El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó al Ministerio de Situaciones de Emergencia la puesta en marcha de un dispositivo para asistir a los damnificados por la destrucción de la represa de Nueva Kajovka, en la región ucraniana de Jersón.
Según informó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, Putin instó al secretario de esa cartera ministerial, Alexander Kurenkov, organizar un operativo para “ayudar a las personas y eliminar las consecuencias de este desastre”.
Más tarde, el ministro Kurenkov confirmó que, siguiendo las órdenes del presidente, ha enviado a las zonas afectadas una serie de equipos de emergencia y rescate liderados por el viceministro Anatoli Suprunovski, según informaciones de la agencia rusa de noticias TASS.
“Llegarán a la región de Jersón para coordinar acciones para brindar asistencia integral a la población”, manifestó Kurenkov. Previamente, el Ministerio de Emergencias había confirmado que un equipo de 350 rescatistas estaba ya preparado para actuar en la zona.
Durante la madrugada del martes, el Mando Sur de las Fuerzas Armadas de Ucrania informaron de la destrucción de esta infraestructura por parte de Rusia e indicaron que estaban investigando la magnitud del daño, así como la velocidad y la cantidad de agua que afectarían a las zonas probables de inundación.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, acusó a los “terroristas rusos” de la destrucción de la represa, lo cual fue rechazado por el Kremlin que, en palabras de Peskov, considera que el ataque fue un “claro” y “deliberado” acto de sabotaje planeado y ejecutado por el “régimen de Kiev”.