La Justicia rusa dictaminó hoy prisión preventiva hasta el próximo 25 de enero para el primero de los 24 marineros apresados el domingo en el mar Negro por guardacostas rusos a bordo de tres buques de la Armada ucraniana.

El marinero, Víctor Varemez, fue acusado en virtud del artículo 322 del Código Penal ruso, que alude a la premeditada violación de la frontera por parte de un grupo de personas con el uso de la violencia o la amenaza de usarla, según informan medios locales.

El tribunal de Simferópol, la capital de la península ucraniana de Crimea, anexionada por Rusia, debe ordenar hoy una similar medida cautelar contra 12 de los tripulantes de los tres buques apresados: "Berdiansk", "Nikopol" y "Yani Kapu".

En cuanto al resto, nueve comparecerán mañana miercoles ante el mismo tribunal, según la Defensora del Pueblo de Crimea, Liudmila Lubina, mientras los tres heridos, que aún se encuentran hospitalizados en Kerch, esperarán su turno.

Según las autoridades, los marineros ya fueron interrogados en la península de Crimea por las fuerzas de seguridad, que les acusan de violar las aguas territoriales rusas.

Serán representados por un abogado que ya defendió a activistas tártaros acusados de extremismo por negarse a reconocer la anexión rusa de Crimea, ya que los letrados de oficio se niegan a asumir el caso, según fuentes ucranianas.

El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, antiguo KGB) acusa a los tres barcos de violar sus aguas territoriales cerca de Crimea, de desoír las demandas de los guardacostas rusos de detenerse y de apuntar con sus armas contra las lanchas rusas.

Además, denunció que agentes del Servicio de Seguridad de Ucrania coordinaron la "provocación" en alta mar, uno de los cuales -el teniente Andréi Drache- fue detenido a bordo de la lancha artillada "Nikopol".

El propio presidente ruso, Vladímir Putin, acusó hoy a Kiev de "burda violación" del derecho internacional por parte de los barcos ucranianos y aseguró que los guardacostas rusos están dispuestos a "ofrecer explicaciones adicionales" sobre lo ocurrido en la zona del estrecho de Kerch, que une los mares Negro y Azov.

Políticos ucranianos aducen que los marineros podrían ser condenados a varios años de cárcel, ya que el delito es "grave", aunque también aventuran que su suerte dependerá de las consultas "al más alto nivel" que mantengan en un futuro Putin y el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, que podrían optar por un canje de prisioneros.