El 17 de abril de 2017, Imelda Cortez llegó hasta el hospital nacional de la ciudad de Jiquilisco, El Salvador, luego de sufrir una hemorragia. Según había relatado a los médicos había sentido "que le salió algo cuando estaba en sanitario". Lo que había sucedido es que la mujer de 20 años había tenido un parto extrahospitalario y el bebé cayó al desagüe.
Cuando la mujer llegó al hospital "una doctora diagnosticó que la mujer había tenido un parto extrahospitalario, pues además habían llevado la placenta", consignó un comunicado del Centro Judicial.
Cortez lo justificó diciendo "que sintió que le salió algo cuando estaba en el servicio (sanitario)".
Imelda quedó bajo detención provisional en el centro penal de San Miguel, al este de El Salvador, mientras que a su hija la hayaron con vida en la fosa séptica "llena de heces y de polvo blanco".
Finalmente, luego de 20 meses detenida, Imelda fue puesta en libertad luego de ser absuelta de los cargos que enfrentaba.
Esto luego de un giro inesperado que tuvo el juicio, luego de que la Fiscalía solicitara al tribunal "un proceso abreviado" y cambiara la tipificación del delito de tentativa de homicidio a "abandono y desamparo de personas" en perjuicio de su hija, por lo que pidió la condena de un año y no 20, como había solicitado originalmente.
Según explicó la Fiscalía que este cambio se debe a una nueva "política de persecución penal en materia de violencia contra las mujeres".
Cabe recordar que El Salvador tiene una de las leyes antiaborto más severas de Latinoamérica, la que criminaliza a las mujeres en caso de aborto o en situaciones de partos extrahospitaliarios.
Imelda fue puesta en libertad "de inmediato" tras haber pasado un año y ocho meses de prisión preventiva.
"Sabemos que Imelda no cometió ningún delito y por eso debe quedar en absolución total, recobrando la libertad que se le ha negado por un delito que no ha cometido", declaró horas antes del veredicto a la AFP Keyla Cáceres, una de sus abogadas.
La letrada recordó que Cortez quedó embarazada producto de las agresiones sexuales que sufrió a lo largo de siete años por su padrastro, quien se encuentra detenido a la espera de juicio.