Este miércoles, el presidente ruso Vladimir Putin anunció que revivirá una tradición décadas perdida: el desfile de atletas en la Plaza Roja. El espectáculo propagandístico tendrá lugar precisamente en marzo, un poco antes de las elecciones presidenciales, en las que se espera que sea reelecto.
La vuelta de los desfiles de atletas, una tradición que data de los tiempos soviéticos, fue ordenada por el gobierno, y en la página del Kremlin ya están llamando a quienes deseen para participar en marzo 2024.
Durante las primeras décadas de la Unión Soviética, el desfile de atleta en la Plaza Roja de Moscú ocurría todos los años, partiendo en 1919 con el fin de promover la educación física y los deportes entre el pueblo ruso. Estos eventos, en los cuales cientos de participantes de todas las repúblicas soviéticas tomaban parte, fueron presididos por Josef Stalin a partir de 1931.
La última de estas paradas tuvo lugar en 1941, cuando la Unión Soviética celebraba su victoria en la Segunda Guerra Mundial. Después de esto, este evento empezó a ser reemplazado con marchas de trabajadores y paradas militares.
Desde 1931 hasta 1945, la tradición ocurría todos los 12 de agosto en la Plaza Roja, con los atletas soviéticos mostrando un espectacular despliegue de coreografías que, según The Times, “llegaba a rivalizar con el Carnaval de Rio”.
La agencia rusa de noticias TASS señaló que la idea de revivir esta tradición nació del presidente de la Asociación Internacional de Boxeo, Umar Kremlev, que le propuso la idea a Vladimir Putin durante un foro de deportes en Perm, en octubre. Desde tal agencia señalan que el desfile en la Plaza Roja contará con la partición de aquellos que crean en la amistad entre todos los deportistas, sean tan profesionales como aficionados.
El desfile sería solo una de las muchas instrucciones que, en octubre, le habría dado el líder ruso al Consejo Presidencial del Desarrollo de la Cultura Física y los Deportes. Entre otras instrucciones, se les ordenó a los cuerpos gubernamentales que envíen propuestas para ir reduciendo gradualmente la dependencia en la importación equipamiento para deportistas de elite, redirigir las ganancias por apuestas para desarrollar el deporte entre personas con discapacidades y desarrollar el mercado interno de los videojuegos.
Algunos observadores aseguran que este afán deportivo vendría siendo parte de una campaña para elevar la moral de la nación, en medio de las pérdidas económicas y las pérdidas causadas por la guerra, y justo cerca del momento de su reelección.
En tanto, las autoridades rusas aún no deciden si autorizarán a sus atletas a competir como neutrales en los Juegos Olímpicos de París: el Comité Olímpico no permitirá que los deportistas rusos o bielorrusos participen en el evento, a menos que participen “como deportistas individuales neutrales”, que hayan superado las fases de clasificación, que no hayan apoyado activamente la invasión rusa de Ucrania y que no estén bajo contrato con el ejército ni con las agencias nacionales de seguridad de Rusia o de Bielorrusia.
Como alternativa, el presidente Putin decretó unos “Juegos Mundiales de la Amistad”, que se pararían como una alternativa frente a los Juegos Olímpicos, y que tendrán lugar entre el 15 y el 29 de septiembre. El objetivo de esto sería garantizar “la libre participación de los deportistas rusos” en las competiciones y el desarrollo de “nuevos formatos de cooperación deportiva internacional”, señala el decreto.
Para más, en junio Rusia organizará los “Juegos BRICS”, entre el 12 y el 23 de junio. Un mes antes de los Juegos Olímpicos, el evento tendrá lugar en Kazán, que para aún más, acogerá en marzo los “Juegos del Futuro”. En estos juegos, habrá 21 disciplinas en las que se combinan la educación física y los deportes electrónicos.