El “ataque masivo”, como lo ha descrito el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, lanzado por Rusia este sábado contra múltiples regiones del país, dejó al menos un millón y medio de ucranianos sin suministro eléctrico estable, según informó el adjunto de la oficina de Presidencia, Kirilo Timoshenko.

“El enemigo continúa atacando instalaciones energéticas en varias regiones de nuestro país. Hasta ahora, 672.000 suscriptores han sido desconectados en la región de Jmelnitski, otros 188.400 en Mikolaev, 102.000 en Volinia, 242.000 en Cherkasy, 174.790 en Rivne, 61.913 en Kirovogrado y 10.500 en Odesa”, mencionó la autoridad en declaraciones recogidas por la emisora internacional con financiación estadounidense, Radio Svoboda.

La operadora de electricidad ucraniana, Ukrenergo, había estimado previamente que los daños causados por los ataques rusos de este sábado “son comparables a los causados por Rusia durante el otro gran bombardeo de esta semana, entre el 10 y el 12 de octubre”.

Todo ello en lo que Zelensky ha descrito como un “ataque masivo” con el lanzamiento de 36 misiles rusos disparados durante las últimas horas, aproximadamente la mayoría de ellos interceptados, contra estas regiones del oeste y del sur, así como contra la capital, Kiev.

El principal asesor de Zelensky, Mijailo Podoliak, ha asegurado que Rusia está tratando de provocar una nueva crisis de refugiados en Europa a través de la expulsión de los ucranianos de sus hogares con la llegada del invierno. “Si el presidente de Rusia, Vladimir Putin, será capaz o no de implementar su plan dependerá de los líderes de las capitales europeas”, declaró a través de Twitter.