Un nuevo escándalo sacude a la familia real española, esta vez, protagonizado por las hermanas del Rey Felipe VI, las infantas Elena y Cristina, quienes durante un viaje a Emiratos Árabes Unidos para visitar al monarca emérito Juan Carlos I recibieron la vacuna contra el coronavirus. Sin pedir número ni hacer fila.

El hecho fue revelado por el diario español El Mundo y detalla que la inoculación fue realizada en febrero en Abu Dhabi. Debido a los cuestionamientos, las hermanas de rey de España emitieron un comunicado en conjunto donde explican que se vacunaron contra el Covid-19 para obtener un pasaporte sanitario y así poder visitar a su padre más seguido.

“Ante las informaciones publicadas en la prensa sobre la vacunacion de que he sido objeto, quiero efectuar la siguiente aclaración. Tanto mi hermana como yo hemos acudido a visitar a nuestro padre y, con el objeto de tener un pasaporte sanitario que nos permitiera hacerlo regularmente, se nos ofreció la posibilidad de vacunarnos, a lo que accedimos. De no ser por esta circunstancia habríamos accedido al turno de vacunacion en España, cuando nos hubiera correspondido”, señala la declaración.

En tanto, desde el Palacio de la Zarzuela, explicaron que ni el jefe de Estado español, ni su esposa ni sus hijas han recibido las dosis de la vacuna contra el Covid-19. Pero lo harán cuando corresponda por edad.

Según detalla la prensa española, las infantas fueron convocadas a una reunión a la Casa Real esta jornada, aunque no hay claridad del objetivo de ésta.

Este miércoles, España superó el umbral de 70 mil fallecidos por Covid-19 tras haber pasado el mes más mortífero desde la primera ola, si bien la situación sanitaria ha mejorado, especialmente en los geriátricos gracias a la vacunación.

El ministerio de Sanidad notificó este miércoles 446 nuevos fallecidos respecto al día anterior, lo que elevó el balance oficial a 70.247 decesos desde el comienzo de la pandemia.

El país con más de 1,2 millones de personas fueron inmunizadas con dos dosis ante el coronavirus. El ritmo de vacunación es inferior al esperado y pone en cuestión el objetivo del gobierno de proteger a un 70% de la población antes del fin del verano boreal.