Hacía 44 días que Rusia no bombardeaba Kiev. Hasta la madrugada de este jueves, cuando el centro y otros distritos de la capital de Ucrania amanecieron entre fuertes explosiones luego de que las fuerzas rusas atacaran la ciudad con al menos 31 misiles de crucero y balísticos. Las autoridades ucranianas aseguraron que las defensas aéreas derribaron todos los misiles entrantes, aunque 17 personas -13 en la capital y 4 en su periferia- resultaron heridas, según las autoridades ucranianas.
En el centro de la ciudad, las explosiones se produjeron alrededor de las 5.00 hora local (en al menos tres rondas distintas. “Después de una pausa de 44 días, el enemigo ha atacado de nuevo Kiev”, escribió la Administración Militar capitalina en su cuenta de Telegram. “El enemigo ha disparado misiles de crucero Kh-101, Kh-555 y Kh-55 desde bombarderos estratégicos Tu-95MC y misiles balísticos desde el territorio de la Federación Rusa”, añadió.
La Fuerza Aérea ucraniana dijo que derribó los 31 misiles rusos involucrados, precisando que entre los proyectiles rusos había dos misiles balísticos Iskander y Kinzhal, así como 29 misiles de crucero disparados por bombarderos.
El Ejército ruso, de su lado, aseguró haber apuntado a “centros de decisión, bases logísticas y puntos de despliegue temporal” de las fuerzas ucranianas, y aseveró igualmente haber alcanzado “todos sus objetivos”.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, detalló en Telegram que fragmentos de cohetes cayeron en varios distritos de la ciudad, impactaron en edificios residenciales y provocaron varios incendios. Fueron evacuadas 79 vecinos de un bloque de viviendas, informó Euronews.
Raisa Kozienko, vecina de uno de los bloques destruidos, sollozaba en la calle: “Me desperté de la primera explosión y salí corriendo. Y luego hubo una segunda explosión, muy aterradora. Si mi hijo no hubiera salido corriendo, habría muerto”. “Todo nuestro departamento quedó destruido, la onda expansiva destruyó muebles, ventanas, puertas, todo. Es un horror. Maldita sea esta guerra y este Putin”, lamentó Kozienko.
Tras estos ataques en la capital ucraniana y su región, el Presidente Volodymyr Zelensky pidió una vez más a sus aliados occidentales más sistemas antiaéreos, coincidiendo con una cumbre de la UE en Bruselas dedicada a la cuestión del apoyo militar a su país. “Este terror sigue día y noche”, afirmó el mandatario en un mensaje en Telegram. Pero “es posible acabar con ello”, si hay una “unidad mundial”, agregó.
“Ucrania necesita esta protección ahora. De Kiev a Kharkiv, de Sumi a Kherson, de Odesa a la región de Donetsk. Es totalmente posible si nuestros socios muestran suficiente voluntad política”, insistió Zelensky.
En la misma línea, el canciller ucraniano, Dmytro Kuleba, pidió al Congreso de Estados Unidos “salvar vidas” liberando 60.000 millones de dólares de ayuda para Kiev, bloqueados desde hace meses por las disputas políticas entre demócratas y republicanos.
El de este jueves es el primer ataque de calado contra Kiev y sus alrededores desde principios de febrero y se produce después de que Ucrania multiplicara los bombardeos en las regiones fronterizas rusas, especialmente en Belgorod.
En esta región, un bombardeo ucraniano causó el jueves cinco heridos. “En la ciudad de Belgorod, más de 30 departamentos y seis edificios residenciales quedaron dañados en un bombardeo de las fuerzas armadas ucranianas”, afirmó el gobernador regional, Viacheslav Gladkov, en Telegram.
El presidente ruso Vladimir Putin dijo la semana pasada, tras una serie de ataques con drones, cohetes y artillería de Kiev contra suelo ruso que “estos ataques del enemigo no quedarán impunes”. El mandatario prometió restaurar “la seguridad” en las zonas fronterizas e insistió en que Rusia tenía “un plan” para lograr la victoria ante Ucrania.
Moscú ha intensificado sus ataques aéreos contra Ucrania en los últimos días. El miércoles, al menos dos personas murieron en la región de Donetsk, cuando un misil ruso alcanzó una vivienda en Maksymivka, a 50 kilómetros al suroeste de Donetsk.
Conflicto convencional a gran escala
En el terreno, las fuerzas rusas siguen avanzando lentamente, frente a un Ejército ucraniano cada vez más desgastado, por falta de hombres y municiones, apunta AFP. De hecho, Rusia reivindicó este jueves la captura del pueblo de Tonenke, situado al oeste de Avdiivka, una ciudad del frente oriental que las tropas de Moscú ocuparon a inicios de este mes tras una larga batalla.
A medida que crecen los temores de que Moscú esté planeando una eventual guerra con la OTAN y apenas unos días después de que Putin se adjudicara una aplastante victoria en las elecciones presidenciales que lo tendrán en el poder, al menos, hasta 2030, el ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, anunció el miércoles que Moscú reforzaría sus FF.AA. añadiendo dos nuevos Ejércitos y 30 nuevas formaciones para finales de este año.
“Grupos de tropas rusas continúan expulsando al enemigo de sus posiciones”, dijo Shoigu a los generales de alto rango. “Estados Unidos y sus satélites están extremadamente preocupados por el éxito de las Fuerzas Armadas rusas”, aseguró, para luego agregar que “la agrupación combinada de tropas continuará basándose en los éxitos alcanzados y aumentará el impacto del fuego real sobre los objetivos enemigos”.
“Continuaremos mejorando la capacidad de combate y la fuerza numérica del Ejército ruso en proporción a las amenazas a la seguridad del país que emergen”, advirtió el general.
Rusia, que ha reclutado cientos de miles de soldados contratados, creará dos nuevos ejércitos y 30 formaciones, incluidas 14 divisiones y 16 brigadas, para proseguir en su invasión de Ucrania y militarizar sus fronteras con la OTAN, detalló Shoigu.
Según los estándares rusos, un ejército puede oscilar entre 200.000 y un millón de combatientes. Por debajo están los cuerpos (100.000 miembros), las divisiones (12.000 a 24.000 efectivos) y las brigadas (2.000 a 8.000 militares), detalla el diario El País.
“¿Dónde conseguirán medio millón de efectivos militares? La única salida es la movilización”, enfatizó en su canal de Telegram Víktor Alksnis, un conocido militar soviético y exdiputado de la Duma Estatal. Sin embargo, las Fuerzas Armadas rusas reclutaron a medio millón de personas en 2023, según el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev. El diario ruso RBK publicó por su parte que en el Ejército ruso sirvieron 640.000 efectivos el año pasado.
Sin embargo, el exdiplomático británico John Foreman dijo a Newsweek que el anuncio de Shoigu no señalaba un ataque ruso a Occidente y era una reafirmación de planes estructurales a largo plazo anteriores aprobados por Putin a finales de 2022.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) señaló que el año pasado Rusia había formado dos nuevos Ejércitos de Armas Combinadas: la 25 y la 18.
En enero de 2023, Shoigu anunció que Moscú también crearía tres nuevas divisiones de fusileros motorizados y dos nuevas divisiones de asalto aéreo, además de reorganizar siete brigadas de fusileros motorizados en divisiones de fusileros motorizados.
El ISW dijo que el anuncio de Shoigu del miércoles no diferenciaba entre divisiones de asalto aéreo y de fusileros motorizados, lo que probablemente significaba que Moscú creará dos nuevas divisiones este año, además de las 12 divisiones anunciadas en enero de 2023.
“La declaración de Shoigu de ayer (miércoles) no fue nueva y no presagia un ataque ruso a la OTAN”, dijo Foreman, exagregado de defensa británico en Moscú y Kiev. “Fue una reiteración de los planes previamente anunciados para ampliar y remodelar el Ejército ruso como una medida estratégicamente defensiva en respuesta a la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN”.
“Shoigu fue típicamente opaco en los detalles”, comentó Foreman. “No creo que Rusia, actualmente, tenga la capacidad de tripular, entrenar y equipar estas nuevas formaciones más grandes, dadas sus luchas en curso en Ucrania, las pérdidas constantes, las severas presiones sobre el complejo militar-industrial y la destrucción de enormes cantidades de blindaje y equipamiento”.
Sin embargo, el propio ISW advirtió que Rusia se prepara para afrontar un conflicto convencional a gran escala con la OTAN, tras haber analizado varios indicadores financieros, económicos y militares rusos. El think tank indica, en todo caso, que esto no ocurrirá de forma inminente, pero probablemente, en un plazo más corto de lo que algunos analistas occidentales plantearon inicialmente, consigna Euronews.