El equipo de colaboradores del líder opositor de Venezuela, Juan Guaidó, sufrió el domingo una fisura cuando quien fungía como su canciller anunció su retiro y dijo que el gobierno interino debía “desaparecer”, un anuncio que ocurre a pocas semanas de una repetición de elecciones en un estado bastión del chavismo.

Guaidó asumió a inicios de 2019 como presidente de un gobierno interino y ha sido reconocido por Estados Unidos y democracias occidentales como el líder legítimo de Venezuela por considerar que la reelección del mandatario venezolano Nicolás Maduro en 2018 fue un fraude.

El retiro del opositor, Julio Borges, del equipo de Guaidó dejaría a la dirigencia que adversa a Maduro más debilitada.

“El gobierno tiene un sentido como un instrumento para salir de la dictadura, pero en este momento, en nuestro modo de ver, el gobierno interino se ha deformado”, dijo Borges en conferencia de prensa online. “Y en lugar de ser un instrumento para luchar contra la dictadura, el gobierno interino se ha convertido en una especie de (...) casta”, agregó.

Entre los colaboradores de Guaidó, Borges asumió como canciller desde Bogotá, donde el gobierno le concedió en 2018 el asilo político por ser señalado por el gobierno de Maduro de ser parte de un presunto atentando en su contra.

Borges es miembro del partido Primero Justicia, uno de los cuatro grandes grupos aglutinados en la oposición, y parte de la coalición que ha apoyado a Guaidó.

El partido político Primero Justicia, al que pertenece Borges, no respondió de inmediato a un pedido de comentarios, tampoco la oficina de Guaidó.

Borges dijo el domingo que se separaba del cargo porque el interinato ya no funcionaba y que formalizaría su retiro el próximo martes en una sesión virtual de una comisión delegada del parlamento opositor. Agregó que el interinato debía solo funcionar para ocuparse de los activos de Venezuela en el exterior, como el refinador Citgo en Estados Unidos, que son manejados por juntas nombradas por la oposición, pero que la parte política debía reestructurarse.

Las divisiones internas de la oposición y sus tardíos acuerdos para alianzas son vistas por analistas y algunos dirigentes opositores como causas de su descalabro electoral el pasado 21 de noviembre, cuando de 23 gobernaciones en disputa consiguieron el triunfo en tres, una menos que en las pasadas elecciones del 2017.

Maduro anunció el domingo que su coalición de partidos oficialistas designó al actual ministro de Industrias, Jorge Arreaza, como candidato al estado Barinas, cuna del fallecido expresidente Hugo Chávez.

La elección en ese estado bastión del oficialismo estaba disputada por una estrecha diferencia hasta que en noviembre, el Tribunal Supremo de Justicia, visto por los opositores como un brazo del gobierno, anunció que el candidato opositor en Barinas, Freddy Superlano, estaba inhabilitado para ocupar cargos públicos por investigaciones administrativas previas y ordenó repetir la elección el 9 de enero.

El sábado la oposición anunció que la esposa de Superlano, Aurora Silva, será su candidata en enero.

Guaidó instó el fin de semana a sus partidarios a unificarse, pero aún la coalición opositora no ha oficializado su candidato para gobernador de Barinas.