Rusia está preparando una nueva ofensiva contra Ucrania que comenzará a finales de mayo o en verano, pero Kiev tiene un plan propio y claro para el campo de batalla, dijo el Presidente Volodymyr Zelensky. También afirmó que 31.000 soldados ucranianos habían muerto desde la invasión en febrero de 2022, lo que supone la primera cifra oficial en más de un año.
En una entrevista un día después del segundo aniversario de la invasión rusa de Ucrania, Zelensky dijo que era vital que Kiev y sus aliados occidentales permanecieran unidos y reiteró que la victoria de Ucrania depende del continuo apoyo occidental. Zelensky dijo que la rotación de tropas sería de vital importancia para el esfuerzo bélico y enfatizó que Ucrania necesitaba preparar mejor sus fuerzas de reserva.
“Hay un plan (para una nueva contraofensiva), el plan es claro, no puedo decirles los detalles. Este plan está relacionado con el cambio de gestión, hay cambios correspondientes”, afirmó. El presidente de Ucrania reemplazó el mes pasado al anterior jefe del Ejército popular de su país, Valeriy Zaluzhnyi, por su comandante de las fuerzas terrestres, Oleksandr Syrskyi.
La negativa de entregar los detalles del plan de combate tiene relación con que la contraofensiva de Ucrania en 2023, impulsada por miles de millones de dólares en armas occidentales, fracasó en gran medida y no logró atravesar múltiples líneas de defensas y fortificaciones rusas por supuestas filtraciones de información.
“Nuestros planes de acción contraofensiva estaban sobre la mesa del Kremlin antes de que comenzaran las acciones de contraofensiva”, dijo Zelensky el domingo en una conferencia de prensa en Kiev. Posteriormente, su oficina confirmó a la AFP que Zelensky se refería a que Moscú había obtenido información sensible sobre planificación militar. Zelensky no proporcionó más detalles sobre la filtración.
Por lo anterior, continuó diciendo que Kiev estaba preparando “varias” versiones de su nueva estrategia en el campo de batalla para 2024, para ayudar a evitar que se repita.
Hablando de las pérdidas más amplias en la guerra, Zelensky dijo que decenas de miles de civiles habían muerto en las áreas de Ucrania ocupadas por Rusia, pero se desconocía el número real. “No sé cuántos de ellos murieron, cuántos fueron asesinados, cuántos fueron torturados, cuántos fueron deportados”.
Es raro que Ucrania proporcione una cifra de militares muertos, y otras estimaciones sugieren una cifra mucho mayor. La cifra de soldados fallecidos entregada por Zelensky contrasta con los datos de un informe de The New York Times en agosto pasado, que citó a funcionarios estadounidenses que estimaban el número de uniformados muertos en Ucrania en cerca de 70.000 y el número de heridos entre 100.000 y 120.000. Y el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso rechazó la cifra de Ucrania por considerarla “falsa”.
Las bajas militares de Rusia, dijeron los funcionarios, fueron aproximadamente el doble. El mismo informe decía que hasta 120.000 soldados rusos habían muerto durante la guerra. Tanto Rusia como Ucrania a menudo han subestimado sus bajas militares en la guerra, al tiempo que han exagerado las pérdidas que afirman haberse infligido mutuamente, indica Reuters.
Este lunes, con motivo del segundo aniversario de la invasión rusa, se realizará en París una conferencia para fortalecer el apoyo occidental a Ucrania. Según la Presidencia francesa, la reunión en París será una oportunidad para que los participantes “reafirmen su unidad, así como su determinación para derrotar la guerra de agresión librada por Rusia en Ucrania”.
También es señal del deseo de Macron por presentarse como defensor europeo de la causa ucraniana, en medio del creciente temor a que el apoyo estadounidense pueda menguar en los próximos años, según información de France Press. La convocatoria, improvisada por Macron, responde a la urgencia del momento: el bloqueo de la ayuda en el Congreso de EE.UU. que deja a los europeos solos en la ayuda a Ucrania.
Los republicanos de la Cámara de Representantes en Washington han estado bloqueando durante cuatro meses un paquete de asistencia militar y económica de 61.000 millones de dólares (48.000 millones de libras esterlinas) a Kiev. Zelensky dijo que tenía esperanzas de que el Congreso de Estados Unidos aprobara pronto el paquete de ayuda, que incluye reemplazos muy necesarios de los misiles de defensa aérea utilizados para proteger a Kiev y otras ciudades, según información de The Guardian.
Y responde a otro eventual escenario: la hipótesis de que, con una victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre, la primera potencia mundial se desentienda de Europa. Zelensky afirmó el domingo que la victoria de su país “depende” del apoyo occidental y que estaba “seguro” de que Estados Unidos aprobaría un paquete crítico de ayuda militar.
Un funcionario presidencial francés, que pidió a France Press no ser identificado, dijo que la reunión debía contradecir cualquier “impresión de que las cosas se están desmoronando” después de los reveses de Ucrania en el campo de batalla. “Ni nos resignamos ni somos derrotistas”, dijo al respecto el funcionario francés, agregando, “no habrá victoria para Rusia en Ucrania”.
Debra Cagan, exdiplomática estadounidense y ahora asesora principal del Centro Eurasia del Consejo del Atlántico, argumentó que si Occidente hubiera proporcionado a Ucrania armas como aviones de combate F-16 o misiles alemanes Taurus, “estaríamos viendo un conflicto completamente diferente ahora”. “Y eso es lo que hace la indecisión, provoca más muertes, más destrucción y decisiones más difíciles en el futuro”, agregó a la Agencia AFP.
El inusual reconocimiento de Zelensky se produjo en un momento en que las Fuerzas Armadas de su país han estado a la defensiva, con escasez de personal y municiones a lo largo de la mayor parte de la línea del frente de 600 millas, mientras las tropas rusas atacan en el este y el sur.
Las fuerzas rusas ahora han vuelto a avanzar a través del este de Ucrania, después de haber capturado la simbólica ciudad de Avdiivka la semana pasada en la línea del frente y tratando de aprovechar su ventaja en municiones y mano de obra.
El principal general de Ucrania, Oleksandr Syrsky, dijo que había ordenado a sus tropas retirarse de Avdiivka para “preservar las vidas y la salud de los soldados”, lo que describió como el “valor más alto” del ejército. Pero los soldados en tierra dijeron que la retirada debería haberse ordenado antes, ya que las fuerzas ucranianas fueron superadas en armamento por la artillería rusa y la superioridad aérea rusa en la región.
A la conferencia de este lunes asistirán el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente polaco, Andrzej Duda, así como el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Cameron. Zelenskiy llegará por vídeo. El domingo dijo que le había pedido a Macron que proporcionara a Ucrania aviones de combate Mirage.
Por otro lado, el Parlamento de Hungría votó el lunes para aprobar a Suecia como nuevo miembro de la OTAN, permitiendo al país nórdico superar un último obstáculo que había bloqueado su membresía y retrasado los esfuerzos de la alianza militar para aislar a Rusia por su guerra en Ucrania.
La medida fue aprobada tras una votación de 188 a favor y sólo 6 en contra en el Parlamento de 199 miembros, dominado por legisladores del partido gobernante Fidesz del primer ministro Viktor Orban.
El viernes, después de que su homólogo sueco, Ulf Kristersson, hiciera una visita a Budapest, la capital húngara, Orban declaró el fin de una disputa de meses con Suecia sobre su membresía en la OTAN.