Las autoridades designadas por Moscú en la región ocupada de Jersón, en el sur de Ucrania, instaron el viernes a los residentes locales a evacuar hacia Rusia, mientras las fuerzas de Kiev avanzan hacia la zona.

La medida, que se anunció un día antes, indica que los avances militares ucranianos a lo largo del frente sur de la guerra están preocupando al Kremlin, que pasa apuros para consolidar su control sobre las regiones de Ucrania que se anexionó de manera ilegal el mes pasado.

Las autoridades rusas prometieron de inmediato alojamiento gratuito a quienes siguieran la recomendación de abandonar Jersón.

El líder de la región designado por Moscú, Vladimir Saldo, declaró el viernes por la noche a la televisión estatal rusa que cientos de personas pidieron ser evacuadas. “Aconsejamos a quienes tengan miedo de la llegada de misiles que, para no interponerse en el camino del ejército ruso, salgan hacia la Federación Rusa”, indicó.

Saldo dijo el jueves que las evacuaciones tendrían lugar en cuatro ciudades, entre ellas la capital regional, Jersón, y Nova Kakhovka. Esta última está casi en la línea de contacto entre las fuerzas rusas y ucranianas.

Las autoridades instaladas por Rusia en la región trataron de restar importancia a la gravedad de la situación, y describieron las evacuaciones como viajes “humanitarios”, “de bienestar” y “de vacaciones” a Rusia, de carácter voluntario. Para los que están dispuestos a marcharse, se han puesto a su disposición autobuses y ferrys, según Saldo.

Pero los habitantes pintaron un panorama mucho menos agradable.

Konstantin, un residente de la ciudad de Jersón que habló bajo la condición de que su apellido no fuera revelado por razones de seguridad, dijo a The Associated Press el viernes que columnas de camiones militares habían comenzado a desplazarse por la ciudad y finalmente se retiraron.

“El ánimo en Jersón no es alegre. La ciudad se encuentra ahora en suspenso. Sobre todo los militares rusos de los cuarteles y las familias de los colaboradores se están marchando”, dijo Konstantin a la AP. “Todo el mundo habla de la inminente llegada de los militares ucranianos y de prepararse para ello”.

Rusia ha calificado el desplazamiento de ucranianos a Rusia o a territorio controlado por ella de voluntario, pero en muchos casos esas son las únicas rutas de evacuación que los habitantes de las zonas ocupadas pueden tomar o se les permite usar.

También han surgido informes de que algunos fueron deportados por la fuerza a “campos de filtración” donde imperan condiciones difíciles.

Además, una investigación de The Associated Press reveló que los funcionarios rusos deportaron a miles de niños ucranianos -algunos huérfanos, otros que estaban viviendo con familias de acogida o en instituciones- para ser criados como rusos.

Oleh Zhdanov, experto militar ucraniano, atribuye la evacuación a la “incertidumbre de si los rusos serán capaces de mantener la ciudad” y a las lecciones aprendidas cuando el mes pasado los soldados de Kiev penetraron las defensas de las fuerzas de ocupación en la región de Járkiv, en el noreste de Ucrania.

“Los rusos temen que se repita en Jersón la estampida de la región de Járkiv, cuando fueron abandonados equipos militares y archivos, y por ello se están preparando para salir con antelación”, dijo Zhdanov.