El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, anunció este lunes el cierre de la Embajada de Estados Unidos en Kiev, Ucrania, y el traslado del personal diplomático a la ciudad de Leópolis, cerca de la frontera con Polonia.
Blinken explicó que se trata de una “reubicación temporal” del escaso personal que aún quedaba en la capital ucraniana, “debido a la aceleración de la acumulación de fuerzas rusas” en la frontera del país.
“He ordenado tomar estas medidas, primero, por la seguridad de nuestro personal. Emplazamos vehementemente a cualquier ciudadano estadounidense que quede en Ucrania a abandonar de inmediato el país”, indicó el secretario de Estado.
“Estas precauciones por prudencia no socavan en modo alguno nuestro apoyo ni nuestros compromisos con Ucrania. Nuestro compromiso con la soberanía e integridad territorial de Ucrania es inquebrantable”, agregó.
En ese marco, detalló que “continuamos con nuestros esfuerzos sinceros de alcanzar una solución diplomática y seguimos en contacto con el Gobierno ruso tras la llamada del presidente (Joe) Biden con el presidente (Vladimir) Putin, y mi conversación con el ministro de (Asuntos) Exteriores (ruso, Sergei) Lavrov”.
“La vía de la diplomacia sigue estando abierta si Rusia elige participar de buena fe. Esperamos que nuestro personal regrese a la Embajada en cuanto las condiciones lo permitan”, concluyó la autoridad norteamericana.
El 12 de febrero, el Departamento de Estado de Estados Unidos ya había ordenado a los empleados no esenciales de su embajada en Ucrania que abandonara el país ante una posible “acción militar significativa”, en plena tensión internacional por la acumulación de tropas rusa en la frontera.