A medida que han aumentado las tensiones en la zona fronteriza entre Líbano e Israel, muchos observadores vaticinan que Hezbolá y el Ejército israelí pronto estarán en guerra. De hecho, Alemania, Francia y Países Bajos pidieron a sus ciudadanos que abandonen Líbano, por la existencia de una alta probabilidad de que se produzca alguna escalada en las próximas semanas. Mientras que Estados Unidos adoptó una medida menos extrema y recomendó a sus compatriotas que se abstengan de volar al país, que se mantengan alejados de la zona sur y en alerta.
Para los expertos, estos países comparten la evaluación de que será imposible alcanzar un acuerdo que evite una guerra en Líbano, mientras no haya un acuerdo sobre el fin del conflicto en Gaza y la liberación de los rehenes.
En las últimas semanas no ha habido avances en los contactos para un acuerdo entre Israel y Hamas, y la declaración del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a principios de esta semana en una entrevista con el Canal 14, de que está interesado en liberar a algunos rehenes y luego reanudar la lucha contra Hamas, redujo aún más las posibilidades de un acuerdo de ese tipo.
“Mientras no haya avances en las negociaciones con Hamas, no habrá manera de llegar a un acuerdo en el norte”, dijo al diario Haaretz un diplomático de uno de los países que emitieron una advertencia de viaje. “En tales circunstancias, tenemos la obligación de advertir a nuestros ciudadanos. Es cierto que los últimos días han sido relativamente más tranquilos, pero la situación allí puede deteriorarse en cuestión de minutos y convertirse en una guerra muy fea”.
De hecho, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, advirtió que el Ejército de Israel es capaz de llevar a Líbano “de vuelta a la edad de piedra” en cualquier guerra con militantes de Hezbolá, pero insistió en que su gobierno prefiere una solución diplomática en la frontera entre Israel y Líbano.
En declaraciones a los periodistas al finalizar su viaje a Washington, Gallant también dijo que discutió con altos funcionarios estadounidenses sus propuestas “del día después” para la gobernanza de Gaza después de la guerra, que incluiría a los palestinos locales, socios regionales y a Estados Unidos, pero que sería “un proceso largo y complejo”.
Según trascendió en esas reuniones, Washington habría advertido a Israel que, basándose en sus evaluaciones de inteligencia, un intento israelí de realizar una maniobra terrestre limitada en el sur de Líbano probablemente desencadene un enfrentamiento total con Hezbolá, al que también se uniría Irán, incluso si Israel declara oficialmente que no está interesado en ello, indicó Haaretz.
El periódico indicó que la advertencia se produjo después de que altos funcionarios israelíes presentaron a los estadounidenses la opción de una operación israelí destinada a empujar a Hezbolá varios kilómetros al norte de la frontera, en un intento de evitar una guerra total que se espera que conduzca a una destrucción generalizada en ambos países.
La administración estadounidense, sostuvo Haaretz, “cree que hay muy pocas posibilidades de llevar a cabo una operación de ese tipo sin desencadenar un conflicto a gran escala, y teme que cualquier incursión terrestre de Israel en Líbano conduzca inmediatamente a una secuencia mutua de bombardeos devastadores en el interior de los dos países”.
“Aunque Israel jure que solo pretende expulsar a Hezbolá de la frontera y no destruir Beirut, la otra parte probablemente no le creerá”, explicó al diario uno de los funcionarios estadounidenses que participaron en las conversaciones. “Hay mayores posibilidades de que este tipo de intento de operación limitada conduzca muy rápidamente a una destrucción generalizada en ambos países”.
Si bien la administración estadounidense es consciente de que los dirigentes israelíes están debatiendo el asunto, no está segura de cómo representar con precisión los puntos de vista de las distintas partes implicadas, entre ellas Netanyahu, Gallant, el ministro de Asuntos Estratégicos Ron Dermer, el jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, y miembros de alto rango del Ejército y el Mossad.
Estados Unidos teme que Irán intervenga directamente en una guerra de este tipo y bombardee varias regiones de Israel junto con Hezbolá, de una manera que afectaría el funcionamiento de los sistemas de defensa aérea de Israel.
En todo caso, Michael Young, analista del centro de estudios Carnegie, indicó que en ese viaje de funcionarios israelíes a Washington, la delegación del país hebreo escuchó de funcionarios estadounidenses que en caso de un conflicto con Hezbolá, los norteamericanos respaldarían plenamente a Israel.
Esto llevó a un comentarista a decir a un periódico libanés que la “luz roja de la administración contra una ofensiva israelí se volvió naranja, y pronto podría volverse verde”. Esos argumentos se vieron reforzados aun más por las advertencias de Estados Unidos de que Hezbolá estaba equivocado al pensar que Washington podría detener una invasión israelí.
En todo caso, este panorama seria complicado para el presidente Joe Biden, quien sabe que un conflicto podría socavar cualquier posibilidad que tenga de ganar las elecciones estadounidenses en noviembre. Mantendría al mandatario atrapado entre el ala derecha y la izquierda de su dividido Partido Demócrata en las semanas previas a la votación. También alienaría aun más a los árabes estadounidenses y a los progresistas, fragmentando al electorado demócrata y provocando altos niveles de abstención entre ciertos bloques de votantes, dañando a Biden en los estados en disputa.
Por su parte, el interventor del Estado, Matanyahu Englman, envió el jueves una carta a Netanyahu en la que afirma que Israel no está lo suficientemente preparado para la evacuación de sus habitantes del norte en caso de que estalle una guerra con Líbano. El interventor detalla en la misiva cómo un desacuerdo entre el Ministerio de Defensa y el Ministerio del Interior sobre la responsabilidad de la evacuación de los civiles es la causa de la falta de orden que está perjudicando a los residentes.
“La realidad no resuelta, nueve meses después del inicio de la guerra, en un momento en que decenas de miles de personas de dos zonas de Israel están desplazadas de sus hogares, con la inminente posibilidad de una guerra en el norte, es inaceptable”, escribió el interventor estatal en la carta.
Posible conflicto
El asesinato de un alto comandante de campo de Hezbolá por parte de Israel el 11 de junio pasado acrecentó las preocupaciones sobre una guerra israelí más amplia en Líbano después de meses de enfrentamientos.
Hezbolá no solo disparó más de 200 misiles contra Israel en represalia sino que prometió intensificar sus ataques tras el asesinato de Taleb Sami Abdallah. El cambio en el alcance de los ataques de la milicia en comparación con las primeras semanas del conflicto ha llamado la atención de muchos observadores.
Tras el ataque liderado por Hamas contra Israel el 7 de octubre y la posterior guerra contra Gaza, Hezbolá inició escaramuzas a lo largo de la frontera sur de Líbano en solidaridad con el enclave palestino y para aliviar la presión sobre Hamas.
Desde entonces, el movimiento libanés ha demostrado ser capaz de derribar varios drones avanzados Hermes 900, disparar misiles antiaéreos contra aviones israelíes, obligándolos a retirarse, e incluso llevar a cabo un ataque simbólico contra una unidad de defensa aérea del Domo de Hierro.
“Hezbolá se está volviendo más audaz y creo que los israelíes están sorprendidos por esto”, dijo Amal Saad, experto en Hezbolá y profesor de política en la Universidad de Cardiff.
“Saben lo que tiene, su arsenal, pero no pensaron que tendría la audacia de usarlo, al menos no en Gaza”, dijo al portal Middle East Eye, sugiriendo que Israel esperaba que el movimiento libanés reservara esas armas para una guerra directa con Líbano.
Los expertos afirman que esta escalada probablemente esté vinculada al estancamiento político en las negociaciones del alto el fuego en Gaza.
Mientras en el terreno, Israel ha comenzado a desplegar tropas adicionales en su frontera norte en preparación para este conflicto. Las tropas bajo la bandera del Comando Norte llevaron a cabo un importante ejercicio de entrenamiento para simular escenarios “extremos” en la zona el miércoles, supervisado en parte por Netanyahu.
Además, el Ejército de Israel ordenó a más civiles de Gaza que se marcharan, instruyéndoles a desalojar varios bloques en el barrio de Shujayea. Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron el jueves que mataron a un agente de Hezbolá de una unidad encargada de lanzar drones a Israel desde Líbano, y que la Fuerza Aérea atacó objetivos adicionales de Hezbolá en el sur de Líbano. Al tiempo que indicaron que se habían disparado 40 cohetes al norte de Israel y que la mitad se había interceptado.
Durante la actual ronda de hostilidades, los ataques aéreos israelíes contra Líbano han matado a más de 450 personas, entre ellas al menos 80 civiles. Mientras tanto, Israel afirma que han muerto 15 de sus soldados y 10 civiles.
El movimiento libanés ha estado realizando ataques con aviones no tripulados más descarados en las últimas semanas, mientras que Israel ha atacado más profundamente Líbano y ha llevado a cabo varios asesinatos selectivos.