ciudades faltan datos, sobre todo en las golpeadas por la guerra, como Mariupol y Severodonetsk.