A un año de unas elecciones que llevaron al poder por primera vez en el país a una coalición integrada por partidos antisistema: La Liga y el Movimiento 5 estrellas (M5S), Italia enfrenta a un gobierno con roces internos, al borde de generar una crisis de deuda y popularidad dispar entre sus colectividades.

Así, mientras Matteo Salvini, que asumió como viceprimer ministro y ministro del Interior, ha duplicado su popularidad en este tiempo -con una intención de voto de un 32,7%, dejando atrás el 17,3% alcanzado en las elecciones pasadas. A su vez, Luigi di Maio, del Movimiento 5 Estrellas, no ha tenido el mismo éxito, con un desplome en su aprobación de 32,7% a 25,3%.

"Salvini tiene una gran popularidad en Italia. Muchos son los que lo estiman como seguidores. Sus oponentes también reconocen su sentido del estilo y capacidad política. Ciertamente, inventó nuevas formas de comunicación política inmediata al explotar las posibilidades de los medios sociales" explica a La Tercera el cientista político Raffaele De Mucci.

Sin embargo, pese a la popularidad que goza Salvini sus duras posturas ante temas como la inmigración, proyectos de infraestructura como el tren de alta velocidad entre Turín y Lyon y política internacional le ha generado cierto reproche y roces con su socio de la coalición.

De Mucci explica que "hay un fuerte resentimiento contra él, especialmente entre las clases intelectuales y en la izquierda por las políticas y actitudes autoritarias que asume".

Por ejemplo, su crítica postura contra la inmigración le ha significado a Salvini una acusación de abuso de poder, secuestro de personas y detención ilegal al bloquear el desembarco de 177 refugiados africanos durante cinco días en agosto pasado, imputación finalmente depuesta por el parlamento. En todo caso pese a sus políticas, un 68% de los italianos considera que la Liga es el mejor partido para hacer frente al tema.

"Ocupa el poder sin respetar las instituciones públicas a las que se supone que debe gobernar. Es un líder carismático que cubre todas las posiciones de los funcionarios públicos de alto nivel con seguidores en gran medida incompetentes" explica a este diario un politólogo que prefirió mantener su anonimato.

En materia internacional, como fue el caso de la crisis en Venezuela, Salvini exigió la salida de Maduro, mientras que el M5S con su líder Luigi De Maio defendía el principio de no injerencia en los asuntos de otros países. A pesar de las diferencias la coalición se mantiene unida y con un 60% de respaldo de los votantes.

Uno de los desafíos que tendrá que enfrentar el gobierno son las elecciones del Parlamento europeo del 26 de mayo. Según un sondeo del diario La Repubblica, Salvini goza de una popularidad del 60%, lo que unido al incremento del poder de la Liga ha motivado a la colectividad presentarse a los comicios. Son 705 escaños en el Parlamento Europeo los que serán electos para la legislatura 2019-2024, carrera que ya ha comenzado para los posibles candidatos.

En todo caso, pese a las actuales tensiones entre la Liga y el M5S, Di Maio señaló en una entrevista con la agencia Bloomberg que se encuentra confiado de que ni su partido ni su aliado y, a veces, rival "van a poner a Italia en el camino de realizar elecciones anticipadas".