El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, afirmó que la operación en Ucrania está siendo “muy, muy difícil”, y reconoció que los objetivos iniciales de la invasión rusa “están todavía lejos de su completa ejecución”.

En una entrevista con la cadena serbia ATV, Peskov actualizó la situación en el frente, acusando a Occidente de estar alargando la contienda: “¿Por qué ha pasado un año y todavía queda tanto por hacer? La operación militar especial comenzó como un conflicto entre Rusia y Ucrania. (...) Pero en realidad en ese momento era difícil imaginar que los miembros de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos, primero indirectamente y luego directamente, interferirían en ese conflicto”.

También aseguró que lo que Rusia hace “no es la guerra”, ya que “hacer la guerra es algo completamente diferente, es la destrucción total de la infraestructura, la destrucción total de las ciudades, etc”. “No hacemos eso”, insistió el portavoz, “estamos tratando de salvar la infraestructura y estamos tratando de salvar vidas humanas”.

Sobre la ofensiva en Bajmut, Peskov cree que “será puesta bajo control ruso” tarde o temprano, aunque calificó los combates en la ciudad ucraniana de “bastante intensa”.

También negó las declaraciones del Grupo Wagner, que acusaron a Rusia de no enviar los soldados necesarios a la ciudad y a los militares rusos de abandonar sus puestos: “No mencionaré el nombre de nadie, pero diré que, independientemente de lo que digan y de las declaraciones que hagan, hablamos de las fuerzas armadas de la Federación Rusa. Esas son todas las fuerzas rusas, son todas las mismas y persiguen siempre el mismo objetivo”.