Las fuerzas rusas han capturado Lysychansk, el último gran bastión ucraniano en Luhansk, poniendo efectivamente bajo control ruso la región oriental en el centro de la guerra en los últimos meses.
El ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, le dijo al Presidente Vladimir Putin el domingo que las fuerzas rusas, junto con la milicia de la autoproclamada República Popular de Luhansk, habían establecido el control total sobre Luhansk, informó el Ministerio de Defensa de Rusia.
Un funcionario ucraniano confirmó que sus tropas se retiraban de Lysychansk para evitar ser rodeadas.
La captura declarada de Luhansk por parte de Rusia, después de meses de duras batallas, señala una victoria para Moscú y demuestra cómo ha cambiado el rumbo de la guerra desde marzo.
Después de no poder tomar Kiev en el primer mes de la invasión y retirarse del centro de Ucrania, las fuerzas rusas se han concentrado en tomar el área oriental de Donbás, que comprende Luhansk y la vecina Donetsk.
Funcionarios de defensa rusos dijeron que el área total capturada en los últimos días fue de 182 kilómetros cuadrados. Rusia probablemente avanzaría hacia Siversk, Slovyansk y Bakhmut, en la región de Donetsk, según el Instituto para el Estudio de la Guerra.
Aún así, el progreso ruso en Donbás ha sido lento y ha tenido un costo enorme. Aunque Moscú puso fuerzas en otras regiones en una postura defensiva para concentrarse en tomar Donbás, necesitó meses para establecer el control total de Luhansk.
“Están sufriendo pérdidas significativas, pero avanzan obstinadamente”, escribió Serhiy Haidai, gobernador ucraniano de Luhansk, en Telegram el domingo. Cuestionó la afirmación de que Rusia tenía el control total de Luhansk y dijo que un ataque ruso a Bilohorivka, un pequeño asentamiento a unas pocas millas de Lysychansk, había sido rechazado.
La retirada de las fuerzas ucranianas de Lysychansk está en línea con la estrategia que han adoptado en las últimas semanas de aguantar el mayor tiempo posible con la esperanza de desangrar a las fuerzas rusas y luego llevar a cabo retiradas combativas.
Haidai dijo que el asalto a Lysychansk había sido incluso más brutal que la batalla de varias semanas por Severodonetsk, que dejó la ciudad casi completamente destruida.
“Si en Severodonetsk quedaron casas y edificios administrativos durante un mes de lucha callejera, entonces en Lysychansk los mismos edificios administrativos fueron completamente destruidos en un corto período de tiempo”, escribió Haidai en Telegram el domingo.
El anuncio de la captura de Lysychansk se produjo cuando cada lado culpó al otro por una serie de ataques transfronterizos, varios de ellos mortales.
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el teniente general Igor Konashenkov, dijo que las fuerzas ucranianas habían llevado a cabo un ataque deliberado con misiles balísticos Tochka-U con municiones en racimo y drones en áreas residenciales en las regiones occidentales de Rusia de Belgorod y Kursk.
El general Konashenkov añadió en una sesión informativa que las defensas aéreas rusas derribaron dos drones ucranianos que pretendían atacar Kursk antes de que pudieran causar bajas.
Los sistemas de defensa aérea rusos también destruyeron tres misiles balísticos Tochka-U con ojivas en racimo que, señaló, fueron lanzados en áreas residenciales de Belgorod. Los restos de uno de los misiles cayeron sobre un edificio residencial en la ciudad, afirmó.
Vyacheslav Gladkov, gobernador de Belgorod, dijo que al menos cuatro personas murieron.
Unos 50 edificios resultaron dañados, incluidos bloques de apartamentos y casas residenciales privadas, de los cuales cinco quedaron parcialmente destruidos, manifestó Gladkov.
Belgorod, que se encuentra a menos de 32 kilómetros de la ciudad ucraniana de Kharkiv, devastada por la guerra, ha sido escenario de ataques esporádicos en los últimos meses, incluso en un depósito de combustible.
Roman Starovoit, gobernador de Kursk, acusó a Ucrania de lanzar el ataque a su ciudad como “un intento de intimidar a la población civil”, escribió en Telegram, donde publicó fotos de los restos de lo que dijo que eran los drones derribados.
Los funcionarios ucranianos no comentaron de inmediato sobre los ataques en Belgorod y Kursk. En el pasado, han negado su responsabilidad en los ataques en territorio ruso, incluida la explosión de abril en el depósito de petróleo de Belgorod.
Más tarde, el domingo, Rusia golpeó Slovyansk y Kramatorsk, dos de las principales ciudades controladas por Ucrania en Donetsk, con una serie de cohetes, según funcionarios ucranianos.
Tetyana Ignatchenko, portavoz de la región de Donetsk, dijo a un sitio de noticias públicas de Ucrania que al menos seis personas murieron y 15 resultaron heridas en los ataques en Slovyansk, y agregó que era peligroso para los civiles permanecer en la región. El alcalde de la ciudad añadió en Telegram que el ataque fue el más grande en las últimas semanas y provocó al menos 15 incendios.
Oleksandr Honcharenko, el alcalde de Kramatorsk, escribió en Facebook que no hubo víctimas conocidas, pero que se habían producido daños significativos en la ciudad.
Los incidentes siguieron a un ataque el sábado en Slovyansk, que mató a cuatro personas e hirió a siete, un asalto que, según las autoridades ucranianas, es parte de una nueva estrategia rusa para aterrorizar al país y someterlo.
“El Ejército ruso continuó disparando misiles contra nuestras ciudades”, dijo el Presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, en un mensaje de video el sábado por la noche. “Solo por la noche, ya ha habido seis ataques con misiles, un total de 12 misiles”.
Rusia ha negado que tenga como objetivo intencional la infraestructura civil y ha acusado a Kiev de colocar posibles objetivos militares en áreas residenciales o cerca de ellas.
También el domingo, Alexei Selivanov, subjefe de la Dirección Principal del Ministerio del Interior para las partes controladas por Rusia de la región de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania, informó de un ataque nocturno en la ciudad de Melitopol.
Selivanov afirmó que el ataque se llevó a cabo con sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple de largo alcance suministrados a Ucrania por la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
“Esto se evidencia por la naturaleza del bombardeo”, escribió en Telegram. “El uso de armas extranjeras en ciudades civiles convierte a Estados Unidos y la OTAN en cómplices de una guerra terrorista”.
Los funcionarios ucranianos no comentaron directamente sobre el ataque del domingo por la mañana, aunque Zelensky dijo que las fuerzas ucranianas “siguen ejerciendo presión en el sur de nuestro país”. No se reportaron víctimas.