El Presidente ruso Vladimir Putin dijo que obtendrá “sus objetivos” en Ucrania “por la negociación o por la guerra”, en una conversación telefónica ayer con su homólogo francés Emmanuel Macron, afirmó la presidencia francesa. A la par el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, calificó como “muy creíbles” los informes que dan cuenta de “crímenes de guerra” cometidos por Rusia durante su invasión de Ucrania, en una entrevista a la cadena CNN.
Y es que las fuerzas rusas parecen haberse ensañado ayer con los civiles durante su avance por el territorio ucraniano. Así, mientras la población en la ciudad costera de Mariupol, en el sur del país, seguía atrapada tras el segundo fracaso del operativo de evacuación, se estrechaba el cerco ruso en la región de Kiev, forzando a sus habitantes a huir. Todo ello, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) denunció durante la jornada que al menos seis personas murieron y 11 resultaron heridas en Ucrania en seis ataques registrados contra instalaciones sanitarias desde el inicio de la invasión rusa, el 24 de febrero pasado.
La OMS “condena enérgicamente” estos ataques, realizados en su mayoría por fuego de artillería, dijo el organismo de salud de la ONU en un comunicado publicado en su página web. La OMS está investigando “informes adicionales” de otros ataques a hospitales, añadió el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo que ha podido verificar que se han registrado 1.123 víctimas civiles entre muertos y heridos en la guerra en Ucrania, pero admitió que cree que las cifras reales son “considerablemente más altas, en particular en el territorio controlado por el gobierno”. Los Servicios Estatales de Emergencias de Ucrania aseguraron que únicamente los muertos civiles son más de 2.000, pero no existe una verificación independiente de este dato. La ONU señaló que 364 civiles han muerto desde la invasión rusa de Ucrania, entre ellos 25 niños, según informaciones que ha podido contrastar y documentar.
En el undécimo día desde la invasión rusa de Ucrania, “el segundo intento para comenzar a evacuar a cerca de 200.000 personas” del puerto de Mariupol “fue interrumpida entre devastadoras escenas de sufrimiento humano”, anunció ayer la Cruz Roja. “La columna para evacuar a la población civil no salió de Mariupol porque los rusos reagruparon sus fuerzas y comenzaron a bombardear la ciudad”, afirmó en Facebook el gobernador de la región, Pavlo Kirilenko.
Putin acusó a los “nacionalistas ucranianos” del fracaso de la evacuación, quienes también habrían impedido la precedente, el sábado, según el líder ruso. En una entrevista telefónica con Macron, el jefe del Kremlin negó que su Ejército “tome a los civiles por objetivo”. Putin dijo que obtendrá “sus objetivos” en Ucrania “por la negociación o por la guerra”, en una conversación telefónica de una hora 45 minutos de duración con el mandatario galo, quien vio al líder ruso “muy decidido”, informó el Palacio del Elíseo.
Mariupol -un puerto estratégico en el mar de Azov- ha estado varios días bajo intenso asedio ruso, sin electricidad. Su alcalde, Vadim Boitchenko, indicó en una entrevista publicada en YouTube que “Mariupol ya no existe” y que hay miles de heridos. “El objetivo del enemigo es cercar las ciudades clave” y “crear una catástrofe humanitaria”, escribió en Facebook el secretario del Consejo de Seguridad ucraniano, Oleksiy Danilov.
Por su parte, el Presidente ucranio, Volodymyr Zelensky, acusó ayer a Rusia de planear un ataque contra la ciudad de Odesa, en el mar Negro, que se encuentra en el punto de mira de Putin, que podría estar preparando también un desembarco anfibio, según la inteligencia occidental. “Los rusos siempre solían venir a Odesa y solo conocían la calidez y la generosidad y ¿qué pasa ahora? Artillería, bombas contra Odesa. Esto será un crimen de guerra. Este será un crimen histórico”, afirmó Zelensky en un mensaje por video difundido en sus redes sociales. Con casi un millón de habitantes, Odesa es una ciudad estratégica ya que es el principal puerto de Ucrania y posee grandes industrias.
Zelensky informó también que los rusos destruyeron el aeropuerto de Vinnytsia, en el centro del país. El Ministerio ruso de Defensa anunció haber destruido el aeródromo militar de Starokonstantinov, a 130 kilómetros al noreste de Kiev.
“Cuerpos por todas partes”
Según destacó ayer The Wall Street Journal, las fuerzas rusas intensificaron los ataques en toda Ucrania, avanzando hacia la capital, Kiev, y la segunda ciudad más grande del país, Kharkiv, mientras mataban a decenas de civiles e interrumpían los esfuerzos de evacuación.
Después de superar una ofensiva rusa inicial, Ucrania ahora se está preparando para una segunda ola de ataques rusos centrados en los principales centros de población de todo el país, dijo ayer el asesor de seguridad nacional de Ucrania, Oleksiy Danilov, en una publicación en las redes sociales. El plan ruso, aseguró, es rodear a las fuerzas ucranianas y “crear una situación de desastre humanitario para la población civil”.
Justamente en Kiev, los barrios obreros de las afueras, como Bucha e Irpin, ya están en la línea de fuego, y los últimos ataques aéreos convencieron a muchos residentes de que era la hora de huir, informó ayer France Presse.
Ocho civiles fallecieron en Irpin mientras se realizaban las evacuaciones, según el alcalde, quien dijo que fue testigo de la muerte de cuatro personas. “Una familia murió”, señaló Oleksandr Markushyn, citado por CNN. “Frente a mis ojos murieron dos niños pequeños y dos adultos... Irpin está en guerra, Irpin no se ha rendido. De hecho, parte de Irpin fue capturada por los invasores rusos, pero parte de Irpin está luchando y no se rinde”, afirmó el edil.
“Están bombardeando áreas residenciales, escuelas, iglesias, edificios, todo”, se lamentó la contable Natalia Didenko. En Bilohorodka, justo en las afueras de la capital, las tropas ucranianas colocaron explosivos en el último puente que permanece en pie para frenar la ofensiva rusa. “Este es el último puente, lo vamos a defender y no vamos a dejar que lleguen a Kiev”, dijo un combatiente que se identificó como “Casper”.
En Chernihiv, una localidad cercana a la frontera con Bielorrusia y Rusia, decenas de civiles murieron. “Había cuerpos por todas partes. Esperaban para entrar en la farmacia aquí, y están todos muertos”, contó a France Presse un hombre que pidió ser identificado solo por su nombre, Serguei, en medio del estruendo de las sirenas de alerta.
Pese al cada vez mayor aislamiento internacional, las duras sanciones y la oposición a la guerra de una parte de la sociedad rusa, duramente reprimida, Putin aseguró una conversación con el Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que no tenía intención de frenar la ofensiva. Según el resumen de la conversación ofrecida por el Kremlin, Moscú solo detendrá sus operaciones militares si Ucrania deja de combatir y se cumplen las exigencias rusas.
Putin recalcó que espera que los negociadores ucranianos -que tienen previsto reunirse hoy por tercera vez desde que Moscú empezó la guerra- adopten un enfoque más constructivo en las conversaciones y tengan en cuenta la realidad sobre el terreno, según consignó el diario español El País.
En tanto, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que su país trabaja “activamente” en un plan con Polonia para entregarle aviones a los ucranianos. Sin embargo, Putin advirtió a los Estados vecinos de Ucrania para que no acogieran aviones de combate de este país. “La utilización de redes de aeródromos de estos países como base para aviones militares ucranianos y su uso posterior contra las Fuerzas Armadas rusas podría ser considerado como una implicación de estos países en el conflicto armado”, declaró.