De este jueves hasta hoy, el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, habrá conversado con los gobernantes de los cuatro países más importantes del Viejo Continente: en orden cronológico, Francia, Reino Unido, Italia y Alemania. El jueves, ya habló con Emmanuel Macron y Boris Johnson, mientras que el viernes se encontró con Mario Draghi.
Pero el encuentro que más ilusión le hace se realizará hoy, cuando el flamante canciller alemán, Olaf Scholz, haga acto de presencia en La Moncloa. A eso de las 16 horas, luego de sus reuniones, ambos darán una conferencia de prensa conjunta. La portavoz adjunta del Ejecutivo alemán, Christiane Hoffmann, ya adelantó que el encuentro en Madrid “se centrará previsiblemente en las relaciones bilaterales, en temas internacionales y de política europea, así como en la lucha contra la pandemia del Covid”.
El recibimiento a Scholz es particularmente significativo. Según el diario El País, para La Moncloa es importante que se visualice que la socialdemocracia está fuerte en Europa y domina dos de los cuatro grandes países (Alemania y España). En tanto, Francia e Italia tienen líderes centristas, y el Partido Popular Europeo -al que pertenece el opositor PP de Pablo Casado en España- no tiene ninguno de los grandes gobiernos, algo inédito en los últimos años y que es consecuencia directa de la salida de Angela Merkel y la derrota de su partido, la CDU, frente al SPD de Scholz.
El mensaje que se lanza desde La Moncloa, según la agencia EFE, es que Sánchez y Scholz tienen una gran sintonía tras haber coincidido en numerosos actos de los socialistas europeos y son las cabezas más visibles, aunque no las únicas, del fortalecimiento de la socialdemocracia en Europa.
Las fuentes citadas subrayan que Sánchez desea que ese robustecimiento de la socialdemocracia lleve aparejado el de toda la Unión Europea con el impulso de políticas que sirvan para dejar atrás las consecuencias de la pandemia de coronavirus.
La relación de Scholz con Sánchez no es nueva, y de hecho ambos se apoyaron mutuamente durante sus campañas. Fuentes cercanas a La Moncloa señalaron al periódico El Español que ambos “son los dos líderes más importantes de la familia socialdemócrata en la Unión Europea”. En esta ocasión, se espera que el socialista español busque el apoyo del canciller alemán a la hora de relajar las reglas fiscales del continente, en miras a garantizar una “recuperación justa y sostenible” de cara a la pospandemia.
Sánchez ya ha destacado que muchas de las políticas que está implantando coinciden con las de la coalición semáforo en Alemania, tales como la subida del salario mínimo, un ingreso mínimo vital y el impulso a la industrialización. Los dos líderes se habían encontrado en una instancia anterior: la reunión del G20 en Italia. En ese entonces, ambos se habían dado cita con el Partido Democrático de Italia.
Sánchez confía que Scholz se vuelque en el objetivo de que la UE avance en las negociaciones que permitan consensuar un Pacto sobre Migración y Asilo y será uno de los asuntos que se tratarán en la reunión de hoy, en la que se abordarán también, entre otros cuestiones, la preparación de la cumbre de la Alianza Atlántica, las relaciones bilaterales, la política energética comunitaria, la reforma de las reglas fiscales de la UE y la amenaza que Rusia supone para Ucrania, apunta EFE.
Pero no solo de coordinación con sus pares ideológicos se trata la agenda internacional de Sánchez. En el tenso momento que viven la OTAN y la Unión Europea, con Rusia a las puertas de Ucrania y exigiendo a la Alianza Atlántica detener el ingreso de Kiev, España se perfila como líder de la estrategia europea.
El 29 y 30 de junio, en Madrid se celebrará la próxima cumbre de la OTAN, que ha sido señalada como “la más importante” de los últimos años. En ese encuentro, los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte esperan reelaborar su estrategia, a medida que Rusia y China ganan terreno en el panorama mundial.
Por lo demás, España ya ha estado a la cabeza en el ámbito de la seguridad europea: el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y de Seguridad Común es el exministro de Relaciones Exteriores, Josep Borrell. Y ha sido él quien dibujó el “Strategic Compass”, un proyecto con miras a fortalecer la autonomía estratégica del bloque europeo. Con Scholz, España ya firmó un acuerdo de coordinación a nivel industrial, de seguridad e intercambio de inteligencia en septiembre pasado.
Desde que los talibanes entraron a Kabul en agosto 2021, España ha estado enfatizando la importancia de una potencial “fuerza de intervención europea”. Esto, en miras a crear una Unidad Militar de Emergencias para el bloque continental, y a largo plazo, los primeros pasos para un Ejército Europeo. La misma presidenta de la Comisión Europea, Ursula von Der Leyen, luego de los eventos en Afganistán, felicitó y llamó a España “el alma de Europa”: el gobierno de Sánchez ofreció evacuación a los colaboradores afganos en esa instancia.
Otro de los temas prioritarios en la agenda de Sánchez es la variante ómicron, y cómo convertir la pandemia en endemia, en miras a retomar la normalidad. Hasta el momento, la OMS asegura que el 50% de los ciudadanos europeos se contagiarán con ómicron en los próximos dos meses.
A pesar de eso, el gobierno español viene preparando desde fines de 2020 una transición que implique no contar exhaustivamente la cantidad de casos de Covid: tomada como una enfermedad endémica, los servicios sanitarios españoles se preparan para empezar a trabajar con extrapolaciones estadísticas y representativas.
En este ámbito, el canciller alemán y su par español tienen visiones distintas del desarrollo de la pandemia: en su primer discurso de Año Nuevo, Scholz aseguró que “la pandemia no ha terminado”, además de anunciar nuevas restricciones sanitarias y solicitar a los alemanes que se vacunen.