Con salvas y recogimiento, un Reino Unido en duelo rinde homenaje este sábado al príncipe Felipe, al día siguiente de la muerte del esposo de la reina Isabel II que ha perdido a su más fiel apoyo.
A dos meses de cumplir 100 años, el duque de Edimburgo murió “apaciblemente” en el castillo de Windsor, oeste de Londres, el viernes por la mañana.
La reina manifestó su “profunda tristeza” por la pérdida del que fue su esposo durante más de 70 años y quien, con su carácter fuerte (y sus bromas de mal gusto), constituyó una presencia familiar para generaciones de británicos y de la quincena de países de los que Isabel II es jefa de Estado.
En Londres, Belfast, Edimburgo, Gibraltar y desde los buques de la Royal Navy en el mar se dispararán salvas a las 12 horas locales (11 horas GMT) para saludar al patriarca de la familia real británica, después de haber nacido en Corfú como príncipe de Grecia y Dinamarca y tener una infancia errante por toda Europa.
En los encuentros de la Premier League de fútbol se observará un minuto de silencio.
El viernes por la noche, la campanas de la abadía de Westminster, donde se casaron en 1947, tañeron 99 veces, una por minuto, en homenaje al príncipe de 99 años.
Su retrato, solo o acompañado por su esposa, figura en todas las portadas de los diarios este sábado con las fechas que marcaron su siglo de vida: 1921-2021. El tabloide Daily Mail le consagra un número especial de 144 páginas.
Las televisiones suspendieron su programación habitual para consagrar especiales al príncipe y sus hijos compartieron recuerdos en un programa especial difundido por la BBC.
“Si decías algo ambiguo, te decía: ‘Decídete’”, cuenta su hijo Carlos, el heredero de la corona.
Desde el anuncio de su muerte, se multiplicaron los mensajes de condolencias del mundo entero mientras que el público se acercaba a los palacios de Windsor o Buckingham, residencia oficial de la reina en Londres, para depositar mensajes y flores.
Su muerte marca el final de una época, aseguran algunos, en un momento en que el país busca una nueva identidad tras el Brexit.
Formato reducido
La monarca, que cumplirá 95 años el 21 de abril, debe hacer frente sola a la crisis que sacude a la familia real británica, a raíz de las recientes críticas de su nieto Enrique y de su esposa Meghan.
La pareja reprochó la falta de apoyo a Meghan, que llegó a pensar en el suicidio. La exactriz mestiza y su esposo aseguraron que un miembro de la familia real (que no fue ni la reina ni su esposo) manifestó su “preocupación” por el color de piel que tendría su hijo, dado que la madre de Meghan es negra.
Ahora falta saber si la pareja, que vive en California, asistirá a los funerales del abuelo cuya asistencia se anuncia reducida por la pandemia.
La sociedad real College of Arms, encargada del protocolo, afirmó que no será un funeral de Estado. De acuerdo con los deseos del duque, la ceremonia se celebrará en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor y debido al Covid-19 se pedirá al público que no asista.
Sus restos reposan en el castillo de Windsor hasta los funerales, “conforme a la costumbre y a los deseos de su Alteza Real”, informa la organización heráldica.
El palacio de Buckingham declaró el viernes que la reina “examina” la organización del funeral.
En estos tiempos de pandemia, se recomienda al público que no se acerque a las residencias reales para evitar congregaciones, y que hagan más bien donaciones a asociaciones.
También se puede asistir en línea a un servicio de condolencias.
El príncipe Felipe era conocido por su franqueza y por sus meteduras de pata y comentarios racistas o sexistas. Pero los británicos lo apreciaban por su incansable dedicación.
Nacido en Corfú el 10 de junio de 1921 con los títulos de príncipe de Grecia y Dinamarca, batió en 2009 el récord de longevidad de los consortes de la monarcas británicos.
En agosto de 2017 se retiró de la vida pública después de haber participado en más de 22.000 compromisos públicos oficiales desde la ascensión de su esposa al trono en 1952.